Entre las ninfas y ella existía un mundo en donde el aire le susurraba pasiones sumergidas en su mente.
Y aunque las ninfas observaran aquel azulado cielo mientras revoloteaban con sus hermosas alas
Ella sollozaba al ver como aquel espejismo ardía hasta convertirse en una oscura fachada de vació.
El cielo se consumía estrella tras estrella mientras su mente era nublada por gotas de pensamientos; Estás desconcertantes cascadas tomaban refugio en la caída, fieles al impacto, a la huida, al mar.
Ella podía sentir el olor de la tierra al unirse con el agua, sabiendo que aquella era salada, espesa y sobretodo evaporable; convirtió sus sentimientos en el vacio del universo,
Quienes ardieron al no tener oxigeno al cual sucumbir...
Como su cuerpo
Como las generaciones de habitantes que solo miran un cielo sin darse cuenta que una parte de ellos se quemara allí.
Y su alma vagara, intermitente y fugaz
Y sus lagrimas danzaran, derrochando sentimiento
Y sus palmas limpiaran aquel camino marcado entre sus mejillas y sus pestañas.
...
¿Puedes sentirlo? –Le susurro al oído colocando mis manos en su cuello, descendiendo por su habito de forma lenta, sintiendo el rosario que adorna su pecho y deteniéndome allí
¿mmm? –Es lo único que escucho salir desde el fondo de su ser, mis manos quienes revolotean de regreso por aquel camino ya explorado hace que mi mirada descienda por su cuello, apreciando su delicada piel
Tu corazón y el mío van al mismo ritmo cariño –Mis labios se apoyan ardientes sobre su piel, y la siento temblar, así como mi mente tembló al saber que ella libera mi lujuria – ¿sientes mi humedad? –Mis labios pronuncian aquellas palabras en simples susurros mientras de forma lenta buscan el camino al infierno, aquel que habita en sus labios
Por favor –Aquello que sonó como clemencia en un ligero gemido, me hizo pegar mi frente a la de ella, y de forma casi autónoma ver sus labios
Te preguntaría "¿que deseas?" sin embargo cariño, me he dado cuenta que puedo cargar con ambas cruces, y satisfacer mi deseo mas prohibido –me despego solo para ver como sus ojos se abren y me miran con aquel deseo en ellos, mi mano acaricia su mejilla y de forma lenta mis labios se unen con los suyos de forma casta, su cuerpo quien se tensa, no me hace parar, porque mientras su moral lanza yo bateo. Sus labios se abren de forma leve, y como una persona hambrienta introduzco mi lengua en ella. Mi cuerpo arde, y sus manos aprietan mis caderas. Me siento desfallecer cuando al separarnos contemplo su perfil aun agitado y sus ojos cerrados, como si de una ilusión se tratara –No temas cielo mío, podría ser un simple sueño que se grabo en tu retina –Le susurro antes de levantarme, mis pasos son cortos, como si en una nube caminara, y es que se me hace difícil alejarme de lo que deseo tocar
Me visto de forma lenta dándole la espada, solo nuestras respiraciones son la audiencia de aquel concierto en donde mi corazón y el suyo fueron principales protagonistas. Al terminar respiro profundamente tomando el último impulso necesario, y al darme la vuelta, le veo sentada de una manera diferente, sus piernas abiertas y su brazo apoyado en la parte superior de la rodilla mientras sus ojos, aquellos mares tan diferentes me observan haciéndome vacilar al principio, sin embargo no hay nada que decir, ni nada que hacer, solo tomar mis cosas e irme de aquel salón, quien es nuestro mayor cómplice.
Nos vemos América –Cerrar la puerta de aquel salón fue un pesar para mi corazón, sin embargo ya tense demasiado nuestro hilo, y aunque deseo mas, se que debo esperar.
ESTÁS LEYENDO
El beso de Judas
RomanceSegunda parte de "El cielo de tus ojos" Esta es la vida de Perrie, una simple adolescente que se enamora por primera vez, luego de cuestionarse el porque nadie nunca le ha llamado la atención. "cuidado con lo que se desea" le dijo una vez su madre...