Mad Dog. | TianShan.

Especial: Guardaespaldas Acosador.

Los papeles son invertidos.

╰ひ╯

Cuando Mo Guan Shan cumplió la mayoría de edad, empezó a trabajar por su cuenta, incluso si era poco lo que ganaba con estos trabajos más exigentes a comparación con los que había estado viviendo en su adolescencia, le era suficiente con saber que le alcanzaba para las medicinas de su madre. A pesar de ello, no la tuvo tan difícil, ya que la señora Mo al ser amiga de la señora Jian, la rubia solía ayudarle con cada cierta cantidad ya que tampoco le agradaba que su amiga sufriera por su salud en ese entonces. Por ello, Mo Guan Shan estaba agradecido tanto con la madre de Yi, como con este mismo, quien había sido como su mejor, por no decir único, amigo.
Se habían conocido a las edad de 10 años, en ese tiempo Jian Yi lo único que le hablaba era para presumir de las aventuras que tenía junto a un chico castaño que conocía desde antes que conociera al pelirrojo. Mo siempre estuvo feliz por él, incluso cuando Yi peleaba por estupideces que el dramatizaba, le perdonaba todo porque incluso si sentía algún cierto tipo de pena por lo infantil que era aquel chico, seguía siendo como un hermano, y sabía que era viceversa.

Sin embargo, no todo era calma y felicidad.

En ese preciso momento de su vida, Guan Shan podría jurar que incluso si mantenía su ceño fruncido como expresión principal, era feliz. Desde que cumplió los 18 años, la salud de su madre había estado mejorando. Eso creía él. Ya empezaba a ser constante el ver a su madre tan activa como si fuera a ser el fin del mundo, moviéndose de un lado a otro y preocupándose más por su pequeño, incluso Mo notó que empezaba a salir a la calle, al principio le preocupó, pero luego empezó a pensar que era el hecho de que su madre estaba mejorando. Pero la fantasía se le rompió en unos meses.
Era un día soleado en el que estaba trabajando, yendo de un lado a otro porque incluso si su madre mejoraba, tenía que darle una buena vida, se lo merecía por tener a un hijo tan malhumorado como lo era él. Ese día fue una desgracia para el de cabellos pelirrojos, quien tan cansado atendió el teléfono después de varias llamadas por parte de un teléfono que aún no tenía registrado, el de la madre de Jian Yi.

El anuncio de que su madre había fallecido, hizo que se le cerrara la garganta tratando de calmarse después de estar a punto de entrar en un ataque de ansiedad, incluso, olvidando el hecho de que estaba trabajando, salió con todo y uniforme hacia aquel hospital tan lejos de él, tratando de no llorar mientras tropezaba una que otra vez al correr con tanto descuido. Era un desastre total.

Recuerda que al llegar, se le rompió el corazón de más. La señora Jian tenía un rostro lleno de angustia mientras escuchaba la plática de apoyo que le daba de forma seria uno de los doctores, quien le daba el más mínimo pésame por la muerte de su madre. El rostro de Yi se mantenía en un ceño fruncido, mientras movía su mirada hacia el pelirrojo recién llegado.
Mo Guan Shan por supuesto que no sabía que hacer, quería gritar, sentía que había sido culpa suya por no haber cuidado correctamente de su madre, Shan esperaba ser quien estuviera muerto en ese momento, no su mamá. Y Jian Yi lo entendió cuando el ojimiel se acercó a ellos con una expresión que gritaba querer apuñalarse a si mismo.

Desde ese día, la señora Jian había tomado toda la custodia de aquel chico, tomándolo como otro hijo, con todo el gusto.

Nunca se permitiría dejar solo al hijo de quien era su amiga.

╰ひ╯

2 Años Después.

Mo Guan Shan se encontraba molesto, hace poco se había enterado de un supuesto guardaespaldas que seguiría su culo y lo cuidaría por el  resto de su vida, esto, gracias a su  madre adoptiva la cual era sorpresivamente sobreprotectora con el y Jian Yi. No estaba uy contento con esto, de hecho, le irritaba lo suficiente como para que ahora este de brazos cruzados en uno de los sillones de aquella casa, haciendo un berrinche mientras miraba a la televisión con el ceño fruncido, esto, mientras Jian se reía de su cara diciéndole una que otra cosa, deteniéndose cuando el zapato de Mo voló y se estrello en su suave rostro.