Violentometro || Jason the Toymaker

(❗) Culpabilizar

Había pasado demasiado tiempo desde aquel ataque de celos Eva creía que las cosas habían mejorado, pero "Oh, que mal estaba". Eva decidió salir en aquel bosque ya que Jason la había llevado con él para que ella estuviera con él todo el tiempo, entonces nuevamente se encontró por azares del destino con aquel castaño de googles anaranjados.

"Ticci Toby".

Al solo verla Toby comenzó con los Tics era gracioso, pero él parecía algo, embelesado con la chica.

Ella quería saludar pero para no hacer enojar a su novio se dió la vuelta y siguió su camino.

Como un acto reflejo el chico castaño la siguió.

—¿Te hice algo Eva? —preguntó.

—… No, solo que a Jason… —ella hablo y callo de inmediato.

—Jason puede besar mi maldito trasero ¿Tú… Tú estás enojada conmigo? —insistió  poniéndose frente a ella.

Ella respiro profundo y negó.

—¿Entonces por qué no podemos ser amigos enana? —le dijo y en vez de enojarse por haber sido llamada enana comenzó a reír.

—¿Quieres ser mi amigo? —puso su mano sobre su hombro.

Él asintio haciendo un pequeño puchero.

—¿Eso es gracioso o te burlas de mí? —pregunta Toby, a los ojos de Eva Toby era como un niño pequeño tan tierno, aunque desconocía bastante de su historia.

—Oh, no es que mi papá me decía enana y me gusto escuchar… lo de nuevo —su mirada se volvió algo nostálgica y Toby acarició su pequeño rostro —lo siento, debes pensar que soy una tonta, pero extraño a mis padres.

—¿Y por qué no vuelves con ellos?

Ella agachó la cabeza y luego subió la mirada encontrándose con los ojos curiosos color avellana de Toby, a lo que ella solo se encogió de hombros.

—Si yo tuviera la oportunidad volvería con mi madre —le dijo Toby.

Ella le sonrió.

—Jason… Jason no debería importarte más que tus padres, se que no lo ves de esa manera pero él es un monstruo —el castaño estaba genuinamente preocupado por Eva.

—No, no es un monstruo deberías ver lo talentoso y atento que es, no lo conoces lo suficiente… —dijo Eva, ella en serio veía a Jason como un ángel.

—Pídele que te muestre sus muñecas —se mordió los labios, la había cagado.

Unos momentos después Toby se fue dejando sola a la chica quien al dar la vuelta se encontró con el que era su pareja, podía su cambio, sus hermosos ojos ámbar eran verdes y se veía algo molesto, furioso a decir verdad.

—Jay... —exclamo Eva con claro miedo, su voz temblaba y su corazón estaba acelerado.

—Creí haberte pedido que te alejaras de ese imbécil ¿No? —le dijo tomando su carita entre sus manos.

—S-Sí, solo fue una conversación cordial —se defendió sintiendo que las uñas de Jason comenzaban a penetrar su piel.

—¿Qué te dijo...? —ella abrió la boca par aasegurarle que nada —¿Que te mostrará mis muñecas, no es así? ¿Me equivoco?

—Jason...

Una sonrisa siniestra se dibujo en sus labios y con fuerza tiro del brazo de la menor que lo seguía, aunque más bien intentaba ya parecía que la arratraba.

Finalmente la llevo al lugar, había muchas muñecas, eran interesantes debía admitir, pero había algo que la ponía de nervios, como si la mirarán.

—Esto es lo que Ti-Ti-Ticci Toby quería que vieras... ¿Sabes por qué? —preguntó y ella vio cambiar el lindo pelo rojo de Jason a uno completamente blanco.

Eva negó sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas contenidas, sentía tanto miedo.

—Estas muñecas eran unas estúpidas y tienen la culpa... cómo tú —la miro y por su vida ella hubiera jurado que él la mataría si no es que...

—Lo sé, perdóname no volverá a pasar. Lo juró me portaré bien Jason —ella estaba apunto de llorar mientras lo abrazaba.

Su furia comenzó a disminuir y su cuerpo volvió a la normalidad.

—¿Eres consciente de que tengo que repararte? —le preguntó.

Y ella asintio.

—Sí, pero dame otra oportunidad —suplicó.

Él respiro con pesadez y abrió la puerta para decirle a Eva que estaba bien, pero que se quedaría ahí a dormir para pensar en lo que hizo.

Jason la dejo encerrada, mientras la pobre Eva lloro toda la noche y se disculpó con aquellas muñecas ¿Por qué? Ni ella misma lo sabía.