vecinos

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Recién había llegado a mi casita, mi mami estaba en el living porque le habían dado libre hoy. Me fui a acostar a hacer nada como siempre, pero me sorprendió cuando escuché ruidos y niños jugando desde la pared que daba con la casa de mis vecinos. Digo que me sorprendió porque mis vecinos son puros viejitos, la casa parece asilo ya, y sus hijos están hechos todos unos viejos culiaos. ¿A lo mejor lo estaba alucinando? No creo. Partí rajao a preguntarle a mi mamita que se las sabía todas porque tenía una amiga en el negocio más copuchenta que la chucha.

— Mami, ¿qué onda los vecinos?

— Ah sí, no te conté —me dijo y me miró con una sonrisa—, por fin compraron la casa de al lado, una familia con hartos niños. Menos mal, para que traigan alegría al barrio.

¿Cómo que por fin la habían comprado? ¿Hace cuanto que estaba esa casa sola?

— ¿Y hace cuanto que no están los vecinos? —pregunté, tan sapo como siempre.

— Hace como tres meses.

Chuta, ahí me di cuenta que me penaban cuando despertaba misteriosamente a las tres de la mañana y escuchaba a los abuelitos hablar.

Terminé de cahuinear con mi mami y me fui a mi pieza a hablar un rato con el rucio, ahí le conté sobre mis nuevos vecinos. Yo creo que hubiéramos hablado todo el día sí no fuera porque mi mamita me gritó pa pedirme algo.

— ¡Jisung! Acompáñame a saludar a los vecinos nuevos.

—  ¡Ya voy! —le grité de vuelta—, pucha rucio, me tengo que ir.

— Ya chanchito, anda nomas —dijo al otro lado de la línea—, mándale saludos a mi suegra.

Yo me puse más rojo que la cresta cuando me dijo eso, le corté después de decirle que lo quería y salí de mi pieza para acompañar a mi mami.

— ¿Con quien hablabai tanto? —me preguntó, qué sapa—, mírate, estai rojo.

Yo me toqué las mejillas y me di cuenta que estaba más caliente que el sol.

— Es que tengo calor.

Le dije y me hizo una cara de que no me creía, así achinando los ojos y mirándome fijamente, me daba wiwi de repente.

•••

Ya estábamos en la puerta de los vecinos esperando a que nos abrieran. Mi mami les había comprado un queque, más linda. Nos abrió un tipo como de mi edad con el pelo negro, estaba como medio desorientao, pa mi que estaba durmiendo.

— ¡Hola! —saludó mi mamá— somos sus vecinos, mire, les traje esto para que tomen oncecita.

Le entregó el queque y una señora gritó desde adentro, yo creo que era su mamá.

— ¡Renjun, déjalos pasar!

El tal Renjun se hizo a un lado y mi mamá entró mirando todos los rincones de la casa, a mi me había dado vergüenza.

— ¡Hola! —saludó la señora que había gritado antes— gracias por la bienvenida, lo apreciamos mucho.

— Ay no hay de qué vecina, siempre vamos a estar aquí para ustedes.

Después de eso estuvieron harto rato hablando como sí se conocieran de toda la vida, yo estaba sentado al lado del loquito que nos abrió la puerta.

Había un silencio muy incómodo entre los dos, y como yo no le tengo miedo al éxito decidí hablarle.

— Hola, me llamo Jisung, ¿y tú? —yo ya sabía cómo se llamaba, pero era para sacarle conversa.

— Renjun —me dijo estirando la mano—, es un gusto.

Le estreché la mano como todo un caballero y vi cómo sonreía.

— Sí estai muy solito algún día podi pasarte por mi casa —le dije—, ahí te presento a mis amigos.

— ¡Dale! —habló terrible emocionao jjj era tierno.

— Mira, sí no teni na que hacer ahora podemos ir a la plaza mientras que nuestras mamis cahuinean.

Asintió noma y yo partí a pedirle permiso a mi mamita, me dijo que bueno altiro y salimos de su casa.

•••

Estábamos sentados en el pastito debajo de un árbol. Hablamos harto en el camino y me di cuenta que el Renjun a pesar de ser tímido era terrible simpático y tierniwis.

— ¿Y en qué colegio vai? —yo le respondí y me miró así Ö—, oi, yo tambien voy en ese, mañana es mi primer día.

— ¡Bacán! Nos podemos ir juntos en la mañana.

— Dale, podríamos despertarnos más temprano y tomar desayuno como las viejitas.

A mi me pareció una excelente idea y le dije de una que bueno, hasta habíamos planeado el desayuno de mañana: pan con huevo revuelto y tecito.

Se hizo tarde y cada uno partió pa su casa, total vivíamos al lado.

— Mañana nos vemos —me dijo y yo me despedí con la manito pa después entrar a mi casa.

Revisé mi teléfono y tenía algunos mensajes del rucio y caleta llamadas perdidas del Jaemin y del Jeno, ¿qué habría pasado?

•••

oliwis, sí, publiqué este cap dos veces porque olvidé poner la nota JDNDKNALS

lo que pasa es que estoy vendiendo unos álbumes de nct a 20.000 pesos cada uno (reload, neo zone, neo zone the final round) puedo entregarlo en cualquier estación de metro sí son de stgo y hago envío a regiones. si conocen a alguien que les interesen pásenle mi contacto que es @/chenlegatiito en ig, ahí está toda la información <3

yeta | chenji chilensisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora