Con miedo no hay libertad💔 ( Se va a mejorar, No LEER)

💔19 Sentimientos

El rencor no sirve para nada, July sabía que no valía la pena que permaneciera en su interior por demasiado tiempo más. Lo mejor era olvidarlo todo, a Eloy y también lo que había ocurrido con Yoel, así sería más fácil. Estar enfadada era doloroso, incluso estar enfadada con ella misma u odiar cada día a su madre. Solo quería acabar con los problemas, y creía que si dejaba de pensar en ellos y se esforzaba por sonreír lo malo acabaría desapareciendo.

Y fue extraño, pero con el intenso frío y el silencio en su casa y también en su cabeza, poco a poco todo comenzó a ir mejor. Un día pensó que su vida podría cambiar si de verdad lo deseaba.

Su madre no estaba desde que había vuelto, así que la casa estaba limpia y completamente recogida, aunque ella estaba sola como de costumbre. Empezó a pasar los días en la biblioteca y las tardes por la ciudad, apenas pasaba por su casa, solamente para dormir. Allí se sentía muy vulnerable, no sabía si tenía más miedo de sentirse sola o de que su madre apareciera con algún nuevo novio horrible. En realidad, si tenía que decidir, prefería estar así, sola.

_Hacía tiempo que no nos veíamos ¿Dónde te has metido?

Hanna y ella se habían encontrado esa tarde helada en las canchas, solo estaban ellas dos, parecía que el frío era el causante de que la gente no se atreviese a ir por allí.

_Necesitaba alejarme un poco.

Hanna la miró a los ojos como si la entendiera perfectamente y hubo un momento de silencio entre ambas.

_A veces viene bien distanciarse de todo.

_Sí, pero siempre hay que volver a la realidad. Algún día hay que regresar _dijo seria y a la vez sarcástica.

Las dos se miraron, estaban sentadas en el segundo escalón de las gradas, July estaba encogida con las rodillas dobladas y rodeándose las piernas con los brazos.

_Si vuelves es porque en el fondo sabes que es lo mejor para ti.

_Sí, ya lo sé. No me gusta abandonar _dijo July sonriendo.

_Yo también he soñado muchas veces que me iba para siempre.

July se quedó callada sin comprender por qué Hanna querría irse y no volver.

_ A veces la vida puede resultar difícil. Incluso para gente como yo.

_ ¿Gente como tú?

_Sí, sé que estás pensando que no debería quejarme, es decir, mi familia tiene dinero, pero te aseguro que no es oro todo lo que reluce.

July se quedó callada, las dos habían sido amigas durante años, pero Hanna nunca se había abierto a ella de esa manera. Y si lo hacía era porque sabía que July podía entender verdaderamente como se sentía.

_ Muchas veces me siento muy sola, bueno... en realidad lo estoy siempre.

_ ¿Por qué? _preguntó July bajito, quería saber lo que le preocupaba a su amiga. Nunca había hablado así con nadie, por una vez se dio cuenta de que ella no era la única que tenía problemas y se sentía tremendamente desgraciada. Y eso en cierto modo la ayudaba.

_ Mis padres no suelen estar en casa, siempre están de viaje por sus trabajos. Desde los trece años solamente se han preocupado de dejarme una nota en la nevera y dinero en la mesita de su dormitorio, en el que hay dos camas porque hace años que ni siquiera duermen en la misma.

Hizo una pausa y miró algo triste a las canchas vacías.

_Ni siquiera se quieren, los dos están con otras personas, aunque ninguno dice nada. Es todo una farsa, y yo estoy en lo alto del triángulo. Más bien soy la hija que les estorba, fruto de un matrimonio infeliz. Cuándo me miran veo indiferencia.