[Extra: 2]

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El secreto de Kageyama Shoyo.”

.

Tobio y Shoyo afirmaban que no tendrían más hijos.

Fue idea de Shoyo, lo admite fácilmente. Tenían cuatro hijos, en pleno crecimiento y dos de ellos gemelos, tener más involucraba un esfuerzo mayor y si era honesto, la idea de pasar por otro embarazo era agotadora. No se queja, ama a sus hijos y los tendría una y mil veces más, pero ya estaban bien así.

Aunque quisiera una niña en la familia. Hinata lo consideró, mucho, quizás más de lo que debía. Nunca se lo dijo a Tobio porque era algo idiota, ¿no se supone que fue su idea no quedar otra vez embarazado? ¿Qué cara pondría el alfa al enterarse de esos pensamientos? ¿Y si por estar pensando en esas cosas, volvía a tener un embarazo múltiple?

No. Ellos no tendrían más hijos. Nop. En absoluto.

Hasta que..

—¿Estás embarazado? — la voz de Kenma, siempre tan tranquila y aburrida, sonaba al otro lado del móvil.

Sí, Shoyo estaba muy embarazado. Eso decían las diez pruebas que se hizo (solo para estar seguro, todavía recuerda ese incidente en preparatoria donde creyó estar en cinta), los síntomas y la falta de su celo.

Tobio no se había dado cuenta. Su comportamiento se tornó un poco extraño, más pegajoso con el omega, más atento, más instintivo, pero no terminaba de caer en cuenta que su pareja esperaba otro hijo. Y lo ideal era decirle antes de que las feromonas lo delataran.

—Vaya, felicidades, supongo.. — continuó diciendo Kenma, de seguro ante su silencio —. Ve el lado positivo, tendrás cinco hijos. Solo te faltaría uno para tu propio equipo de vóleibol-..

—¡Kenma, se supone que debes darme apoyo moral! — recriminó Shoyo, inflando sus mofletes aunque su amigo no pudiera verlo.

El suspiro de Kozume llegó poco después.

—Bueno, lo siento — no lo veía, pero pudo imaginarse al otro omega alzando sus hombros, desinteresado —. Pero una vez tuve esta conversación con los chicos..

—¡¿Qué?!

—Ya sabes, Keiji, Oikawa-San, Yamaguchi.. Siempre creímos que Kageyama y tú tendrían, como mínimo, seis hijos, para formar su propio equipo de vóleibol. No lo vimos tan imposible, y mira nada más: Tendrán un quinto hijo. Claro, eso en caso de que no tengas gemelos otra vez, o mellizos-..

—¡¿Y cuándo demonios tuvieron esa conversación?!

—En tu boda, obviamente.

Si Hinata sobrevivía a la conversación con Tobio sobre su nuevo embarazo, se iba a plantear cambiar de amigos. En serio. Que indignado estaba, boquiabierto y sin creer las palabras de Kenma.

¿Kageyama y él parecían capaces de formar un equipo de vóleibol con sus hijos?

¡No, por supuesto que no! Ellos eran una pareja normal. Su primer hijo vino a raíz de que ya tenían un tiempo casados y pensaron que era hora de un nuevo integrante a su familia, su segundo hijo, en cambio, surgió en un celo de Tobio. Hinata no es de recordar eso (ejem, para nada), pero entre sus memorias nubladas por las feromonas y una nueva ronda de sexo, no ha podido olvidar como el alfa murmuró contra su cuello esa idea.

Dear Hinata (Kagehina - Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora