💔8 La gran pérdida

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Hay muchas teorías sobre la vida y la muerte, ambas están unidas, enlazadas, no pudiendo concebir la vida sin muerte, pero tampoco la muerte sin vida... son dos eternas compañeras que dependen la una de la otra, y que sin su otra parte no tendrían ningún sentido.

Se habla mucho sobre la muerte, y todas las palabras utilizadas para hablar de ella le otorgan una tremenda importancia. En cambio, se habla poco de la vida, que tendría que ser la más importante, incluso se habla poco del nacimiento, de cuando una nueva alma llega al mundo.

Hay una teoría algo espeluznante, pero a la vez fascinante que muchos conocen, a July le llamaba enormemente la atención. Su abuelo se la contó un día, fue justo cuatro días antes de que muriese.

El viento intenso, violento y helado azotaba los cristales de las largas ventanas de la habitación, allí reinaba una enorme paz difícil de explicar porque era algo que solamente podía sentirse. Suele decirse que cuando un alma está a punto de marcharse, a su alrededor aparece una paz grandiosa que lo inunda todo, y Julio podía sentirla. Su abuelo y todo su alrededor trasmitían calma y luz, como si el dolor hubiera dejado por fin de tener poder sobre su cuerpo.

_Sé que me queda poco _ le dijo su abuelo con sinceridad mirándola a los ojos. Él lo sabía, estaba seguro, lo sentía, cuando dormía casi podía notar como su espíritu estaba a punto de salirse de su cuerpo, y solo intentaba retenerlo allí un poco más y seguir arrastrando su sufrimiento en aquel mundo por ella, para no dejarla sola.

_No digas eso abuelo, te pondrás bien _dijo Julio, y una lágrima resbaló por una de sus mejillas y desapareció hundiéndose en su jersey marrón de lana.

_No July, me gustaría decirte que sí. Pero sé que no será así _dijo serio, quería ser franco con ella, él sabía que lo necesitaba, pero, aunque ella no lo creyera sabía que era fuerte y que podría seguir adelante.

Hay muchas teorías sobre la vida y la muerte, ambas están unidas, enlazadas, no pudiendo concebir la vida sin muerte, pero tampoco la muerte sin vida... son dos eternas compañeras que dependen la una de la otra, y que sin su otra parte no tendrían ningún sentido.

Se habla mucho sobre la muerte, y todas las palabras utilizadas para hablar de ella le otorgan una tremenda importancia. En cambio, se habla poco de la vida, que tendría que ser la más importante, incluso se habla poco del nacimiento, de cuando una nueva alma llega al mundo.

Hay una teoría algo espeluznante, pero a la vez fascinante que muchos conocen, a July le llamaba enormemente la atención. Su abuelo se la contó un día, fue justo cuatro días antes de que muriese.

El viento intenso, violento y helado azotaba los cristales de las largas ventanas de la habitación, allí reinaba una enorme paz difícil de explicar porque era algo que solamente podía sentirse. Suele decirse que cuando un alma está a punto de marcharse, a su alrededor aparece una paz grandiosa que lo inunda todo, y Julio podía sentirla. Su abuelo y todo su alrededor trasmitían calma y luz, como si el dolor hubiera dejado por fin de tener poder sobre su cuerpo.

_Sé que me queda poco _ le dijo su abuelo con sinceridad mirándola a los ojos. Él lo sabía, estaba seguro, lo sentía, cuando dormía casi podía notar como su espíritu estaba a punto de salirse de su cuerpo, y solo intentaba retenerlo allí un poco más y seguir arrastrando su sufrimiento en aquel mundo por ella, para no dejarla sola.

_No digas eso abuelo, te pondrás bien _dijo Julio, y una lágrima resbaló por una de sus mejillas y desapareció hundiéndose en su jersey marrón de lana.

_No July, me gustaría decirte que sí. Pero sé que no será así _dijo serio, quería ser franco con ella, él sabía que lo necesitaba, pero, aunque ella no lo creyera sabía que era fuerte y que podría seguir adelante.

_ ¿Y qué voy a hacer sin ti? No me dejes sola, mi vida no tiene ningún sentido si no estás tú _dijo llorando, le cogió la mano y se la puso en la cara, estaba tan triste, casi no podía pensar, solamente deseaba poder morir ella también y desaparecer de ese lugar horrible al que llamaban mundo.

_ No, tú vida tiene mucho sentido, tu felicidad no depende de nadie ¿Lo entiendes? _ le dijo con seriedad _ atiende bien a lo que voy a decirte pequeña, la felicidad únicamente depende de uno mismo, y tú siempre podrás con todo y superarás cualquier situación a pesar de las circunstancias. Nunca seas víctima de las circunstancias, no te acojas a ellas para justificar que no puedes alcanzar tus sueños. La gente fuerte es capaz de sobreponerse al entorno por muy hostil y devastador que sea... y tú eres fuerte, yo creo en ti y lo único que necesitas para continuar tu camino es también creer en ti misma.

July escuchó con atención aquellas palabras y se prometió a si misma que jamás las olvidaría.

_Tú conseguirás sola lo que te propongas.

Sus ojos eran claros y trasmitían miles de conocimientos almacenados de toda una vida llena de experiencias, de momentos horribles y de momentos maravillosos, de sonrisas, alegrías y tristezas, y en vez de una opinión, sus palabras parecían una afirmación que la tranquilizaba, porque para ella su abuelo nunca se equivocaba.

_ ¿No tienes miedo? _preguntó de repente, esa duda le rondaba por la cabeza y le preocupaba, imaginar que su abuelo pudiera estar asustado le producía un profundo dolor en el pecho.

_ ¿De qué? ¿De morir?

_Sí...

Él sonrió enseguida y la miró fijamente a los ojos, tenía esa clase de mirada que pone totalmente al descubierto el interior, era verdadera y trasparente.

_No. Estoy tan cansado que incluso lo necesito con todas mis fuerzas. _Dijo mirando al frente, la puerta de la habitación estaba cerrada, el lugar era espacioso, las paredes blancas, la cama ancha con sábanas también claras, y justo al lado la mecedora en la que estaba sentada July era de color rosado. Aquello ya parecía el cielo y era muy extraño.

_ ¿Por qué debería tener miedo?, si no hay nada más después de la muerte desapareceré de este mundo sin dejar rastro. Y en el caso de que haya algo, o será mucho mejor que la propia vida o ni siquiera me daré cuenta.

_ ¿Qué quieres decir?

_Dicen que cuando mueres ves un túnel largo y muy lejos una luz brillante...

_Sí, eso es prácticamente una leyenda urbana.

_Pues también hay otra que dice que eso no es el final o lo que separa este mundo del espiritual.

_ ¿A no?

_No, también se dice que esa luz marca de nuevo el principio, que vuelves a vivir la misma vida otra vez. Esto explicaría que los bebés lloren al nacer, porque por un fugaz instante el alma recordaría todo lo ya vivido y lo que está destinada a revivir de nuevo, visualizando los momentos felices, pero también los que le hicieron sufrir. Por eso los recién nacidos sentirían esa enorme tristeza que ocasionaría que rompieran a llorar, pero luego lo olvidarían todo rápidamente, para siempre.

Con miedo no hay libertad💔 ( Se va a mejorar, No LEER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora