Me tenían que estar webeando.
Cuando iba entrando al liceo escuché esa risa de delfín de nuevo junto con otras voces, era imposible que el culiao que se me vio caer en la escalera del metro fuera al mismo liceo que yo, era yeta, pero esperaba no serlo tanto.
Lo ignoré y me fui a mi sala, me tocaba en el tercer piso y ya no hacia ni el intento de apurarme por miedo a volver a sacarme la cresta. Entré mas cansado que la chucha, pa mi suerte el profe aun no había llegado, a pesar de ser ya las ocho y cuarto. Me fui a sentar y me saqué los audífonos. Después de un rato entró un loco rucio a la sala, me miró y como que me sonrió y yo no entendí niuna.
•••
Habían tocado la campana pa salir a recreo, el rucio que les conté se acercó a mi y apoyó las manos en mi mesa, yo lo quede mirando noma.
— Hola —me saludó, y antes de que pudiera responderle volvió a hablar—, oye, ¿de casualidad tu no eris el mino que se cayó de las escaleras del metro?
Conchetumare, así que realmente era él. Le dije que si con la cabeza y me puse mas rojo que poto e mono. El rucio se largó a reír con esa risa de delfín que nunca olvidaría. Tiro la cabeza pa atrás mientras seguía riéndose y yo estaba medio preocupado de que le fuera a dar un ataque.
Me levanté de la silla y me fui mientras él se seguía riendo, sentía toda mi dignidad pisoteada.
— Oye, nopo, espérame —sentí que me gritaba, no me di vuelta y seguí caminando.
A los segundos el rucio estaba al lado mío, como chucha había llegado tan rápido? Era Usain Bolt este cabro.
— Pucha, perdóname —me dijo aguantándose la risa—, es que te caíste muy chistoso.
Ya si igual era verdad, aparte de toda la vergüenza que pasé en ese momento ahora que me acordaba me daba risa.
— Ya oh, si ta bien.—dije y le sonreí.
Comenzamos a caminar juntos pa ir al patio.
•••
En esos veinte minutos de recreo descubrí que tenía mucho en común con el rucio que por cierto se llamaba Chenle.
A las doce tocaron una campana culia desde la iglesia, porque sí, iba a colegio católico como todo un niño bueno. Me asusté más que la puta, pensé que iba a quedar pegao al techo con el tremendo salto que pegué. Por otro lado, el rucio solo se reía de mí.
— Es la campana pa ir a rezar —me explicó—, no es siempre así, pero estamos en un mes importante o no sé qué chucha, nunca voy a religión.
Yo estaba que me cagaba, por más que creyera en el tatita dios no me sabía ningún rezo, con cuea me sabía el ángel de la guarda que me enseñó mi abuela cuando era chico. ¿Qué iba a hacer sin saberme niuna wea? ¿Me irían a anotar? Ayúdame Princesita Alba.
— Oye —me dijo el Chenle mientras yo pensaba qué chucha hacer—, Jisung —me habló un poco más fuerte y ahí me despabilé— ¿y si nos vamos a esconder al baño? —me preguntó y yo quedé plop, ¿cómo podía el rucio hacer esas maldades?
La pensé harto rato, pensé que si nos pillaban le iban a decir a mi mamita y eso me daba cuco, tanto así que me dolía la watita como si me fuera a tirar un peo. Después caché que no era del miedo, realmente quería tirármelo.
— Ya dale, vamos—le dije de una, seria un dos por uno, no iría a rezar y de paso iría al baño.
Me agarró de la mano y partimos corriendo. Nos encerramos en el mismo baño y yo no sabía cómo decirle que estaba que me cagaba.
— Oye, Chen-
Me tapó la boca, no había escuchao que había entrado alguien al baño. Seguro que nos estaban buscando, hasta acá llegué, mi mamita me iba a sacar la chucha.
Después de unos segundos, parece que la tía que nos fue a buscar se estaba yendo, y ahí sucedió la tragedia...
El peo más largo y sonoro que me habia tirado en mi vida salió de mi poto. El rucio me quedó mirando con los medios ojos y mordiéndose el labio pa no cagarse de la risa, aunque yo estaba seguro de que ya nos habían pillado.
— Salgan de ahí cabros de miercale —nos dijo la tía que nos había ido a buscar. No tuvimos más opción que rendirnos, así que salimos y nos llevaron a inspectoría.
•••
— ¿Pero no le va a decir a mi mamá? —le pregunté como por tercera vez al director, de más que estaba chato.
— No Park, no le vamos a decir a tu mamá.
— ¿Me lo promete? —entrecerré los ojos y escuché al Chenle reírse.
— Te lo prometo —dijo pasándose una mano por la pelá, ¿era mi idea o todos los directores eran pelados? —. Váyanse ya y no lo hagan nunca más.
Yo le asentí con la cabeza hartas veces, tanto que me llegué a marear.
Salimos con el rucio pa caminar hasta la sala, recién ahí me acordé del peo.
— Oye Chenle —le dije como medio avergonzado, nya—, no le digai a nadie del peo, porfa.
Él se rió noma.
— Ya oh, no te preocupí que tu secreto está a salvo conmigo.
Nos reímos, yo más de vergüenza que de gracia. La risa del Chenle me estaba comenzando a gustar, era contagiosa, y él era muy lindo... ¿Qué?
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yeta | chenji chilensis
FanficDonde Jisung era un culiao yeta y al Chenle le encantaba reirse de la desgracia ajena. ✓ Pareja principal : Chenji / Chensung ✓ Chilensis