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El celo de Kageyama fue lo más esperado por Hinata durante la última semana.

Había leído mucho sobre cómo era un alfa en celo, tomando en cuenta de que cada uno era diferente: Algunos eran agresivo, otros dóciles, un pequeño porcentaje quería mimos durante esa etapa y por último estaban los que eran totalmente dominantes pero sin perder la cordura.

Kageyama parecía ser una mezcla entre los dos últimos. O eso pensó el pelinaranja, estudiando los diversos comportamientos que tenía el azabache cuando ambos se escondían detrás del gimnasio para besarse. En esos momentos a Tobio le gustaba tener todo el control del omega, disfrutaba verlo bajo su merced y ver como no ponía resistencia en ser dominado; también amaba que Hinata lo tocara, le diera tiernos besos en la mejilla y acariciara su cabello.

Por eso Shoyo estaba cien por ciento seguro de que era una mezcla de esos dos.

— Veamos.. — Murmuró el pequeño chico, mirando algunas cosas en su cama — condones, supresores, dos cambios de ropa.. ¿Debería comprar una silla de ruedas?

" Posiblemente."

" Por cierto, ¿qué tanto te tardas? Tengo el presentimiento de que tu alfa ya entró en celo."

Sintió un cosquilleo en lo más profundo de su estómago, suspirando y poniendo una excusa totalmente barata a su madre diciendo que pasaría esa noche con Tobio (aunque no estaba seguro de que sólo fuera una sola noche) y no harían nada malo.

Cabe aclarar que la madre de Shoyo no le creyó, pero aún así no objetó nada.

Ahora estando frente a la puerta de la casa del más alto, con cero dudas, muchas ganas de ver a su pareja y asintiendo para si mismo tocó aquella madera esperando a ver la figura del más alto.

Cuando lo hizo, Hinata creyó que sus hormonas se dispararon más de lo normal.

Su cabello azabache despeinado, un pantalón de pijama, sin camisa mostrando su torso desnudo bien trabajado al igual que sus brazos y portando un rubor en sus mejillas que era normal por su estado. Se veía sumamente atractivo (más de lo normal, lo cual para Hinata era algo prácticamente imposible), con esos ojos azules dilatados al visualizar al pequeño chico frente a él.

— Hinata — Saludó el Alfa, con voz ronca —, pensé que no ibas a venir..

" ¿Cómo iba a perder la oportunidad de que le den como cajón que no cierra?"

Buen punto, pensó Shoyo.

— Lo lamento, Kageyama, solo se me hizo algo tarde — Respondió el más bajo, regalándole una brillante sonrisa al azabache —. Pero aquí estoy, así que..

Tobio no perdió el tiempo. Para nada. Lo invitó a pasar rápidamente, llevándolo por la casa vacía hasta su habitación, llena de sus Feromonas fuera de control como si hubiera sido a propósito para distraer al pequeño omega de toda la situación. Cuando llegaron a la alcoba del más alto, Hinata no podía mentir y decir que no estaba nervioso de lo que pasaría a continuación.

Aparentemente Kageyama percibió aquellos nervios y cambio de humor del pelinaranja. Por más que fuera su celo y sus instintos le decían que tomara al omega como suyo, él podía mantener la cordura completamente y pasar una tarde amigable con Shoyo si este último no quería hacer nada de doble sentido.

— No haremos nada si no quieres — Se apresuró a decir el azabache.

Hinata lo meditó por unos pequeños minutos, aún con su espalda pegada a la puerta de la habitación y sus mejillas comenzando a arder por la cantidad de Feromonas dispersadas en el lugar. Ah no, él no se echaría para atrás;estaba muy seguro de lo que quería ese día.

Claro, estar seguro no hacía que estuviera menos asustado.

— Quiero – Respondió el pequeño chico.

Tal vez fue su imaginación, pero pudo sentir como el ambiente había cambiado a uno más extraño.

Tobio se acercó a él, muy lentamente, sin prisa hasta lograr dejarlo atrapado con sus brazos en su costado. Sus labios se acercaron a los suyos. Su respiración se juntó. Esperaba un beso, uno que lo dejara sin aire y que luego lo obligara a unir nuevamente sus bocas.

Sin embargo, ese beso nunca llegó.

Lo que Shoyo vió claramente fue una sonrisa adornar el rostro del alfa.

— ¿Quieres que te bese, Hinata? — Susurró contra sus labios.

Oh, por todos los Dioses. Todos sus sentidos lo abandonaron al oír eso.

Sólo logró asentir, tragando grueso.

— No te escucho pedirlo — Indicó el más alto.

— ¿Eh?

Entonces, esa sonrisa extraña del azabache se acentuó aún más.

— Quiero que hagas algo por mí — Pidió Tobio.

Bien, Hinata quería hacerse el duro.

— Lo que sea — Respondió.

" Genial manera de hacerte el duro."

— Quiero que me pidas cada cosa que quieras que te haga, ¿quedó claro? — Ordenó Kageyama.

°

¦ Lizie funada por dejarlos así *inserta risa malvada*.¦

¦ ¡Holaaa, ¿cómo están?! ¿Qué tal les pareció el capítulo? Cargado de mucha intensidad, según mi humilde opinión. ¦

¦ Ajá, Kageyama salió de dominante y Hinata parece dispuesto a seguir todo lo que él ordene, ¿qué se le ocurrirá a Tobio? ¦

¦ Sí, gente, el capítulo siguiente será el Lemon.. ¦

Nos vemos en el próximo capítulo. Con muchísimo cariño: Lizie. Les mando un beso y un abrazo virtual <3

Feliz navidad, queridos lectores <3.




Dear Hinata (Kagehina - Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora