-Cristopher, esto no cambia nada...
-¿Qué?-volteo y quedamos frente a frente.-Esto lo cambia todo muñeca.-caen unas lágrimas de sus ojos que trata de ocultar limpiándolas rápidamente.
-No Ucker.-veo algo cambiar en su cara al decirle así. -¿Ese es tu nombre no?
-Dulce, tienes un hijo mío en tu interior y no voy a permitir que me alejes de él.-noto su nudo en la garganta al hablar, pero también la amenaza en su voz.
-Mientras sigas en tu mundo no podrás obligarme a nada Cristopher, y ahora mucho menos... ¿Qué pasaría si tus rivales se enteran de que tienes familia? Seguramente a por el primero que irían sería a por el bebé, y eso será sobre mi cadáver.-digo alzando la voz limpiando mis lágrimas, que caen sin cesar.
-Yo solo quiero estar con ustedes, pero... es difícil...-trata de cojer mi brazo pero se lo impido.
-¿Porqué no puedes hacer como Poncho? El tubo un bebé y se apartó de todo.
-Poncho solo era el chófer de Rafael, y hacía carreras de vez en cuando, no más.
-Es cierto, se me olvidó que aquí el proxeneta, ladrón, narco, y a saber cuántas cosas mas, es otro...
-Dulce María no voy a permitir que me hables así.-me toma de la muñeca apretándome fuerte y puedo sentir su ira a través de su agarre.
-Me lastimas...-consigo pronunciar. Me suelta de golpe. Da unos pasos atrás y mira al cielo, después grita a todo pulmón y tira de su pelo desesperado. Me mira de nuevo con sus ojos llenos de lágrimas y se va a paso rápido.
Estoy en shock, no sé que a pasado, a sido todo demasiado rápido, hace apenas tres horas estaba sanando mis heridas, feliz, con un amigo de la infancia, y ahora, tuve un encuentro con el amor de mi vida, estoy embarazada y más hundida que antes.
Camino a paso de hormiga hasta la casa.
Llamo a la puerta y mi tía la abre. Se me queda viendo torciendo su cara hacia un lado, toma mi mano y me conduce hasta su pecho.-Mi niña...-dice abrazándome fuerte contra ella.
-Tía, estoy embarazada...
-Acaso no lo sabías...-dejo de llorar y me aparto para ver su rostro, el cual tiene un ceño fruncido.
-Obvio no, te hubiera dicho... ¿Y tú cómo sabes?-caminamos juntas y tomamos asiento sobre el sofá.
-Cariño, solo hay que verte comer.-me hace reír y ella ríe también. -Perdóname mi niña pero pensaba que viniste sabiéndolo, y que no estabas preparada para contarme.
-No tía, yo no sabía, me acabo de ver con Cristopher, y él me contó.
-Ese hombre te ama... Venir hasta aquí para volverse a ir...
-Tía...¿Cres que me estoy equivocado?
-Yo no sé, mi niña, eso debe estar en tu corazón... Pero sí me gustaría pedirte, que no privaras a ese niño de criarse con su padre... Aunque no sean pareja, pueden planificarse para que el bebé tenga la mayor estabilidad posible. Piensa que sí fuera al contrario, no te gustaría que te alejaran de él.-coloca la mano en mi vientre y me mira a los ojos.-Quizas este bebé es lo que os faltaba... Yo no conozco vuestra historia, solo lo poco que me has querido contar, pero sé que con la perdida de su hermanito, o hermanita, ambos habéis sufrido.-asiento entre lágrimas y decido despedirme de ella.
-Tía, necesito descansar... -ella asiente y besa mi mejilla.
-Descansa mi niña.-voy directa a mi recámara y le tumbo sobre la cama.
Si mi tía supiera a que se decida Cristopher, no hablaría igual, mi bebé corre peligro a su lado. Sé y tengo claro, que tampoco puedo evitar que lo conozca, conociéndolo, y de la forma en que me dijo "No voy a permitir que me alejes de él" se que sería capaz de hablar con Rafael y arrebatarmelo de mis brazos, llevárselo lejos y ser yo la que se quede sin mi hijo. Y es todo esto lo que odio. Saber que vive en un mundo de ilegalidad. Un mundo inseguro. Un mundo que nunca nos traerá nada bueno. ¿Puedo yo vivir así, siempre angustiada, con el miedo de que le pase algo a él, o a nosotros?
Paso mi mano por mi vientre, todavía incrédula de que una personita se esté formando dentro de mí. Sonrio entre lágrimas recordando el encuentro en la playa con Cristopher, como mi cuerpo reacciona ante él, como todo mi ser tiembla con su presencia. Lo Amo, no puedo negarlo, pero del amor no se vive, ahora tengo que luchar por mi bebé y no dejar que le pase nada, no dejar que me lo arrebaten, lucharé con uñas y dientes por él. Sé que Cristopher haría lo mismo, no permitirá que nadie lo toque ni se le acerque, pero no puedo correr el riesgo, no puedo controlar el imaginar lo culpable que me sentiría si le pasa algo que yo podría aver evitado alejándome de su padre...
Gracias a todas por perder un minuto para felicitarme. 😘😘😘😘