En un Caballo Palido

Capitulo 9

Harry se despertó. Normalmente, esto no sería un hecho extraño, pero no recordaba haberse quedado dormido, y por lo tanto despertarse era muy sospechoso. Los recuerdos de la noche anterior irrumpieron en su mente despierta con toda la sutileza de un mazo, y Harry sintió que le ardían los ojos y la garganta. Obstinadamente se obligó a contener las lágrimas de horror, negándose a llorar por la traición de Dumbledore. Siempre había sospechado que el hombre sabía cómo lo habían tratado en los Dursley, pero ¿saber que el hombre tenía monitores en esa casa y aún afirmaba que Harry estaba mintiendo...?

Era más que obvio que Dumbledore sabía exactamente lo que sucedía allí, y simplemente no le importaba lo suficiente como para hacer nada al respecto. Harry flexionó los dedos de su mano llena de cicatrices, estudiando distraídamente las palabras allí. No era un mentiroso, sin importar lo que le gustara pensar al mundo mágico. En realidad, nunca lo había sido. Los Dursley habían castigado la mentira casi con tanta dureza como su magia accidental, y Vernon parecía tener algún tipo de habilidad sobrenatural para detectar cuándo le estaban mintiendo.

Dumbledore tenía que saber sobre la negligencia, sobre el abuso, sobre el armario y las comidas retenidas y las largas noches enfermo con fiebre mientras sudaba solo y sin querer. Debe tener una razón para mantenerlo allí. Pero, ¿qué ganó Dumbledore manteniéndolo débil y abatido? Si se suponía que debía vencer a Voldemort, o, al menos, tenía la intención de hacerlo antes de que Dumbledore saltara el arma y fuera y convocara a la Muerte para que lo hiciera, ¿no debería haber sido entrenado y preparado para esto? ¿No debería haber estado preparado para una pelea contra un mago sesenta años mayor que él? ¿No quería Dumbledore que realmente ganara ?

Un escalofrío recorrió las venas de Harry mientras pensaba en ello. No ... no, más bien dudaba que estuviera destinado a ganar. Recordó el horrocrux que la Muerte había sacado de su cicatriz, recordó lo negro y retorcido que se veía, recordó lo enfermo que le había hecho pensar que había estado viviendo con un pedazo del alma ensangrentada de Voldemort en su cabeza.

"...¿Muerte?" susurró en la habitación oscura y silenciosa, seguro de que la entidad estaba allí incluso si no podía verlo.

"¿Sí, mi caparazón?" fue la pronta respuesta, inquietantemente a sólo unos centímetros de su oreja izquierda. Harry resistió el impulso de girar la cabeza y permaneció inerte de frente en la cama.

"¿Cómo se destruye un horcrux?"

La muerte se quedó callada por un momento, y Harry respiró profundamente mientras trataba de mantener la calma. Sintió que la cama se hundía detrás de él y pensó que Muerte se había sentado y nuevamente resistió el impulso de girar la cabeza y mirarlo. No estaba seguro de poder controlar sus emociones si realmente lo miraba.

"La única forma que tiene un mortal de destruir un horrocrux es destruir el recipiente en el que está almacenado. El veneno de basilisco y el fuego diabólico son los dos métodos más comunes para hacerlo".

Harry inhaló de manera constante. "¿Y si el horrocrux estuviera almacenado en una persona?"

El silencio de la muerte fue revelador.

La respiración de Harry se detuvo, los dedos apretados en las sábanas debajo de él. Entonces eso fue todo. Dumbledore había sabido sobre el horrocrux, tenía que haberlo hecho, y había estado preparando a Harry para que muriera. Voldemort lo mataría y, en el proceso, destruiría parte de su propia alma. Era casi poético en cierto modo, si ignoraba el hecho de que el hombre lo había estado criando para ser un mártir.

Todo esto, además de las revelaciones anteriores, dejó a Harry con una sensación de frío increíble. ¿En qué más había participado Dumbledore? Su mente se aceleró mientras hacía conexiones que previamente había ignorado o descartado. Era muy conveniente que los Weasley estuvieran en la entrada muggle de King's Cross ese día, ¿no? ¿No tenía la Sra. Weasley cinco hijos que ya habían pasado por Hogwarts o ya estaban inscritos allí? Tenía que haber estado yendo allí durante años y no habría tenido ninguna razón para estar gritando sobre la Plataforma 9¾.