Lentes de Sol.

480 56 24
                                    


╰ひ╯

— De verdad agradezco que hayan venido. —La voz del señor He se escuchaba contenta, mientras Qiu conducía aquella camioneta grande y tanto He Cheng y Tian junto a Mo estaban sentados atrás, mirando seriamente a su padre y en el caso del pelirrojo, a su jefe. Como no venir, si realmente habían sido obligados casi casi, aunque He Tian le ofreció a Guan Shan ir a otro lado sin compañía, habían terminado siendo arrastrados a aquel viaje familiar.— Espero que estas vacaciones estén divinas.

Ojalá hubieran sido sin ninguno de ustedes cerca. —El ojimiel murmuró, perturbado por los futuros días que pasaría junto a un trío de locos en una playa.
Mo Guan Shan se lamentaba por haberse metido en todo aquello, nuevamente, arrinconado y apretado en el medio por Cheng y Tian quienes miraban ahora a diferentes ventanas con los brazos cruzados, como si protestaran en silencio que los dejarán ir.

El señor He y Mo Guan Shan tenían puestos lentes de sol, como no, si el mayor le había dicho que le daría unos cuantos dólares si no se los quitaba después de que el rojizo se los hubiera intentado devolver. He Tian de alguna manera le agradecía a su padre, Mo de esa manera le parecía atractivo, pero no era momento en ponerse cariñoso con su amorcito y mucho menos teniendo a sus familiares, uno a un puesto de él y el otro adelante.

— Tampoco es que nos hayas dejado opción. —Hablo seriamente el menor de los pelinegros, haciendo pucheros en su lugar mientras los ojos de Shan se iban hacia él, haciéndolo avergonzarse y volviendo a una mueca llena de tranquilidad.— No entiendo porque venimos así pudiendo tomar un avión. —Otra vez a quejarse, Tian sentía la necesidad de darle quejas a todos a cualquier hora.

Mas la risa del hombre viejo le hizo fruncir el ceño.

— Es un viaje familiar, hay que platicar. —Y se quedaron callados, en un silencio tan incómodo que daba a entender que nadie tenia la intención de hablar sobre cualquier tema, Mo Guan estaba tan incómodo que no sabia donde poner las manos, rascándose disimuladamente en su propio muslo izquierdo y poniendo su mano libre arriba de la rodilla de Tian, causando que este le mirara curioso, el pelirrojo no noto aquello por estar mirando a la nada.— Vamos a pasar unos días normales, como una familia normal.

— Ese es el problema. —La mano del universitario se poso arriba de la de Shan, sobre saltando a este ante tal acción.— No somos una familia normal.

╰ひ╯

— ¿Hueles eso Mo Guan Shan? —Preguntó, alertando al menor quien tras posar una de las maletas en el suelo miró con una ceja alzada al señor que tenía enfrente, con cada una de sus manos empuñadas en cada lado de su cintura como si fuera un superhéroe.— Huele a tranquilidad.

— Señor He, me temo que eso no se puede oler. —Dijo, y aunque no trato de sonar tan borde la risa de He Tian y el intento de Chen y Qiu por no reírse lo hicieron sentir más nervioso.

— Vamos. —El anciano empezó a caminar hacia adelante, dejando a los demás confundidos atrás mirándose entre si.— Dejen las maletas ahí, ellos los llevaran. Hay que comer. —Con esa vaga explicación los demás le empezaron a seguir, Mo y Tian quienes iban atrás solo miraban a todos lados.

No se les ocurría que decir, y de verdad, aunque no pareciera, He quería aprovechar ese ambiente de calma.

— Mozi. —Le llamó, deseando que el otro aceptará la futura propuesta, mientras caminaban lado a lado, rozando hombros de vez en cuando, aunque parecía inconsciente en los dos había la intención de acercarse.— ¿Puedo tomar tu mano, Mozi? —Esa sonrisa siempre salpicaba brillos por doquier, aunque en el principio Mo la odiaba hasta sentirse incómodo ahora solo quería mirar al pelinegro sonreír así, por lo menos en ese momento.

— No. —Respondió, volviendo su mirada a otro lado, con niños corriendo y otros adultos leyendo revistas sentados en el lobby de aquel hotel. Ocultó el color que tomó sus mejillas, sin ninguna mueca que mostrará la timidez que provocó aquella pregunta.— Solo pon tu mano en mi hombro. —Habló después de un pequeño silencio, puesto que dio por hecho que He Tian podría estar haciendo una cara triste o algo. Solo atino a que se le ocurriera aquello.

Por otra parte, He Tian no podía estar más enamorado. Mirando al rojizo en todos los ángulos le hacia sentir bonito, ignorando las ganas que le daban de molestarlo, solo sonrió como niño pequeño y rodeo al menor por los hombros, quitándole los lentes y poniéndolos él en su lugar. Guan Shan frunció el ceño.

Ahí se iban sus dólares.

— ¿A dónde van? —Preguntó Cheng, al voltear notó que ambos jóvenes se estaban desviando del camino.— Es por acá. —Tian y Mo se sonrojaron levemente, frunciendo ambos el ceño y mirando al pelinegro alto enfrente de ellos.

╰ひ╯

Estaban descansando, los más jóvenes de aquel grupo de viajantes estaban acostados sobre unas sillas colocadas en la playa, mientras Mo Guan Shan había tenido de regreso sus lentes, He Tian tenía una sombrilla que lo cubría solamente a él, aunque la sombra que generaba esta acariciaba el hombro de Shan quien estaba tan calmado viendo como un niño se iba por las olas del mar.
Tan maravilloso paisaje, que los tenia en silencio y tomando unos refrescos de lata, dándoles sorbos casi al mismo tiempo, Tian tenía una sonrisa en grande, pero no de esas que siempre se miraban atrevidas, no, era una de disfrutar el momento.

— ¿Deberíamos ayudar? —Preguntó aun sonriente, mirando hacia la misma dirección en la que miraba Guan Shan, este no le respondió tan rápido, solo se quedo analizando la situación y después de un tiempo, contestó aquella respuesta de forma corta.

— Nah. —Se negó a ir, no iría cuando ya había un salvavidas tratando de agarrar al niño.— Ya lo agarraron. —Afirmó, volviendo a tomar de su bebida como si no hubiera visto que un infante se ahogaba apenas unos segundos.

— Una vez casi me ahogó en el mar también. —Soltó de la nada el pelinegro, logrando que el rojizo llevará toda su atención a él.— No recuerdo muy bien, pero caí y me aterre tanto que casi me desmayo. No sabía nadar. —Contó aquello, entrelazando sus dedos contra los propios suyos. Mo Guan Shan notó como el cuerpo de Tian tembló durante dos segundos, haciéndole fruncir el ceño.

— Ya no te va a pasar, He Tian. —Dijo, picando la mejilla del mayor y luego acostándose por completo en aquella silla.

— ¿Me vas a salvar si vuelvo a ahogarme? —Preguntó burlón, inclinando su cuerpo hacia donde estaba Shan.— Oh, señor Shan sálveme.

Las mejillas de Mo se tiñeron rápidamente.

He Tian jamás le había llamado por su nombre, y eso le estremeció tanto que no sabia si aquel sentimiento fue por los escalofríos o por la oleada de calor que le provocó aquello. Se maldijo, no era momento de ponerse nervioso y actuar de forma idiota, ya lo había hecho una vez y habia ignorado por completo las ganas que le dieron esa vez de tener más contacto con el universitario.

— No, idiota. Lo digo porque se supone que debes de saber nadar. —Habló con un tono de irritación, haciendo reír a su acompañante quien se levantó enseguida tomando la lata de la que estaba tomando hace momento atrás.— ¿Y a dónde vas?

— No me iré de tu lado, Mozi. —Volvió a burlar, enojando al pelirrojo quien miró a otro lado fingiendo un berrinche.— Iré a tomar una ducha, de verdad hace calor. —Suspiro, dando vistazos a el mar por última vez antes de dirigirse hacia la habitación.— ¿Quieres ir?

Lo pensó. Durante unos segundos lo pensó y termino asintiendo, haciendo una mueca de fastidio.

— Vamos, He Tian, no te vayas a ahogar en la ducha.

╰ひ╯

Corto, pero porque en el próximo capítulo hay sorpresa.

Ya quiero que Old Xian actualice. 😔

Mad Dog. | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora