Violentometro || Jason the Toymaker

( ‼️‼️ ) Golpear "jugando"

Esto dolía, estar con alguien a quien no se ama dolía muchísimo y más cuando esté era un abusador.

Eva decidió darle la oportunidad la juguetero y ambos salieron al parque, ella respiraba profundo el olor de aquel lugar, le encantaba como olía a las flores y ver lindos perros correr junto a sus amos, por su parte Jason se reía ante la imagen mental que tenía de Eva, Eva era más un perro que una humana.

Entonces Ella preparo un lugar en el cual harían un picnic, Jason solo la veía y divagaba.

Ella había hecho cosas realmente molestas y nunca fue conocido por dejar que las insesantes súplicas lo ablandarán, pero que hacía tan diferente a Eva. 

Adoraba su calidez y que de todas a las chicas a las que había elegido era quién se preocupaba por él, lo cuidaba y no solo le daba atención, sino amor incondicional. 

Además que a pesar de nunca haber sido un hombre que estuviera pendiente de lo sexual, a ella la deseaba con demasiada locura.

Pasaron minutos y Eva no paraba de hablarle de cosas que él ni siquiera entendía, la música que Eva escuchaba le parecía patética pero Eva hablando de ello era algo encantador.

Él se apresuró y aparto uno de los mechones de su cabello y le beso con ternura.

Eva sintió demasiado extraño, ya que la última vez las cosas no habían salido así, el pelirrojo se apartó y ella lo miro con un sonrojo. ¿A qué se debía eso? No lo sabía.

Jason siempre creyó o mejor dicho supo que no amaba a Eva, jamás se lo dijo en realidad ya que para él solo quería su atención y la obtenía siendo solo su amigo, pero después de separarse de sus labios, lo supo.

"La amo", pensó.

—Jason... —sus mejillas ardieron —Eso fue inesperado, tú no eres así... —la beso de nuevo.

—Te amo Eva, perdóname por todo lo que te he hecho —recargo su cabeza en su cuello comenzando a llorar.

—Yo... Jay... 

—Sé que no merezco tu amor ni tú perdón, pero...

Eva lo abrazo profundamente y le dijo: 

—Empecemos de cero Jason —su sonrisa inocente lo lleno de calidez.

Finalmente ambos volvieron a casa y él solo podía pensar en una cosa.

"Debo dejarla ir".

Al llegar Jason se sintió demasiado mal y se le ocurrió nalguear a Eva, quién se sintió avergonzada y le pidio que no lo hiciera porque no le gusta. Pero el respondió en tono burlón diciendo:

—No fue tan malo Eva, todo está bien, soy tu novio —le dió otra nalgada.

—Sí... —dijo sin estar segura —solo es un juego...

—¿Está bien, verdad?

NO, NO ESTA BIEN.

—Sí Jay, está bien —asintió la menor pero algo dentro de ella le avisaba que esto solo se pondría peor.