Minato
Unos minutos después de que Naruto se fue, Minato y Kushina lloraron desconsoladamente lo único que les calmaba era que ahora podrían volver a reunirse con su amado hijo.
—Minato, Kushina, ¿qué están haciendo ahí sentados?... ¿Y Naruto?
—Mamá, ¿cuando llegaste?
—Justo ahora, estuve tocando la puerta no abrían, así que entramos —respondió Tsunade a su hijo, era una mujer de grandes atributos, de pelo rubio atado en dos coletas.
—¿Dónde está el renacuajo? Fui a su cuarto y no lo encontré —comentó Jiraiya, padre de Minato y esposo de Tsunade, era un hombre de pelo largo blanco.
—Papá, él... él... no está.
—¿A qué hora regresa? Quiero hablar con él.
—El no va a volver, no por un tiempo.
—¿De qué hablas, Kushina?, ¿A qué te refieres con que no va a volver en un tiempo?
—Madre, padre, debo decirles algo.
—Entonces... ¿no podemos hacer nada? —pregunto Tsunade luego de escuchar la explicación por parte de Minato.
—No sabemos, hace un momento que se fue con ellos, dijeron que cuando el quiera puede venir a vernos.
—¿Cómo reaccionó Naruto, cuando se lo dijeron?
—Se molestó un poco pero lo aceptó y se fue con ellos.
—¿Y si cancelamos el trato?
—No creo que sea así de fácil, papá. No sabemos si ellos lo aceptarán y si lo hacen es probable que Kushina y Naruto mueran, después de todo el trato fue salvarlos.
—Estoy dispuesta a morir por el bienestar de Naruto, pero es como dices Minato, de nada serviría, los dos perderíamos la vida y está vez no habrá forma de salvarnos.
—¿Realmente no podemos hacer nada?
—Eso me temo, solo podemos esperar a que no le pase nada malo a Naruto, confío en que se le ocurrirá algo para salir de esta situación.
Naruto
—¿Cuál será mi habitación? —pregunté después de un largo silencio.
—Ya casi llegamos.
—Esto es realmente aburrido, me gustaría que Shikamaru estuviera aquí.
—¿Quién es Shikamaru? —preguntó Sasuke deteniéndose frente a la puerta de una habitación para después entrar en ella—, está es tu habitación.
—Él es mi mejor amigo, que bonita habitación aunque está un poco oscura para mí gusto —respondió Naruto entrando después que Sasuke.
—Para mi luce bien, no puedes quejarte.
—¿Ah, si? ¿Por qué no puedo quejarme? Ni siquiera quiero estar aquí.
—¿Por qué dices que no quieres estar aquí? Cualquiera quisiera estar en tu lugar.
—Cualquiera, menos yo. Escucha, mi padre y el tuyo hicieron un trato cuando yo recién naci por eso estoy aquí, el trato consistía en salvar a mi madre y a mi a cambio de... eso, ya lo sabes. ¿Tu padre no te dijo nada?
—Lo intentó, pero yo siempre lo ignoraba, estaba muy molesto porqué no me gustaba la idea de estar con un extraño.
—Tengo una duda, ¿por qué eres tú el que se va a convertir en rey y no Itachi?
—¿Qué?, ¿Querías casarte con él?
—¡Claro que no!, Ni con él, ni contigo.
—Mi padre me dijo que se debía a que Itachi no compartía un vínculo con alguien, pero yo sí, en este caso contigo.
—¿Cómo pueden saber eso?
—Es una de las habilidades que solo puede tener un rey después de convertirse en uno, es algo así como que ven el "hilo rojo del destino", ¿lo entiendes ahora?
—Sí, ya lo entendí.
—Ahora que lo entiendes déjame ofrecerte un trato, haremos que mi familia se de cuenta de su error al comprometernos. Si funciona tu volverás con tú familia y yo no tendré que convertirme en rey.
—Eso suena bien pero ¿qué pasará con mi mamá y conmigo?, ¿moriremos?
—Claro que no, el trato se cumplió, ustedes se salvaron y tú veniste, tal y como lo acordaron nuestros padres, en pocas palabras: el trato se cumplió.
—Eso espero, ¿cómo lo haremos?
—Es fácil, solo debemos pelear o discutir frente a ellos para que vean que no somos compatibles, no será muy difícil después de todo ya vieron que nos odiamos, ¿qué dices, tenemos un trato?
—Esta bien, acepto el trato —dijo Naruto estrechando la mano de Sasuke sellando así el trato.
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Comprometido con el diablo
Fanfiction-Toma mi alma y salva a mi esposa y a mi hijo, por favor -pidio al diablo una vez que este apareció en medio de la habitación. -Los salvaré, pero no quiero tu alma. -Gracias, muchas gracias, entonces, ¿qué es lo que desea? -Tu hijo. -No, no lo puedo...