Al parecer lo que me dijo la noche del accidente sobre que había quedado con su abogado para firmar el divorcio, era cierto, probablemente al no aparecer el abogado le envío el documento a casa, sino, no encuentro explicación. Llegamos al depa y desde fuera se pueden oír los gritos y golpes, la gente murmura que la policía está en camino.
Llamo a la puerta y abre Any.-Menos mal que estás aquí.-me abraza.-Yo no puedo calmarlo, espero que tu si lo consigas. Les dejo solos.- Any va junto a Poncho y el bebé Y yo entro dentro.
-Cristopher.-susurro al verle las manos llenas de pequeñas heridas en los nudillos.-alza la mirada y se me queda viendo con los ojos rojos y llorosos.
-¿Que es esto Dulce María?- dice cojiendo el acta de divorcio y poniendolo casi en mi cara. -¡Me puedes explicar que diablos es esto!-grita haciéndome sentir pequeña y es inevitable recordar los abusos de Pablo.-¡Me mata no poder recordar nada!-tira el papel y golpea sus manos contra sus sienes una y otra vez.
-¡Cristopher ya!-agarro sus manos. -¡Esto ya no tiene ningún valor! ¿Esque no lo entiendes?-cojo el papel y lo rompo.-Cristopher han pasado muchas cosas, pero aunque tu no lo recuerdes ya están solucionadas. Nos amamos que es lo importante...
-Quiero que me cuentes todo...
-Pero el doctor dijo que no se debe...-susurro acariciando su cara.
-¡No me importa lo que dijo el doctor!-vuelve a gritar.
-Esta bien, está bien, te prometo que te voy a contar todo, pero tú prométeme que pase lo que pase no va a cambiar lo que tenemos ahora...-bajo la mirada.
-No sé Dulce, no puedo prometerte eso, yo te amo, pero si me pediste el divorcio fue por algo diablos.-continua nervioso.
-Tu fuiste quién me dejaste Cristopher, según tú no podías estar con alguien que. -"Te engañó"-hago comillas con mis dedos viendo su cara de confusión.
-Tu... ¿Me pusiste el cuerno?-pregunta pálido.
'TOC, TOC' llaman a la puerta interrumpiendo el momento.
-Policia, abran la puerta-me apresuro a abrir rápidamente.-¿Está usted bien señorita?-pregunta uno de ellos mirándome y después dirigiendo su mirada a Cristopher.-Si, mire, como le expliqué es solo un matrimonio que no está pasando por un buen momento.-argumenta Poncho desde atrás.
-Le preguntamos a la señorita.-sentencia otro de los policías.
-Vera señor, mi esposo perdió la memoria en un accidente automovilístico y solo estoy haciéndole recordar lo que pasó, por eso se enfureció y comenzó a gritar debido a la impotencia que le genera no poder recordar nada, usted entiende.-los policías miran hacia Cristopher y después se ven entre ellos.
-Esta bien, pero que no vuelva a ocurrir, si el señor necesita un psicólogo que acuda, ese es un lugar acondicionado para que pueda recuperarse.
-Lo tendremos en cuenta agente, gracias y disculpen las molestias, no volverá a suceder.
Los policías desalojan a los vecinos metiches mientras yo hago una señal para que poncho y Any se vayan tranquilos.Vuelvo al departamento y veo a Cristopher todavía pálido.
-Y...¿De verás piensas que te puse el cuerno?
-No quiero pensar en ello.
-Vamos al cuarto y te contaré todo.-paso por delante de él que me mira de arriba a bajo y continua siguiéndome.
-Ayudame a recordar...-dice antes de sentarse en la cama.-Pero antes necesito algo.-me toma del no brazo y tira hacia él haciéndo que me siente en su regazo.Nuestros labios quedan muy cerca y nuestras respiraciones se acentúan-Bésame.-susurra.
Sin dudarlo ni un segundo lo tomo por la nuca para atraerlo más hacia a mí. El beso más profundo y con más sentimientos confusos que hemos experimentado nunca.
-¿Por donde quieres que empiece?-titubeo tratando de no continuar el beso, ya que el deseo se apoderó de mí.
-Ahora no sé si quiero platicar...-me apreta contra él y vuelve a besarme.
-Si... Debemos dejar esto claro.-digo separándome y poniéndome en pie para que no se vuelva a repetir.
-Uff!-exala fuerte. -No sé que me hiciste, ni que te hice. Pero mi cuerpo y el tuyo reaccionan cuando están juntos.-mira el vulto de su pantalón para después mirar mis labios.-Pero está bien... Comencemos en; ¿Porque me pediste el divorcio?
-Cristopher, soy bailarina. Me dedico al pole dance en el antro 'La Escondida'.-trata de hablar pero no le dejo.-SOLO BAILO.-recalco. -Sí, se que los hombres me desean, incluso han llegado a ofrecer un millón de dólares por pasar la noche conmigo, pero yo no soy prostituta, soy bailarina.-veo cómo va cambiando su cara, está completamente rojo y unas gotas de sudor resbalan por su frente. -Recuerdo que una vez subiste al escenario y me pusiste una gran cantidades de billetes en mi tanga, te reconocí enseguida y salí huyendo. Después Irina me dijo que querías pasar la noche conmigo y nos reímos juntas por haberte dejado con las ganas.-sonrio mientras le miró sin lograr entender su rostro. -Yo tenía miedo de decirte cual era mi trabajo por qué sabía la reacción que tendrías, y no me equivoqué, cuando te enteraste me dejaste.
-Me mentiste.-afirma como si recordara lo que pasó.-No terminé contigo por qué bailaras, obio no te lo hubiera permitido, pero, terminé contigo porque me viste la cara de imbécil durante demasiado tiempo.-continua haciendo que me dé cuenta de que comienza a recordar.
-¿Mi amor estás recordando?-sonrio de oreja a oreja y emocionada me abalanzo sobre él.
-Espera... Tienes razón estoy recordando...-sonrie también. Pero de repente su rostro cambia. -Dul...¿Y nuestro bebé?