Epílogo

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(Narrador omnisciente)

6 años después

- ¡Mamá! -gritó Lili desde su habitación- ¡¿has visto mi bufanda azul?!

Santana entró en pánico. Usualmente cuando Brittany está en casa, ella es la mamá mágica que sabe dónde está todo.

Pero cuando Santana está en casa...

La historia es diferente.

- Uh... -Santana subía las escaleras intentando recordar la última vez que había visto a Lili con esa bufanda azul- ¿tercer cajón? -intentó cuando finalmente llegó a su puerta

Lili volteó a verla con una mirada de "¿en serio?" antes de volver a dirigirse a su gran armario. Le había costado un poco acostumbrarse a su nueva y mucho más grande habitación en la nueva casa hace tantos años, y aún después de todos este tiempo perdía todo u olvidaba dónde lo había guardado.

- Mira -dijo la morena encontrando una bufanda celeste que había sido parte de su regalo en su cumpleaños número 11- ¿por qué no te pones esta?

Pero Lili ni siquiera se molestó en voltear antes de negar con la cabeza murmurando que no combinaría con su outfit elegido para esta noche.

Esta noche Lili llevará al chico que le gusta, Santana lo sabe. Lili ha estado en cientos de sus conciertos antes pero nunca había estado tan nerviosa (una vez incluso fue en pijamas, tenía 7 años pero igual cuenta para Brittany y Santana, quienes no dudan en recordárselo cada cierto tiempo, si es en frente de sus amigos, mejor).

Hace un par de años le permiten llevar a algunos de sus amigos, al principio Santana lo hacía para ayudarla a verse como la niña más cool de su grado pero pronto se arrepintió pues la López-Pierce menor no ha tardado en aumentar la cantidad de invitados cada vez, al punto de que prácticamente deben habilitar una sección entera del lugar para ella y sus amigos.

(Lo peor de todo es que Santana está 100% segura de que a Lili ya ni siquiera le interesa escucharla, pero eso no le importa, ella también se cansa de su propia voz de vez en cuando. Además, quién puede culparla, la escucha cantar hasta en la ducha).

(Aún tiene a Max, piensa, a sus 5 años, aún adora escuchar a su mamá cantar como nadie más).

- Lils -susurra Santana mientras su hija mayor aumenta su nerviosismo y comienza a tirar la ropa de los cajones por los aires- Lils, escúchame -repitió, esta vez ganando la atención de la rubia

- ¡¿Qué?! -responde ella en un tono que ella sabe fue demasiado- lo siento

- Está bien...es por Matt ¿cierto? -confronta Santana, no le gustaba ir con rodeos, especialmente con Lili

- Solo...quiero que...todo salga bien -confiesa finalmente

- Sé que piensas que no puedo darte consejos porque prefiero damas antes que caballos -dice haciendo a la joven rubia reír, lo que era su objetivo desde el comienzo- pero en la secundaria todo el mundo se moría por mí, así que tengo más trucos de los que puedas imaginar

La rubia se cruzó de brazos desafiantemente y Santana la imitó.

Santana ríe internamente ante la ironía de que Lili se parezca a ella más de lo planeado. Cuando la conoció, era la niña más dulce del mundo. Hoy, y entrando a sus años de adolescencia, Santana tuvo más influencia en ella de la que tal vez le hubiera gustado, habiendo copiado sus manías y respuestas ingeniosas.

- No me subestimes, señorita

- Sí, mamá -respondió con una voz monótona

Casi como escuchándolas, el más pequeño de la casa hizo su aparición en la habitación. Max es la viva imagen de Santana, "tendríamos que haberlo llamado Santano" le gustaba bromear a Brittany.

All of me - BrittanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora