10. La rata canija y molesta.

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- No tan rápido.- Dijo Flotch empujando a Hange hacia la habitación y encerrándonos dentro.- Enseguida llegarán para esposarlos y llevárselos a los calabozos.
- Mierda.- Dije levantándome.
- TN acuéstate.- Dijo Hange asustada.- Los golpes de Levi son

La puerta cayó al suelo dejándonos ver al Ackerman.

- No me jodas que está la imbécil.
- Yo...-miré a Erwin.
- No hay tiempo de hablar, hay que salir de aquí por la trasera. Rápido.- Dijo Erwin agarrándome de la muñeca y corriendo.

El piso estaba libre de Jaegeristas. Y cualquiera que cruzara nuestro camino, Levi se encargaba personalmente.

Conseguimos salir por la trasera y agarramos algunos caballos, con los que salimos por Mitras, intentando que nadie sospechara de lo que estaba pasando ahí dentro.

- Hange, Levi.- Los llamó Erwin.- Eren debe de estar cerca si los Jaegeristas han tomado la base, querrá reunirse con Zeke.

Yo estaba entré él y la cabeza del caballo debido a la debilidad que tenía por los golpes.

- ¿Qué nos quieres decir con eso?- Preguntó confuso el pelinegro.
- Me refiero a que todos dentro de la base de Mitras se encuentran ahora mismo aprisionados. Debemos huir al bosque, si el plan de Eren es llegar hasta Zeke, el bosque es el sitio más seguro para prepararnos para el retumbar.- Explicó.
- ¿Y los demás? ¿Como sabrán que estamos aquí?- preguntó Hange.
- Hice un plan con Arlert.

Después de eso todo fue pleno silencio. Después de estar un rato por el bosque a caballo, cayó la noche, y llegó la hora de parar a descansar. Conseguimos una zona llana al lado de un río.

- Apóyate en mí para dormir.- Me dijo el rubio sentándose en el pie de un árbol.
- Debo curarte las heridas.- Me dijo Hange.- Vayamos al interior del bosque.

Ambas caminamos hasta una zona donde no nos vieran los chicos.

- No traje muchas cosas, pero tengo gasas y alcohol para desinfectar en la mochila que tenía en tu cuarto. Levi no te ha dirigido la palabra.-me dijo.
- No creo que lo haga. Deberíais haberme dejado allí, soy un estorbo.
- Te matarían.- Me dijo mirando a los vendajes.- Creeme que ahora lo peor que nos puede pasar es que se te infecte.

Después de terminar y de estar casi desnuda enfrente de la castaña, volvimos con los chicos.

Levi cazó tres ardillas, y Erwin encendió un fuego.

- Solo he cazado tres para que la Marliana se muera de hambre.- Dijo cuando llegó.
- Ja ja, que gracioso.- Dijo Hange sarcásticamente.

Después de comer, Erwin fue a preparar la zona de dormir en la cual tendríamos que compartir por parejas.

- Tú dormirás conmigo en ese árbol.- Me explicó el rubio.- Hange en ese otro árbol, y Levi comenzará la guardia.
- Yo también debería de hacerla.- Dije timidamente.
- Tú descansarás, no puedes hacer guardias.- Añadió Levi.

Su frase me extrañó, era como si hubiera madurado en 10 minutos, ayer me pegaba una paliza por meterme con su escuadrón y hoy se preocupa por mi bienestar.

Llevábamos tres días viviendo en el bosque. Al segundo día caminando un poco, Levi y Erwin encontraron un valle cubierto por árboles con un pequeño lago. Parecía sacado de una de las novelas que me leí una noche aburrida en mi época de reclutamiento.

Me encontraba con la cabeza apoyada en el pecho de Erwin, pero seguía despierta. Su capa era bastante calentita, y aun mantenía su calor corporal. Era lo único que teníamos para taparnos.

Todo estaba en completo silencio, solo se veía la pequeña luz de un fuego que usábamos para calentarnos.

- Erwin.- Le susurré.

Ambos nos encontrábamos un poco más alejados de Hange y Levi.

- ¿Estás despierta?- Me dijo acariciando mi cabeza.
- Es que no puedo dormir.- Le dije con tristeza en la voz.

Ambos estabamos a escasos centímetros ya que mi cabeza estaba casi pegada a su cuello.

- Es normal, el retumbar se acerca.

Sus ojos brillaban con la luz del fuego a lo lejos, y por lo que podría observar en el reflejo, los míos también.

Acariciaba mi mejilla lentamente y finalmente unió nuestros labios. No fue un beso intenso, pero fue un beso. Se separó inseguro y me miró.

- Lo siento, debí haberte preguntado si podía

Antes de que acabara la frase yo le volví a besar más intensamente que la vez anterior. Me separé y le sonreí.

- No hace falta que me preguntes.- Reí en un susurro.

Al día siguiente los chicos llegaron un poco más cansados de lo que esperaba.

- ¿Que ha pasado?- Pregunté.

Ya me encontraba un poco mejor a si que me dedicaba a hacer la comida con Hange mientras Levi y Erwin iban a cazar algún animal o a pescar.

- Casi no salimos de allí, pero con la titán carguero lo conseguimos.- Explicó Jean.
- Me llamo Pieck.- Se quejó la pelinegra, la cual vino enseguida a abrazarme.- Creía que te habían encerrado.
- Estoy bien.- Le sonreí.

Todos nos instalamos, Armin y los demás lograron traer 3 tiendas de campaña, solo por si las necesitábamos.

- Los Azumabito nos esperan en el puerto.- Explicó Armin mientras cenábamos.
- Bien, esa será nuestra primera parada.- Dijo Erwin.- Cuanto antes estes segura, antes podremos comenzar la guerra.
- No, lucharé con ustedes.- Le dije delante de todos.
- No estás bien.- Dijo Hange.
- ¿Por qué no estás bien? ¿Qué ha pasado señorita Magath?- preguntó Gabi preocupada.
- Simplemente me tropecé, con una rata canija y muy molesta.- Le dije con una sonrisa sarcástica.
- Tsk.- Dijo Levi sin levantarse.
- Mañana por la mañana saldremos temprano hacia el puerto.- Dijo Erwin, a lo que todos nos fuimos a descansar.

Mi comandanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora