34

2.4K 259 19
                                    

El Alfa aspiraba como un adicto el delicioso aroma a duraznos de su Omega, ambos completamente desnudos,bajando por las piernas del chico, tomando una para poder besarla, los gemidos no se hicieron esperar. Se detuvo separándo ambas piernas, dirigió uno de sus dedos a su entrada, notando que comenzaba a lubricarse. Adentró un dedo más sacando sonoros gemidos de su interior, debía darse prisa, ambos estaban desesperados.

Poco a poco un tercer dedo se hizo presente, quería darle dos o tres orgasmos antes de entrar a él, pero su desesperación era obvia, incluso la del Omega.

Comenzó a masturbarlo pero el Omega lo detuvo - Po-porfavor hágame suyo, Lo-lo necesito, Mhg ¡Síii!, Más.

- Tranquilo, cariño- Besó sus labios castamente continuando con su labor. Poco a poco escuchó como los dulces gemidos cesaban, observando las expresiones de su Omega, verlo llegar al orgasmo era todo un espectáculo digno de admirar.

Al terminar se adentró poco a poco en su Omega, complaciendolo, antes de entrar por completo le dio un beso en su frente.

Continuó adentrandose, al hacerlo se quedó quieto por unos minutos, hasta que sintió como su Omega comenzaba a moverse, pidiendo por él, el chico no dejaba de gemir y jadear, era obvio que le resultaba doloroso, lo intentó calmar con sus besos, caricias y palabras cariñosas.

Steve sentía que si lo seguía apretando así, en cualquier momento terminaría.

- Tranquilo, mi amor, ya va a pasar, si quieres que salga sólo dímelo, lo intentamos en otra ocasión.

Sentía que lo partían en dos,ya no podía más, el Alfa se adentraba poco a poco a pesar de que su instinto le demandaba tomar lo que por derecho le correspondia, sabía que no podía comportarse como un bruto, satisfaciendo y haciendo feliz a su Omega, era lo mínimo, pues él le daba todo.

El otro negó, había ido con su ginecóloga para que le recetara supresores y medicamentos para el dolor, pues aquella noche le había quedado claro que en verdad le dolería, no se equivocó, hasta ahora Steve era el Alfa más grande, en todos los aspectos, con él que había estado.

Comenzó a entrar y salir, poco a poco, el ritmo era demasiado lento pero perfecto para que se fuera acostumbrando al tamaño, siguió masturbandolo, sacando gemidos, y haciéndolo mover, pidiendo más de su alfa.

Minutos después el segundo orgasmo del Omega se hizo presente, el alfa en ningún momento dejó de masturbarlo, haciendo que el orgasmo se expandiera más.

- Ma-más rápido mi amor- El alfa gruñó complacido ante las palabras de su Omega, se adentró con un poco más de rapidez, aunque no del todo, el ritmo era moderado.

El Omega se dejaba hacer, dócil, sumiso, mostrando su cuello como una ofrenda para su Alfa, este dejó de masturbarlo para lamer su glándula, sacando gemidos sonoros y jadeos necesitados.

Poco a poco el dolor conocido en su bajo vientre se hizo presente, terminando al instante, siendo seguido por el alfa, que terminó en su interior haciendolo retorcer.

Había tenido un par de parejas sexuales pero con ellos había utilizado condón, era muy diferente hacerlo así, y más que su interior fuera inundado por su Alfa, había sido una maravillosa experiencia, que esperaba volver a vivir cada noche de su vida.

-Ohh Ohh- Mencionó complacido, su aroma lo delataba.

- ¿Te gustó mi amor?- Asintió frunciendo el ceño mientras notaba como Steve se ponía de pie.

Un minuto después volvió con un paño húmedo, se veía que el mismo acababa de limpiarse.

Eso hizo con el cuerpo del Omega, limpiarlo, al terminar el ceño fruncido no había desaparecido.

Omega Sustituto (Stony-Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora