Extra

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Pov Jade

La vida nunca fue un campo de flores, pero mi hogar olía como uno. Entre Emma y yo, hacíamos malabares para conseguir una armonía perfecta. Con Angelos y Santiago, al principio nuestro tiempo no rendía para absolutamente nada. Emma tenía guardia casi todas las noches, lo cual en el día le hacía estar extremadamente cansada si no dormía sus horas necesarias. Y, En cuanto a mí, era la que cocinaba el desayuno y el almuerzo de los pequeños, les llevaba al colegio, les recogía, y por supuesto daba clases en sus mismos horarios. Más de una vez discutimos por nuestra mala organización, o por algún momento en donde fallamos como responsables que somos. Pero no le cambiaría por nada. Porque cada vez que mis ojos se topaban con los de ella, mi corazón seguía latiendo como loco.

Por supuesto que lo que cuento fue cambiado drásticamente, nos aprendimos a organizar, y nuestros dos hijos crecieron junto a sus fabulosas madres. Emma fue transferida varias veces, lo cual nos hizo vivir en diferentes lugares. Primero en Canadá, y por ultimo en suiza. En las vacaciones nos reuníamos con quienes tuviéramos más cerca de nuestras amigas, y en navidades, nuestros padres nos visitaban.

Estoy extremadamente cansada –La voz de Emma me hace verla antes de darle la vuelta a la tostada, viene caminando con un pantalón de chándal gris y mi sudadera azul de la universidad – ¿hay café?

Mama –antes de que pueda contestar Santiago entra corriendo junto a estrellado. Ambos están llenos de lodo lo cual me hace abrir los ojos impresionada ya que son un desastre. Emma quien lo detiene al colocar su mano sobre su cabeza me lanza la mirada de "no te rías, mira el desastre", lo cual me hace morder mis labios para reprimir mi sonrisa

Jovencito, ¿Por qué están llenos de lodo si no está lloviendo y no ha llovido? –Santiago quien la mira con sus inmensos ojos verdes, sonríe encantado con la pregunta, y siento terror al recordar que yo le había enseñando a crear lodo, lo cual me hace soltar la espátula y correr hacia mi hijo rodeando la encimera. Todo paso muy rápido, lo empuje suave sin darle la oportunidad a responder, y antes de salir le robo un beso a Emma

No te preocupes, ve a descansar amor, yo me encargo –Y así entre en la sala con el señorito –vamos a ducharlos afuera –Santiago quien termina colocando sus manos todas sucias en mi cara se ríe al notar como trato de apartarme asqueada

El sol quien está en su apogeo ilumina el patio, Angelos con tan solo 9 años esta acostada sobre su toalla tomando sol en traje de baño. Noto la manguera botando agua lo cual me hace agarrarla apuntando a Santiago, mojándole primero la cara. Estrellado quien trata de morder el agua comienza a hacer un desastre, lo cual hace que Angelos se siente riendo por el espectáculo que termino siendo. Santiago comenzó a imitar a estrellado, y yo quien trataba de lavarlo iba tras él con la manguera. La risa fue tan dulce que me hizo voltear y mojarla por venganza. Se supone que debía limpiar. Se supone que tenía que ser responsable en ese momento, pero cuando Emma salió con la taza de café, estábamos los tres completamente llenos de lodo y lucia corría porque Santiago quería que viera una lombriz.

...

En un parpadeo mis pequeños eran adolescentes, mi mujer tenía el cabello por los hombros de un color cobrizo, y mi perro ya no era Estrellado, sino plutónica. La casa había cambiado con el tiempo, nuestra decoración se volvió más animalista, Santiago nos doblaba el tamaño y Angelos se creía rockera tocando la batería a toda hora, con su maquillaje oscuro y su cabello decolorado de plateado.

Mama –corregir pruebas en medio de la sala, nunca se consigue no importa qué hora sea

¿Sí? –no despego la vista de la nota que escribo hasta que siento que el silencio es muy largo. Al enfocar a mi hija, noto que sostiene dos prendas de vestir, ambas de color negro

El beso de JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora