Comprometido con el diablo

Capítulo 8 "El trío de idiotas"

Luego de ser regañados por Mikoto por sus constantes peleas decidieron dejar de hacerlo, por ahora, Mikoto les sugirió que fueran a caminar para platicar y conocerse mejor.

Así que sin otra opción ambos salieron a caminar asegurando que llegarían antes de la cena, a lo que la familia Uchiha acepto, que estaban más que encantados de que dieran un pequeño pero muy importante paso en su relación.

No era que ya no soportarán sus peleas, claro que no.

Justo ahora se encuentran saliendo del castillo Uchiha.

—Wow, que grande se ve el castillo estando afuera —comentó Naruto desde afuera observando el castillo.

—Ahora que lo recuerdo es la primera vez desde que llegaste que sales del castillo —dijo Sasuke comenzando a caminar.

—Sí, creí que estaría encerrado para siempre, menos mal que no fue así.

—¿A dónde quieres ir o que quieres hacer?

—Mn, pues no sé, siempre había imaginado que tú hogar sería un poco... diferente.

—Dejame adivinar, creíste que todo estaba en llamas o algo así, ¿no?

—Bueno... pues sí. Es lo que dicen todos, yo también creí que era algo así

—Creencias de la gente.

—¿A dónde vamos?

—Al bosque, hay animales aquí por si quieres verlos.

—Oh, si, si, vamos —respondio Naruto emocionado comenzando a correr en dirección al bosque, jalando a Sasuke del brazo.

—Espera, espera.

—¿Por qué? Anda, vamos.

—¿Siquiera sabes por dónde vas?

—Mm, no —respondio Naruto deteniéndose—. Está bien, entonces por dónde es.

—Es por acá —respondio Sasuke tomando de la mano a Naruto para caminar a su lado, tomando el camino de la derecha.

Estuvieron aproximadamente caminando durante 10 minutos, hasta que Sasuke se detuvo frente a un árbol grande en el centro del bosque.

—¿Mn?, ¿Que paso, por qué nos detenemos? —pregunto Naruto.

—Queria que vieras este árbol, cuando Itachi y yo éramos niños nuestros padres nos trajeron aquí para enseñarnos esto —respondio Sasuke dando unos pasos al frente, soltando la mano de Naruto, para estar más cerca del árbol para luego señalar un lugar en específico dónde habían unas iniciales.

F & M

Esas eran las palabras en el árbol.

—Oh, ya veo.

—¿Quieres escribir tu nombre?

—Claro, no se van a enojar, ¿verdad?

—No, no lo harán.

Por supuesto que no se molestarían, después de todo recordaba las palabras de su papá al decir que cuando encontrarán a su persona especial podrían venir aquí y tallar sus nombres.