Luna.

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╰ひ╯

No sé que hacer desde que te quedaste profundamente dormido, me enfermaba escuchar el sonido de aquella máquina contar tus latidos.
Mi amor, si un día lees esto. Buscame, yo ya me di por vencido.

Estudio de los He.
Te extraño.

╰ひ╯

Extrañamente todo iba tan tranquilo que empezaba a molestar a He Tian, llevaba por lo menos un mes siendo el rey de todos los perros en aquella casa, y aunque de vez en cuando varios de "sus hombres" le levantaban la voz, estos volvian a su ridícula posición.

Asqueroso.

Todo aquello no le causaba otra sensación más que de asco, no soportaba más la idea de estar rodeado de sangre y de tener toda responsabilidad de cada acto realizado.
La única razón que lo mantenía cuerdo era su novio, no, su chico, ni siquiera había tenido tiempo para pedirselo correctamente pero ambos sabían que no seguían en una relación indefinida, ellos mismos la definian en su corazón y pensamiento. Pero incluso con Mo Guan Shan de su lado no podía sentirse menos miserable.
Habia dicho que terminaría con ese trabajo y no se había movido para nada, no sabía que hacer, cuándo, ni mucho menos como. Seguia sintiendose alejado de aquel mundo tan oscuro incluso estando dentro de él, se sentía en un pozo sin fin.

Miro con indiferencia el cuerpo que cayó enfrente suyo, si viene cierto que mencionó que todo había estado tranquilo, no quitaba el hecho de que varios perros se levantaran en su contra amenazándolo con palabras escondidas esperando no ser descubiertos por el universitario.

Ah, la universidad, hace un mes que no acudía a sus clases y ni siquiera tenia idea de nada respecto a sus estudios. Siempre quiso estudiar, largarse del país y hacer su propia vida.

Se sentía tan inútil.

— Tirenlo. —Ordenó con la boca seca, cada que jalaba el gatillo o le señalaba a alguien que lo hiciera por el, se sentia desvanecer, la garganta se le cerraba y solo atinaba a fruncir el ceño. Las manos le temblaban pero nadie lo notaba.

Al menos eso queria creer.

╰ひ╯

Tosió, tomando aquella taza de té y bebiendola lentamente. Mo Guan Shan frunció el ceño, se sentia acalorado, como si fuera a enfermar en cualquier momento y para colmo, no podía dejar de sentir cansancio. Creía que era porque finalmente después de tiempo se relajaba, así que no le daba tantas vueltas. Aunque no podia evitar sentirse incómodo, le ardia el cuerpo por completo como si docenas de agujas fueran clavadas en cada pedazo de su piel, a veces odiaba moverse por el dolor que sentía, como si sus huesos fueran a romperse en cualquier momento. Podía ser fiebre.

Era consciente de que cada vez medoreaba menos gente por aquella gran casa, a veces escuchaba murmullos, y otras veces alguna que otra presencia lo seguían por un momento, quería creer que era parte de estar en cautiverio con aquella familia de locos.

Otra cosa era He Tian. El niño había estado menos presente y aunque entendia que ahora estaba en esa mierda de negocio familiar y un montón de basura, extrañaba de alguna forma la manera en que el pelinegro lo molestaba. Lo admitía, se sentia feliz cuando entre ambos se mimaban como una especie de recien casados que lo único que querían era dedicarse tiempo y paz.
Por todos sus pensamientos inundados con el rostro de He Tian no pudo evitar asustarse cuando la puerta de la cocina fue abierta y su jefe se mostraba. Aquel viejo que había manejado todo para que ahora se encontrara asi, enamorado y extrañando a un He Tian.
Lo habían forzado, y lo sabía. Lo habían tenido encerrado y no había tenido otra opción que ceder ante aquel pelinegro, pero pensandolo bien, ya había cedido desde hace mucho por cuenta propia.

Es por eso que no le molestaba conversar con aquella familia, ahora no. Estaba todo tan calmado que podia darse el lujo de relajar sus cejas.

— Algún día no seguirás trabajando para mi. —Suspiro aquel hombre, tomando de otra taza que Mo Guan le había ofrecido.— ¿Qué quieres hacer entonces, Mo Guan Shan? —Preguntó, mirando los ojos del joven frente suyo, llenos de curiosidad por si mismo.

Mo Guan Shan no lo sabía. Habia ganado bastante mientras perdía el tiempo con los He, podía hacer lo que quisiera, pero ahora mismo no se le ocurria nada más que cuidar de He Tian.

— Tal vez una florería... A mi madre le gustan las flores.

╰ひ╯

Los ojos cansados de aquel señor lo miraban desde el piso, cabellos cortos, una que otra arruga leve en aquel rostro. Le calculaba unos cuarenta y algo. Se la pasaba haciendo lo mismo, no podía evitarlo si cuando volteaba atrás había alguien conspirando en contra suya, y cuando regresaba la vista al frente, otros dos. Asi era todos los días, un tipo a la vez que no admitían quienes eran los traidores, como si se debieran lealtad.

— Tú, ¿Quiénes son los demás? —El zapato oscuro y elegante de He Tian pisoteo el pecho de aquel hombre, dificultandole respirar y como si lo presionara a hablar.— Responde.

— Matame de una vez, no tengo intenciones de traicionar a mis compañeros.

Aquella voz retandole lo hizo fastidiarse, realizando una mueca de molestia, golpeando en la cabeza a aquel hombre amarrado.
Esos imbeciles no tenian idea de cuantas cicatrices le estaban dejando. No tenia idea de como le haria para entregarse a Mo Guan Shan el día de su luna de miel, si es que el pelirrojo le llegara a aceptar un anillo.

Tomo los cortos cabellos de aquel tumbado, posicionando un gran cuchillo filoso en su garganta, en aquel punto donde si cortaba, la respiración se le iría por completo.

— Dime quiénes son. —Amenazó, atento a cualquier sonido que pudiera hacer aquella rata que intentaba asesinar. Pero no le respondió más de lo que ya le había dicho, una y otra, y otra vez. Apestaba a sangre ahora, de nuevo. No sabía porque se molestaba en pensar en una manera de destruir aquel teatro familiar de negocio sucio, si esos tontos se ponían en fila para ser asesinados uno por uno como si de un sacrificio se tratará.

No sabia que, como o quien era lo que querían.

╰ひ╯

Pasó mucho tiempo, apenas me termine de leer mi propia historia porque no me acordaba de nada tampoco de esta. Me dio un vergo de cringe leerla, y la neta hasta ganas de eliminarla pero yo se que a varios de aqui les gustó mas esta que modelo a no seguir, y también tenia ilusión yo con esta historia antes de irme
No se si llegue al final al ritmo que lo deje o lo apresure un poco, pero gracias por los que esperaban actualización!


Mad Dog. | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora