Con miedo no hay libertad💔 ( Se va a mejorar, No LEER)

💔16 Arrepentimientos

_Es una bonita casa ¿Seguro que no hay nadie? _le preguntó Yoel. Había pasado una semana y Laura no había parado de llamarlo hasta que por fin había accedido a quedar con ella.

_No, nunca hay nadie _dijo sonriente_ suelo estar siempre sola.

_Ah _dijo sin más, sabía perfectamente para que se habían encontrado, y era sencillamente para entretenerse de nuevo juntos. Él estaba acostumbrado a esa clase de relaciones, y en realidad Laura también porque solía hacer lo mismo con cada hombre que captaba su interés.

Yoel solamente había mantenido encuentros esporádicos de una noche o de varios días, el único fin era la satisfacción sexual, intentando siempre que no hubiese ningún tipo de sentimiento de por medio. Por eso cuando vio a July por primera vez sonrió, y al mismo tiempo se asustó. Ella accionó algo dentro de él que nunca antes había sentido... pero no quería pensar en ella, era más fácil olvidarla, así no habría complicaciones. Estaba seguro de que era mucho mejor jugar a aquel juego que sentir algo especial por alguien, porque era demasiado doloroso cuando no salía bien.

_ ¿Vas a enseñarme la casa? _preguntó Yoel con voz sugerente.

Laura se acercó a él y se quitó el abrigo que llevaba de piel marrón, que cayó sobre el suelo, descubriendo un bonito vestido negro ajustado de manga larga que parecía bastante caro como todo lo que había en aquella casa, menos ella.

_La verdad es que solo me apetece enseñarte mi habitación _dijo juguetona mordiéndose el dedo índice de su mano derecha.

Yoel levantó una ceja, Laura era siempre demasiado directa, aunque él nunca se había quedado atrás. Si ella quería entretenerse con él, él se entretendría con ella, así podría conseguir sacarse a July de la cabeza. O por lo menos eso pensaba.

_No hace falta, lo haremos aquí mismo _dijo serio y la agarró del trasero elevándola sobre él, Laura soltó un suspiro y le rodeó rápidamente la cintura con las piernas.

Se besaron intensamente, sus lenguas se encontraban ansiosas de jugar al mismo juego.

Abrió la puerta con cristalera de al lado de la entrada y la llevó a un enorme salón, había dos sofás blancos larguísimos y enseguida tumbó a Laura sobre uno de ellos. Luego se quitó el jersey negro y la camiseta blanca de tirantes que llevaba en un segundo, dejando al descubierto su esplendoroso torso.

Laura fue directamente a los vaqueros, cogió su cinturón con ambas manos para abrirlo y enseguida también bajó la cremallera. Yoel se tumbó sobre ella y empezó a besarla, todo sucedía tan rápido que a Laura se le expandió por la cara el color rojo del carmín de sus labios. Luego él la besó por el cuello algo más despacio mientras desabrochaba todos los botones de su vestido, ya le empezaba a costar respirar, nadie había conseguido nunca que se sintiera así, Yoel la excitaba con apenas tocarla.

Después de dos minutos ya estaban prácticamente desnudos, Laura solo llevaba encima unos shorts apretados de encaje blanco, Yoel introdujo sus manos por ellos y la besó más suavemente. Podía sentir la respiración pausada de él en su oreja, en cambio, ella cada vez respiraba más deprisa y se estremecía totalmente enloquecida bajo el poder de Yoel.

_Para, para _dijo casi en un susurro y Yoel dejó de acariciarla por unos breves instantes.

_ ¿Por qué? _le susurró al oído.

_No puedo aguantar, si sigues vas acabar conmigo antes de empezar.

Yoel se separó de ella un poco y la miró, los ojos de Laura irradiaban deseo, siempre había sido bueno en la cama, para él aquello era únicamente un juego y le encantaba divertirse. Sonrió observándola y Laura lo miró algo confusa.