En algún momento, Dulce desapareció. Cuando Javier se marchó la vi platicando con Any, después yo fui con Poncho a llevar a Franco y Nina a su casa y ahora que regresamos no sé dónde demonios se metió mi muñeca.
-Voy al baño-informo a mis amigos para después voltear y ir hacia el pasillo.
A lo lejos veo la luz de una de las habitaciones prendida, voy hacía ella, quizás se les olvidó apagarla. La puerta está entreabierta, escucho un tarareo en el interior, así que, trato de observar con curiosidad, Mi Dulce muñequita sentada a los pies de la cama poniendo crema en sus largas piernas, Dios mío, que delicia. No consigo ver demasiado, pero puedo percibir que la habitación se encuentra ordenada, miro al fondo y veo que el armario está repleto de ropa perfectamente doblada. Mi vista vuelve a fijarse en ella, tiene el cabello mojado cayendo sobre uno de sus hombros dejando ver las marcas moradas sobre su cuello.-¿Que haces?-la voz de Poncho en susurro me saca del trance en el que me he sumergido. Volteo y lo veo con el bebé en brazos. Hago un gesto de silencio y llegó junto a él. -Voy a acostar al bebé.
-¿Dulce está viviendo con ustedes?-pregunto en un bajo tono para que no se despierte el niño.
-Emm sí, nosé...-comienza a tartamudear haciendo que mi ceño se frunza. ¿Que pasá? ¿Acaso no puede responder mi pregunta?
-¿Como que no sé? ¿Que respuesta es esa Alfonso? ¿No sabes si Dulce está viviendo aquí?
-Sí, si está viviendo aquí, pero eso mejor lo hablas con ellas eh, a mí me dejas tranquilo.-deja al niño tumbado en su cuna, enciende el vigilabebés he intenta evadir mi mirada.
-Estan todos muy extraños.-volteo y me marcho dejando a Poncho detrás.
-¡Cristopher!-escucho la voz de Dulce y volteo instantáneamente y sonrio al verla todavía en toalla.-¿Me estabas espiando?
-No, como crees, ¿Porque piensas eso?-doy un paso hacia ella al mismo tiempo que ella retrocede.
-Hace ratito me sentí observada, la puerta estaba abierta, salgo y te encuentro aquí, ¿Que quieres que piense?-camino hacia ella haciendo que siga retrocediendo hasta llegar a su habitación.
-Quizás, si cerraras bien la puerta, no te pasaría eso...-cada vez estoy más cerca.
-Cris...topher.-respira hondo.-Para porfavor.
-¿Estas segura? ¿Quieres que pare?-Dulce cae sobre la cama y yo con ella. -Pideme que pare, y me detengo ahora mismo.-digo notando como su respiración se agita.
-Poncho y Any nos esperan...
-No pregunté eso... ¿Quieres que pare?-tiro un poco de la toalla para que uno de sus pechos quede completamente descubierto, saco mi lengua y lo lamo haciendo que se le escape un gemido. -Tienes el mejor sabor del mundo muñeca. -bajo mi mano hasta su entrepierna y rozo su vagina notando lo mojada que está, miro como muerde su labio para no pedirme más y sonrio. -Es cierto, ahora nos esperan, pero está noche no te me escapas.-me pongo en pie y observo su gesto de frustración, deseaba que me la follara losé. -Yo también me quedé con las ganas muñeca, no me mires así...
-Te odio.-dice sería poniendose en pie. -Salte que voy a vestirme.-a un lado, en la cama veo el pijama que se pondrá, junto con un tanga rosa de encaje.
-Estoy deseando quitarte ese tanga.-susurro con la voz ronca. La pego en la pared quitándole la toalla y dejándola caer al piso.-¡Vistete ya! Si no quieres que te haga mía, ¡ya mismo!
-¿Y si no quiero que?-dice sonriendo. -Siempre piensas que tienes tú el control no? ¿Que pasa si te demuestro...-coje mi mano y introduce mi dedo medio en su boca chupandolo hasta el final.-...que soy yo la que tiene el control?
Jamás esperé está reacción, me tiene completamente en sus manos, pero no puedo evitar pensar que quizás también sedujo así a Javier. Trato de quitarme esa imagen de la cabeza. Respiro profundo y cojo la toalla del piso.
-Dulce vístete.-la tapo con la toalla cómo puedo y salgo de la habitación para ahora sí, ir al lavado.
Respiro hondo mirándome en el espejo una y otra vez. ¿Que me pasa? No entiendo nada. En otro momento la hubiera echo mía en todas las posturas posibles, pero desde que me contó que de acostó con Javier, mi cabeza me juega malas pasadas. ¿Me estoy volviendo loco? Quizás debería visitar un psicólogo.
Lavo mi cara y salgo del baño para reunirme con mis amigos. Llego a el salón y ya están hay los tres.-¿Que te pasó Cristopher? Parece que viste un fantasma.-reacciona Any al verme.
-¿Porque Dulce está viviendo aquí?-sale de mi boca involuntariamente.
-Emm... ¿A que viene esa pregunta?.-corta Dulce nerviosa. Any y Dulce cruzan miradas y después me ven a mí.
-Fue por mi embarazo, necesitaba ayuda y ella se ofreció, nada más.-aclara Any.
-¿Javier también durmió aquí alguna vez?-pregunto.
-Alguna vez, una o dos veces me parece, no más, primero por que iva tomado y no podía cojer el auto y otra porque vino con nosotros, se hizo tarde y pues le ofrecimos quedarse.-habla Poncho haciéndome pensar.
-¿Entonces fue aquí?-digo mirando a Dulce sin obtener respuesta- ¿Fue aquí?-repito gritando.
-Eres un paranoico, NO, NO fue aquí y de aver sido así ¡que! Tu te fuiste, no te importó nada, y esto ya lo hablamos así que ya!-mira a Poncho y Any. -Perdonen chavos, yo ya me retiro a descansar.-se va.
-La regaste, nose de que hablaban, pero la regaste.-confirma mi amigo. -Ve y habla con ella, nosotros también nos vamos a dormir.