Omega Sustituto (Stony-Omegaverse)

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— No exactamente Omega— El nombrado frunció el ceño, pues nunca lo había llamado así. — Si aceptas irte conmigo, serás mi Omega y cumplirás con tus deberes como tal.

Se formó un nudo en su garganta, esto era una pesadilla.

— ¿De-de que habla?— Su voz tembló

— No es nada contra tí Tony, al contrario, es algo bueno seguirás con lujos, tu vida resuelta, únicamente tendrás que cumplirme por las noches y vivirás en mi casa.

— ¿Pe-pero porque?— El Omega preguntó confuso pues no entendía nada.

— Se supone que eres inteligente Tony, tú bien sabes que yo no hago negocios sólo por hacerlos y que no tengo Omega, así mataría dos pájaros de un sólo tiro.

Lo dicho por ese Alfa sonó tan asqueroso que sus ganas de vomitar se multiplicaron, se sentía dolido y ansioso. ¿Cómo era posible que el hombre que lo vio crecer le dijera ese tipo de cosas? Sonaba tan enfermo que no podía dar crédito a lo que escuchaba.

— ¿Porque hace esto?— Preguntó con ojos llorosos

— Ya te dije Tony, quiero ayudarte pero me siento solo— Mostró cara dolida, confundiéndolo más, se dirigió a la puerta para finalmente salir. — Lo lamento Tony, me informaron que notificarán a los ex socios de tu padre, si ninguno cubre la deuda te irás conmigo.

Tragó con dificultad observando como el Alfa se despedía con una sonrisa cínica y cerraba la puerta de su nueva celda.

Mientras tanto cada uno de los socios eran notificados mediante un correo electrónico, tan ruín y despiadado que al menos la mitad terminaron de leerlo.

Los demás no quisieron continuar.

Tony no sabía lo que le esperaba,  lo que si, es que recibiría serían maltratos y golpes, eso era ahora, un Omega desprotegido.

Aún guardaba la esperanza de nunca volver a ver a ese impostor de Obadiah, pues había demostrado en pocos minutos que era todo, menos amigo de su padre.

[•••]

Steve se encontraba en su oficina, escuchó como su laptop sonó insistente. Apagandola al instante, el dolor de cabeza era agotador, se prometió, en unos minutos checar las notificaciones que acababan de llegar.

Masajeaba su entrecejo mientras recordaba las palabras del doctor.

La solución era simple para ellos, pero no para Steve. No quería traicionar a Peggy, no así, claro que más adelante quisiera ampliar su familia pero no utilizar a un Omega para cuidar de él y de su hijo. Bueno así lo quería ver pero sabía que a Peter no lo cuidaría, talvez lo maltrate, tendría que ser alguien de confianza.

Decidió hacerse una taza de café, ya que en su oficina contaba con una cafetera. Su empresa era un exitoso despacho de abogados todo iba bien, pero su vida personal, no del todo. Cuando estaba por dar un pequeño sorbo se escuchó la puerta.

El único que tenía permitido hacer eso sin antes ser anunciado por su asistente, era su mejor amigo James Buchanan Barnes, así que no tuvo que preguntar.

— Pasa— Al entrar venía con semblante preocupado.

— ¿Que ocurre Bucky?

— Nuestra solución acaba de llegar — El Alfa lo miró confuso— ¿Recuerdas a Anthony Stark?

— Si, el hijo del recién fallecido Howard, ¿Supiste algo de él? No pudimos darle nuestro pésame el día del velorio.

Asintió — Se dejó ver muy poco pues Howard lo dejó prácticamente en la calle.