tobesi

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Estaba sentado en el pasto intentando hacer la guía que me había pasado la profe de inglés. No cachaba niuna y era mi única oportunidad pa subir la nota. Yapo Jisung, piensa.

Después de un rato sentí que me abrazaban por detrás, y yo como siempre, me cagué del susto.

— ¡Conchetumare! —exclamó el príncipe, ah casi jjj.

— Hola —me dijo el rucio, me había asustado más que la cresta el culiao.

— Hola —le respondí yo con una mano en el corazón todavía, por poco no me daba un patatús.

— ¿Qué estai haciendo? —dijo sapeando la hoja que tenía en la mano.

— Na, una guía de inglés —le dije con care pena al acordarme de mí 2.7–. No cacho niuna y me fue como el hoyo.

Él se sentó al lado mío y apoyó su cabeza en mi hombro mientras miraba la guía, ay que me gustaba cuando hacía eso.

— Yo te puedo ayudar sí queri —sonrió—, pero teni que pagarme con algo.

Yo me sentí como Camilo en la mayoría de sus canciones; porque no tengo ni un peso.

— Pero rucio, sí sabi que soy más pobre que las ratas.

— ¿Y quién dijo que teni que pagarme con plata? —dijo acercándose a mi, todavía sonriendo, ay conchetumare, sentía que se me revolvían todos los intestinos.

Y de ahí todo paso muy rápido.

El Chenle me agarró de la corbata y me acercó a él pa después chantarme el sendo calugazo, yo quedé loco.

Cuando se separó yo quedé con ganas de más, pero mi cerebro no funcionaba bien en ese momento.

— Ya, pasa pa acá. —dijo quitándome la guía, yo todavía estaba en otra.

Comenzó a responder terrible rápido, puta que era inteligente este cabro, las tenía todas, por eso me gustaba... ¿Ke?

Caché que el Mark y el otro loco moreno nos estaban mirando, yo de puro pesao que soy hice una maldad.

— Rucio. —lo llamé y me miró altoque con esos ojitos tan lindos que tiene.

Le chanté un tobesi y me separé pa puro mirar la reacción de los dos sapos. Estaban mirándonos con las medias pepas, yo estaba que me reía hasta que el Chenle me tomó por la nuca y me volvió a acercar a él.

— Oye nopo —me dijo con su cara súper cerca de la mía, de nuevo me puse nervioso, nya —, si nos vamos a comer hagámoslo bien.

Ay conchetumare, sentí esas mariposas en el estómago, ahora estaba seguro de que no era un peo. Y ahí partimos mierda, por poco no le como hasta el espíritu.

Nos separamos pa tomar aire y caché que los minos de antes se habían ido.

— Puta que eri lindo rucio. —se me salió y me puse colorao.

Me dio un piquito y se rió.

Tocaron la campana pa volver a las salas y nos levantamos, me entregó la guía y me tomó de la manito, pucha que era lindo.

•••

oliwis, de nuevo capítulo medio corto tot ojalá les guste, ya más rato iré a actualizar de nuevo. gracias por sus votos y comentarios, muak.

yeta | chenji chilensisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora