12- [when i look into your eyes]

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Podía sentir su corazón latiendo con fuerza, la brisa le movía los rizos y la oscuridad era un poco más profunda gracias a las nubes filtrando casi por completo la luz de la luna. Aspiró con fuerza pero el olor de Louis se entremezclaba entre los árboles del bosque y no podía saber de dónde provenía, observó a su alrededor pero, al no divisar más movimiento que el de las hojas, decidió cerrar sus ojos dándole prioridad a su oído para localizarle.

Su rostro trasmitía seguridad, pero la realidad es que le aterraba bastante no saber dónde se encontraba su amado en esos momentos, ni con todas sus habilidades de casería juntas lograba localizarlo. Un crujido provino del noreste y por inercia giró su rostro hacia aquel lado abriendo los ojos, pero sorpresivamente algo lo embistió con fuerza desde el lado opuesto. Cayó con un ruido sordo al suelo musgoso, estaba lleno de hojas viejas y raíces que desaparecían en la tierra, intentaba recuperarse del golpe mientras sentía aquel peso aplastarle un poco mientras se le encimaba.

- Te atrapé – la voz resonó agitada en sus oídos, enfocó sus ojos en él.

- Me atrapaste – afirmó sin aire observando los orbes negros transformándose en zafiro.

- Era una roca – continuó, recuperando el aliento, el rizado frunció el ceño confundido – Te vi queriendo rastrearme y tiré una roca para distraerte...

- Creo que eres mejor vampiro que yo...- dijo divertido mientras alzaba una de sus manos para apartarle el flequillo del rostro.

- Soy más rápido – se jactó de aquello, a sabiendas de que ser un recién convertido le daba cierta ventaja, mientras se acercaba a sus labios peligrosamente.

- ¿Ah sí? – rozó aquella boca carmesí tentativamente mientras sus manos se deslizaban por los muslos que le rodeaban y le aprisionaban con fuerza contra el suelo del bosque, el ojiazul asintió en respuesta al mismo tiempo que aquellas manos traviesamente se acercaban a su trasero – Muéstrame – demandó.

Louis unió sus labios con fuerza, le besó con pasión, con necesidad. La verdad es que el ojiazul llevaba apenas cuatro noches en su forma vampírica, pero le había estado provocando desde que abrió los ojos después de aquella noche de tensión.

Se entretenían de noche correteando como animales en el bosque y se pasaban el día dentro de la casa, alejados del sol y pegados como si fuera el último día juntos; era meloso, demasiado, pero haber estado separados por la muerte había marcado demasiado sus corazones. Corazones que ahora latían a toda velocidad gracias a la fricción que se estaba generando entre la erección del rizado y el trasero del castaño.

- Lou... – jadeó contra sus labios mientras enterraba sus dedos en la tela del jean oscuro que cubría aquellas piernas que tanto quería amasar.

El vampiro de ojos azules no respondió, al menos no sonoramente, deslizó sus manos hacia su entrepierna y le desabrochó la prenda mientras le besaba agitado. Sintió sus labios y cuerpos separarse, pero no tuvo siquiera tiempo de reclamar porque al abrir los ojos Louis estaba encimándose sobre él una vez más; aunque ya no traía pantalones o prenda alguna en la zona baja, joder que era rápido.

- Mmhm – gimoteó cuando la mano del ojiazul le bajó el pantalón y la ropa interior hasta los muslos de un tirón – Mierda – siseó ante la abrumadora sensación del castaño rodeando su polla con su mano y restregándola contra su entrada.

Se retiró tan solo un poco para acomodar una polla junto a la otra friccionándolas entre sí y al mismo tiempo usó su mano libre para humedecer sus dedos embadurnándolos en saliva y ante la atenta mirada esmeralda los llevó hacia su agujero para estirar y lubricar la zona él mismo. Dejaba escapar jadeos ante las sensaciones que estaba descubriendo, definitivamente podía entender a Harry, ahora todo se sentía a un nivel mayor; y si tener sexo con él como humano era tan bueno como para hacerle ver estrellas, hacerlo como vampiro definitivamente era el paraíso.

INSIDER - l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora