11. El puerto y el sexo

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- Hay un barco, pero está hasta arriba de Jaegeristas.- Dijo Erwin observando a lo lejos.
- ¿Cuantos hay?- Preguntó Hange.
- Por lo que puedo contar mínimo 30, quizás 50- Añadió Armin.
- Bien, somos 4 pelagatos al lado de todos ellos, ¿Alguien tiene un plan?- Preguntó Pieck.
- Los azumabito están dentro, siendo arrestados posiblemente, pero dudo que los saquen de ahí.- Comencé a hablar.- Podemos intentar acabar con ellos. Tenemos dos titanes cambiantes, no van a poder con eso.
- Utilizaremos a Reiner, yo arrasaría con todo y con todos.- Añadió Erwin.- Los demás correremos mientras el distrae a los jaegeristas. Armin, Pieck, ustedes entren y saquen a los Azumabito con el titán carguero.

Cuando Reiner se convirtió, Armin y Pieck esperaron un rato para introducirse en el edificio, nosotros corrimos hacia el barco. Levi y Mikasa acabaron con algunos Jaegeristas, Erwin, Hange y yo corrimos a arrancar el barco.

Cuando nos estábamos preparando para zarpar, escuchamos una explosión, a lo que Hange y yo salimos a ver mientras Erwin continuaba procesando el arranque del barco.

Había ocurrido, todo había explotado, Pieck, Armin y la señora Azumabito junto a su consejero subieron y lo último que vi fue al soldado Flotch desaparecer entre el humo de la explosión.

Todos observábamos el lugar mientras el barco se alejaba, y Erwin abrazó mi cintura.

- ¿Quien causó la explosión?- Pregunte cenando junto a los demás en el comedor del barco.
- No te va a gustar.- Dijo Pieck.
- ¿Qué?- Pregunté extrañada.- ¿A qué te refieres?
- Yo...
- Creo que es mejor que te lo digamos en otro momento.- Dijo Armin interrumpiéndola.
- Está bien...- Dije desconfiada.

Cada uno eligió una habitación, pero yo me sentía un poco mal, no sabía si decirle a Hange o a Pieck que se quedaran conmigo.

- Espera.- Me dijo Erwin abriéndome la puerta del comedor que daba al pasillo.
- No soy manca, puedo abrir las puertas.- Reí.
- Pero estás malita. ¿Quieres quedarte conmigo esta noche?- Me preguntó.- Prometo que solo es dormir, no voy a tocarte, puedes dormir en la cama y yo en el sillón que hay en la habitación.
- Elegiste la habitación presidencial del barco ¿no?- Le dediqué una sonrisa.
- Sigo siendo el comandante.- Dijo arrogantemente divertido.
- No, está bien, dormiré contigo, no hace falta que duermas en el sillón.
- Comandante.- Dijo Armin detrás de nosotros.- Los chicos vamos a beber un poco de un vino que hay en el barco, tenemos un par de botellas. Me preguntaba comandante si quería venir a celebrar que conseguimos salir de la isla con éxito.

Él me miró.

- Anda vete, pásatelo bien, yo te esperaré allí.- Le dije con una sonrisa.
- Pero estás
- Iré a buscar a Hange un rato, y a Pieck. También me lo pasaré bien.

Después de eso cada quien cogió su camino. Fui a la habitación de Hange, a la cual me encontré con Pieck sentadas en la biblioteca del barco, la cual era pequeña pero acogedora. Tenían un vinilo con musica relajante puesta y ellas se encontraban en una postura un tanto....cercana.

- Hola.- Les dije entrando.- Que extraño vosotras juntas, y...... así.- dije con el ceño fruncido con media sonrisa mirándolas desde la puerta.
- Estábamos hablando de los titanes cambiantes, los chicos nos echaron de la cocina porque iban a beber.- Dijo Hange echando la cabeza hacia atrás separándose un poco de la pelinegra.
- Si, algo así me dijeron.- Reí.

Ambas se miraron por unos segundos y me hicieron un hueco entre ellas, a lo que me senté. El ambiente era tranquilo, pero parecía que había cierta tensión.

- ¿Y como estás?-me preguntó Hange pasándome la copa a medio llenar que tenía en la mesita de al lado.

- ¿Habéis bebido?- Pregunté dándole un sorbo.
- Un poco.- Respondió.
- Pues estoy bien, ya no me duele nada, estoy totalmente recuperada.- Les dije.
- Me alegro mucho TN.

Ambas, a pesar de que bebieran un poco, no se notaban borrachas, la voz era normal, y estaban completamente conscientes.

- Hmm...está rico.- Dije dejando la copa en la mesita de nuevo.- ¿Y estabais haciendo algo antes de que entrara?- Pregunté levantando la ceja.
- Pues en realidad si.- Respondió Hange.- Nos las estabamos apunto de pasar muy bien.

Las tres estábamos demasiado cerca las unas de las otras, poco más y parecía que estabamos apunto de hacer cosas indebidas.

- ¿Si? ¿Cómo?- pregunté.
- Pues....estábamos hablando de nuestras cosas más íntimas.
- ¿Hablando? ¿O a punto de hacer cosas más íntimas?

Las tres reímos

Narra Erwin:

Estábamos bebiendo en uno de los salones del barco, era una especie de despacho, el cual tenía un par de libros y una chimenea como la que tenía mi padre en el salón cuando yo era pequeño.

Los soldados Connie, Jean y Armin se encontraban borrachos, y Levi y yo un poco también. Nadie estaba muy borracho, pero estábamos lo suficiente como  para contar nuestras intimidades.

- Y el comandante ahora tiene novia.- Dijo Jean.
- Esa mocosa asquerosa te tiene hechizado.- Dijo Levi.- ¿Ya te la follaste?

Nunca había escuchado a Levi hablar tan vulgarmente, él solía usar palabras más discretas o adjetivos despectivos hacia ese tipo de actos, el alcohol le afectaba.

- Eso no os incumbe.- Respondí.
- ¿Qué es follar?- Preguntó el pequeño Falco.
- Es la manera en la que se hacen los niños Falco.- Dijo Armin nervioso intentando evadir el tema.
- Informen al chiquillo, dentro de poco será un hombre y deberá tener una familia.- Dijo Connie.
- Tener relaciones, o follar como acaba de decir el capitán, es lo que se hace la noche de bodas para que las mujeres se queden embarazadas y tengan hijos. - Comienza a explicar Jean. - Ellas solo lo usan para eso, pero nosotros también lo usamos para divertirnos.
- ¡No le digas eso!- Dijo Armin asustado.
- El sexo es maravilloso, algún día lo probarás.- Dijo Connie palmeando su espalda.
- Lo dices como si ya hubieras tocado a una mujer.- Le reprendió Jean.
- ¿Y tú que vas a saber de mi vida?- Le gritá.
- Soldados silencio.- Dije poniendo orden.- El sexo es más que diversión. Es algo que compartes con la mujer que amas.
- El comandante tiene razón, son cosas mucho más importantes que solo diversión.- Añadió Armin.
- Creo que ya se a que se refieren.- Añadió el niño.- Una vez pillé al señor Zecke y a TN haciendo algo así, pero no parecía nada divertido.
- ¿Qué?

Mi comandanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora