Poncho se despide de nosotros para ir a esperar a su hijo, de verás, qué lindo suena... Besa la mejilla de Dulce y continua chocando mi mano. Se aleja mientras yo y Dul nos quedamos viéndole sonrientes.
-Que bonito debe ser tener un hijo con la persona que amas...-digo mirando a la nada y después volteo para mirarla percatándome de que comenzó a llorar.
Dulce sale corriendo y mi cara cambia por completo. ¿Que dije ahora? Voy tras ella pero no la alcanzo, nosé por donde carajos se metió. Bajando el ritmo de mis zancadas doy una vuelta por el hospital, pero no la veo hasta que llegó a la cafetería.
-Hasta que por fin te encontré.-digo poniéndome frente a ella haciendo que mire hacia arriba. ¡Dios mío! Tiene los ojos completamente inflamados y rojos.-Dul...¿Que pasó? El bebé ya está fuera de peligro no llores más, por favor que te hace mal...
-Ucker, de primeras no me tienes que decir precisamente ¡Tú! Cuando puedo llorar y cuando ¡No! Y segundo no vengas ahora de querer reconquistarme o Dios sabe qué, tú te fuiste y no te importo nada de lo que dejaste atrás, así que tendremos un trato cordial por Poncho y Any y ya!
-Dulce.-digo tomando asiento frente a ella asombrado de la forma en que me habló. -Tu me pediste que fuéramos amigos o me equivoco...
-Exacto, yo te lo pedí, pero eso fue antes...
-¿Antes de qué?
-No puedo hablar contigo de este tema Ucker...
-No me digas Ucker.-reprocho. -Vuelve a decirme Cris...
-Cris te dirá tu nueva conquista...-dice celosa y no puedo negar que me encanta.
-Ya, Dul... Solo la traje para darte celos y veo que funcionó.-digo sonriendo.
-¿Que dices? ¿Yo? ¿Celos de esa? Si le dijiste en su cara que no vas a darme el divorcio.-dice de una forma que me hace reír. Agarró su mano notando como se eriza su piel.
-Te extraño...-susurro.
-Ucker, para...-dice retirando su mano y poniéndose en pie. -Ya, vamos que nuestro ahijado está en camino.-dice secando una lágrima que rueda por su mejilla y avanzando el paso hacia adelante.
Respiro profundamente. Tengo la cabeza a punto de estallar. No entiendo este sentimiento que crece en mi interior, creí averla olvidado, pero mi corazón dice otra cosa, cuando la tengo cerca late como un condenado y hasta me falta el aire. Sin embargo, ella parece estar bien sola, sin mí.
Miro la hora en mi reloj, y decido volver yo también.Llego a la sala de espera y veo a Dulce sentada mirando su celular en uno de los asientos, sin pensarlo mucho voy junto a ella y tomo asiento también. Disimulando un poco ojeo su celular.
-¿Se sabe algo ya?-pregunto intentando ver con quién habla.
-No, no salió nadie.-responde sin alzar la vista mientras continúa escribiendo para después bloquear el teléfono. -Ya no les quedará mucho...
-Eso espero porque nuestro amigo debe estar desesperado...
-Si...
La pantalla del celular se enciende y consigo leer algo "Javier: Cuídate reina, te amo♥️"
Solo de leer eso siento fuego recorrer todo mi cuerpo. ¡Que carajos significa eso! Muero por gritarle y que me dé todas las explicaciones que un marido necesita, pero recuerdo que fui yo el que la deje y me fui... ¡Y que, eso no le da derecho andar con otros! Me contradigo yo mismo nose que hacer ni como actuar, de verás me dolió leer eso.-¿Andas con alguien?-pregunto cuando veo que está respondiéndole a Javier.
-¿Que significa esa pregunta,Ucker?-dice mirándome a los ojos.
-No me respondas con otra pregunta Dulce María, ¿Andas con Javier o con algún otro, si o no?-vuelvo a preguntar sin apartar la mirada de sus ojos.
-Mira Uckersito... Creo que no debe de importarte si ando o no ando con Javier o con cualquier otro, tú ya tienes novia, ¿Como se pondrá si se entera que andas haciendo esa pregunta?
-Eres mi esposa Dulce... No lo olvides.
-No por mucho tiempo.-responde
-No pienso firmar na...-no termino la frase cuando sale una enfermera.
-Familiares de Cristopher Herrera Puente.
Inmediatamente nos ponemos los dos en pie sonriendo yendo hasta la enfermera que trae una cunita con el bebé.
-Es mi sobrino.-contestamos al unísono mirando al bebé que es igualito a Any.
-El bebé estuvo un ratito con el papá, y me dijo que en lo que él veía a la señorita Anahí, se lo trajera a una pareja muy enamorada que hay aquí fuera...¿Así que son ustedes?
-Sí, bueno no.-volvemos a responder al mismo tiempo.
-¿Son o no son?
-Disculpe señorita, lo que mi esposa y yo queremos decir esque sí, somos nosotros, solo que estamos pasando por una mala etapa del matrimonio, usted sabe los celos y demás...-respondo haciendo reír a la enfermera mientras Dulce se ruboriza.
-Si, entiendo, les tengo que acompañar hasta la habitación con el bebé y allí será todo vuestro.
La enfermera pasa delante nuestra llevando la cunita mientras nosotros vamos dos pasos por detrás.
-¿Como le dijiste eso? Que vergüenza.-susurra Dulce toda roja y enojada golpeándome el brazo.
-¿Que querías? Por poco no nos dan al bebé, la señora ya estaba pensando que éramos dos locos que nos lo queríamos robar o algo...-hago una pausa.- Y además es la verdad...-digo acelerando mi paso, ya que nos aviamos quedado demasiado atrás, y también para que Dulce no me alcance.
-¿Como que es la verdad? ¡Ven acá!-dice acelerando el paso también para alcanzarme.
Llega hasta a mí justo cuando llegamos a la puerta de la habitación y la enfermera se nos queda viendo.
-Os lo encargo. Los papás estarán aquí en un ratito. Ah y arreglen sus cosas rápido que en los ojitos se les ve que están muy enamorados.-dice yéndose sonriendo.
Miro los ojos de Dulce y ella los míos, y así es, creo que por nadie sentiré lo que siento por ella, tiene algo que es como un imán, me atrae a ella más y más. Agarró su cara y nuestras respiraciones se agitan, los milímetros que nos separan son escasos. Todo es perfecto, es el momento perfecto.