En un Caballo Palido

Capítulo 20: Recuerdos de James

"James, ¿estás listo para ir?"

James se dio la vuelta, con una expresión de pánico en su rostro cuando, con bastante retraso, recordó que se suponía que iba a llevar a Lily-flower a cenar esta noche. Era una especie de aniversario de algo, ¿su primera cita? ¿Su primer beso? James honestamente no podía recordar, ni entendía cómo su esposa esperaba que él mantuviera todas estas cosas en orden cuando apenas podía recordar dónde dejó su varita en la mañana, y cuando Lily le sugirió (léase: ordenó) que la llevara. en algún lugar agradable, había aceptado distraídamente.

¡Había estado en medio de un concurso de miradas con Canuto! Por supuesto que no había estado prestando atención.

Merlín, pensó James, horrorizado, mientras comenzaba a rebuscar en el armario para encontrar algo "públicamente apropiado" para ponerse. Esto significaba que no podía usar su túnica favorita con el tema de Gryffindor, ya que aparentemente el rojo brillante y el dorado no eran 'colores adecuados para el mundo real, James'. Espero que Moony conozca la contra maldición del hechizo de castración.

Hizo una mueca al recordar esa amenaza particularmente creativa. Y, conociendo a Lily, si no existiera ya un encantamiento de castración, probablemente lo haría cuando lo necesitara. Cruzó las piernas reflexivamente mientras sacaba un conjunto de túnicas azules tranquilas que estaba bastante seguro de que Lily había aprobado en una salida anterior. También estaba bastante seguro de que no los había usado en un tiempo, por lo que probablemente ella no lo llamaría por su 'falta de creatividad'.

¡Honestamente! ¡Él! ¡Poco creativo! ¡Era un Merodeador! La creatividad estaba en su sangre , ¡maldita sea!

"¡James Charlus Potter, ven aquí ahora mismo!"

Uh-oh . Ella había actualizado a su nombre completo. Eso nunca fue una buena señal, sin importar qué mujer lo estuviera usando. Podía escucharla subiendo las escaleras, y brevemente su mente se quedó en blanco por el terror mientras imaginaba tener que explicarle al amor de su vida que había olvidado cualquier aniversario que se suponía que debía celebrar hoy.

"Oh, honestamente James. Sé que te encanta mirarte a ti mismo, ¡pero vamos a llegar tarde!"

James parpadeó de regreso a la realidad, encontrándose de pie frente al espejo dentro de su armario, vestido con su túnica y con todo en su lugar. Una sonrisa arrogante se fijó en su rostro mientras realizaba una danza de la victoria interna. ¡Decir ah! ¡Su subconsciente era tan asombroso que logró vestirlo completamente solo!

Hm. Tal vez debería preocuparse por eso, pero estaba mucho más interesado en lo hermosa que se veía Lily con ese vestido. Esos nacidos de muggles que pensaban que las túnicas parecían vestidos obviamente nunca habían visto a una mujer real con un vestido, en lo que a James se refería. Esos purasangres engreídos no sabían lo que se estaban perdiendo. Las túnicas mágicas no tenían nada en los vestidos muggles.

"Te ves hermosa, Lily-flower", sonrió James, pasando los dedos por su cabello.

Lily le devolvió la sonrisa levemente, obviamente no impresionada por su demora. "Lo sé. Por eso me pediste que me casara contigo, James."

James frunció el ceño con severidad. De hecho, se había casado con ella porque era brillante, divertida, asombrosa y el alma más generosa que jamás había conocido. Cualquiera que pudiera aguantar a Snivellus durante tantos años sin vomitar tenía que ser un santo. "No seas ridículo. ¡No me casé contigo por tu apariencia!" Con una amplia sonrisa, James la miró lascivamente mientras hacía movimientos de medición alrededor de su pecho. "Me casé contigo por tu gran ..."