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— Kageyama, necesito hablar seriamente contigo.

Las palabras soltadas vinieron de la boca de su pareja, quien se había aparecido en su casa con una expresión complicada, ojos rojos y unas Feromonas un tanto agrias. El azabache no comprendía muy bien de qué podría querer hablar Hinata con él, según sabía lo estaba haciendo bien en su cortejo e incluso ya habían tenido sexo. ¿Tal vez el omega podía estar arrepentido?

— Justo ahora me estoy haciendo miles de escenarios en mi cabeza, idiota. Así que trata de soltar las palabras con sutileza — Aclaró Tobio, cerrando la puerta de su habitación.

Visualizó cómo el chico de baja estatura asentía mientras tomaba asiento en la cama del azabache, sintiendo una gran calma al oler aquellas Feromonas que tanto le gustaban y que eran muy similares a las suyas.

El alfa no imitó la acción del omega, prefiriendo quedarse de pie por si Shoyo le confesaba algo y tuviera que salir corriendo. No sabía qué noticia podría decirle para irse huyendo rápidamente, pero en su imaginación paranoica las posibilidades eran infinitas.

— Creo que estoy embarazado.

" Tienes dos opciones, niño:Ir a comprar cigarros o pañales."

PorlosclavosdeCristo.

La noticia fue tan impactante que ni siquiera pudo salir corriendo.

— ¿Qué? — Preguntó Kageyama, riendo nerviosamente — ¿Cómo..?

Entonces Hinata rompió en llanto.

Bien, eso no se lo esperaba. ¡¿Y ahora qué hacía?! ¡Estaban pasando muchas cosas juntas y él no podía procesar toda la información!

— ¡Me he sentido muy mal luego de que hicimos.. Eso! — Exclamó el pelinaranja, sin dejar de lloriquear. Kageyama quiso reírse al oír como se refería al sexo, pero recordó que era una situación seria — ¡Cambios de humor y ayer vomité la cena!

— ¿tal vez estás enfermo..?

— ¡Mamá dijo que cuando estaba esperando a Natsu tenía los mismo síntomas que yo!

— Hinata, no sólo por tener cambios de humor y vomitar la cena significa que..

— Claro, así son todos.. Buscan manera de evitar la responsabilidad de sus actos. No hay problema, puedo criar a este bebé yo solo, sin tu ayuda. Pero todo va a quedar en tu conciencia, así que espero que te carcoma el remordimiento.

Vale, STOP.

Toda la situación era totalmente innecesaria, empezando porque era obvio que Hinata no estaba esperando un cachorro. Sus Feromonas no eran más dulces ni habían adoptado un olor similar al de Tobio, por lo visto tampoco tenía la necesidad de estar cerca de él todo el tiempo y, lo más importante, era que el alfa interno de Kageyama consideraba al omega como suyo.

Si de verdad tuviera a su cachorro en su interior, su alfa lo sabría apenas lo mirara.

— No estás embarazado, Hinata — Aseguró el más alto —. Solo es paranoia, en serio; confía en mí.

Shoyo frunció los labios disgustado, mostrándose indignado por la negación del azabache. ¡Él conocía su cuerpo y sabía perfectamente que algo estaba creciendo dentro suyo!

— ¿Confío en ti o en la prueba positiva que tengo en mi bolsillo? — Cuestionó el pelinaranja, rebuscando en el interior de la chaqueta que llevaba. Cuando encontró el objeto se lo lanzó a su pareja, quien lo miró atónito y con la palidez inundando su rostro.

Sí, Kageyama tenía en sus manos una prueba de embarazo positiva.

" ¿Eh? ¿Pero acaso tu omega es anormal y no presenta los signos de todos los Omegas embarazados? Es imposible."

Dear Hinata (Kagehina - Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora