Omega Sustituto (Stony-Omegaverse)

36

Se dió la vuelta, siendo envuelto por los cobertores y por su Alfa.

Cayendo dormido al instante, minutos más tarde Steve lo siguió.

Serian días complicados.

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A la mañana siguiente el Omega despertó de golpe, al ver la habitación en penumbra no pudo evitar entrar en pánico. Obviamente había luz, aún así lo hizo.

Nisiquiera notó el aroma de Steve, comenzando a gritar, este despertó de golpe, envolviéndolo con su aroma, sin soltarlo prendió la lámpara mas cercana, ya que la luz estaba al frente, esto lo hizo para que no se asustara pero no funcionó.

—Tranquilo mi amor— Susurró a su lado, haciéndolo voltear, que al verlo no hizo más que corresponder al abrazo,comenzando a llorar.

Se sentía tan patético, pero su ultimo recuerdo coherente era ver a Obadiah acariciar sus piernas, a hombres entrando con armas y al Alfa queriendo dispararle.

Estaba tan asustado que su Omega interior salió a flote, como un mecanismo de defensa.

— A-alfa— Mencionó entre sollozos, siendo completamente su Omega interior quien le hablaba.

— Estás a salvo mi amor, sigue durmiendo— Asintió volteando a su alrededor, le sirvió agua, era lo que buscaba, recostándose a su lado, abrazándolo, no apagó las luces, serían varias noches con las luces encendidas.

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Al despertar de nuevo, su aroma a tristeza inundó la habitación, creyó estar solo, poco a poco sintió al Alfa acercarse, su característico aroma inundando sus fosas nasales.

— Hola mi amor— Lo saludó con una cálida sonrisa

— Alfa— Alzó los brazos para abrazarlo, Steve lo hizo recostando a ambos.

— Sigue durmiendo amor, ¿O, tienes hambre?— Negó quedándose dormido de nuevo.

Steve suspiró, pasaban de las 10:00 a.m. se veía muy cansado, a la siguiente tenía que comer, si continuaba así tendrían que aplicarle suero y no le agradaba la ideamde verlo así, a falta de alimento.

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Más tarde ese día despertó con el dulce aroma a comida, el Alfa daba su primer bocado para que el Omega observara, Tony se sentó en la cama, el rubio se acercó sonriendole ligeramente llevándole su comida calientita y deliciosa.

Comió frente a él para que también le diera hambre, incluso sin tenerla el mismo, debía alimentarlo, cumplirle a su Omega.

— A comer mi amor— Asintió, a los minutos observó los pocos bocados que se hechaba a la boca, comiendo únicamente menos de la mitad.

Al verlo hacer a un lado el plato no pudo evitar suspirar, Tony era de los que lamían el plato, incluso algunas veces sirviéndose doble porción. Quería recuperar a su Omega, devolverle su espíritu.

— Debes comer más mi amor— El otro negó con un puchero

— No tengo hambre, Alfa— Lo abrazó rodeándolo por completo, se sentía roto,olía de esa manera,no podia permitirse sentirse así.

— ¿Quieres ver una película? — Negó, lo bajó entre sus brazos recostandolo de nuevo, observando como temblaba delicadamente ante su tacto.

Poco a poco fue cayendo en un profundo sueño.

Debido al medicamento e inyecciones,se sentiría adormilado el resto del día, dándole un beso en la frente.

— Te amo— Susurró por primera vez, escuchando como el Omega suspiraba entre sueños.