Dear Hinata (Kagehina - Omegaverse)

[ 1 ]

— Es que eres tan idiota que es muy poco creíble que una persona se tome el tiempo de dejarte notas en tu casillero.

El pelinaranja no pudo evitar que su rostro se convirtiera en un claro gesto de indignación por las palabras soltadas por Tsukishima, quién claramente y por su despectivo tono de voz, reflejaba que su verdadera intención era molestar al pequeño omega.

— ¡Eso no es verdad! — Chilló Hinata, con el ceño fruncido y los mofletes inflados — ¡No soy un idiota y la nota estaba allí, lo juro!

— Ajá, ¿y si esa persona está tan interesada en ti, por qué decidió hacer su identidad anónima? — Atacó nuevamente el rubio.

Kageyama pudo notar a la perfección como la emoción de Hinata se iba desvaneciendo, hasta que sólo quedó una mueca que claramente decía decepción pura y aterrizaje a la realidad.

"Oh no, amigo, primer fallo y tremendo. Buena esa."

No era un buen momento para que esa molesta voz hiciera acto de presencia, en serio, debería visitar ayuda profesional. No imaginaba la reacción de Hinata (o de cualquier otra persona) si descubría que, en ocasiones, tenía conversaciones con él mismo.

— O simplemente es una persona que tiene miedo de que no sientas lo mismo — Opinó Sugawara, con una sonrisa angelical — , ¿no lo crees, Kageyama?

Qué

Bien, no se había preparado para que le pidieran argumentar algo. Momento donde entra en un pánico y lo peor es que debe, obligatoriamente, disimularlo.

— Suga-San tiene razón, Hinata — Acordó el azabache, intentando mantener su expresión seria y no hacer algo que delatara sus verdaderos sentimientos —. Tal vez es solo un idiota que no sabe si puedas sentir lo mismo.

" ¿Te das cuenta de qué te acabas de llamar a ti mismo idiota, no es así?"

Vale, en serio esa voz se tiene que callar.

Además, ¿por qué su Senpai le había preguntado específicamente a él? ¿Es qué no existían más personas en el gimnasio?

¡Ahora no sólo era esa extraña voz de su cabeza, sino también Suga-San! ¡Que exasperante situación!

— ¿De verdad piensas eso, Kageyama? — Preguntó Shoyo, un poco más esperanzado, con una pequeña sonrisa y un inocente rubor en sus mejillas. Ah, era tan lindo. El alfa podía pasar todo el día mirándolo y no se cansaría.

Se aclaró la garganta y sólo Asintió, logrando que aquella mínima sonrisa se extendiera aún más en su cara. Los ojos del más bajo brillaron, con una clara emoción en sus facciones y delatando lo maravillado que se encontraba con su brillante idea.

Se sentía como un ganador con solo ver la felicidad del pequeño omega.

Además, su alfa interno se agitó al oler como las feromonas de Hinata se hacían cargo de describir su estado de ánimo. Venga, quizás Kageyama llevaba un buen tiempo con un poquito de cariño al olor de Shoyo, no podía evitarlo, esa mezcla de chocolate y vainilla lo volvían loco.

Por otra parte su lado adolescente ( es decir, ese que no controlaba sus hormonas y se adueñaba de él en las noches de insomnio), no dejaba de pensar en las diferentes maneras de como podría hacer que esas feromonas salieran a flote en todo su esplendor. También, anhelaba que las suyas propias se adueñaran completamente de Hinata.

Bien, necesitaba dejar de pensar eso por la mañana.

En cambio, lo único que captó su atención fue al pelinaranja mirando con una sonrisa de oreja a oreja la nota que él mismo había pegado en su casillero, riendo suavemente e ignorando todas las burlas que Tsukishima le decía.

Kageyama no pudo evitar imitar el mismo gesto del pelinaranja al caer en cuenta que, la persona causante de esa preciosa radiante sonrisa, era él.

" Genial, el plan funcionó y existen muchas posibilidades de que te ahorres la parte donde te deprimes porque te rechazaron. Hip Hip, hurra."

Oh, vamos; por lo menos dilo con algo de emoción, demonios.

Y allí, en una discusión consigo mismo ( a la cual ya se estaba acostumbrando) y un omega lleno de felicidad a unos metros de él, Tobio pensó que nada le saldría mal.

Incluso ya tenía lista la idea para su próxima nota porque, de verdad, ¿qué era lo peor que podía pasar?

<< Veo en ti lo que Van Gogh veía en las estrellas.

Según cuentan, este pintor tenía una fascinación inmensa con las estrellas y, se decía que incluso estaba enamorado de éstas.

Exactamente, las amaba.

Admirador secreto >>

°

¦ Ay, querida lizie, que romántica andas...¦

¦ Holaaa, ¿qué tal están? ¿Cómo les pareció el capítulo? Yo, en lo personal, amando a la voz en la cabeza de Kageyama. ¦

¦ Ajá, nuestro Hinata sumamente emocionado por la nota y Tsukishima queriéndole bajar los ánimos, gracias a Dios que llegó Suga a devolver todo a la normalidad. Aunque, ¿no fue algo extraño qué haya nombrado precisamente a Kageyama? "He Know.." ¦

¦ Bien, juro que y terminé éste capítulo en unas horas así que, por favor, no me funen por actualizar un día después de la publicación. Prometo que esto no afectará la actualización del lunes, ya me conocen; desgraciadamente no cuento con la virtud de la paciencia si ya tengo los capítulos listos. ¿Para qué esperar una semana si pueden leerlo ya? ¿Cierto qué no tiene lógica? ¦

¦ En el próximo capítulo veremos a Hinata intentado conectar neuronas y descubrir quién es su admirador secreto, Nishinoya alegrando el gimnasio con un alegre espíritu navideño y, por supuesto, Kageyama peleando con la voz de su cabeza aún más. ¦

¡Nos vemos el lunes! (si es que no termino un capítulo antes xd). Les mando un abrazo y un beso virtual, con mucho cariño: Lizie <3