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- Voy a buscar a mis hijos y a Escanor.

Salió de la taberna, podía encontrarlos con ayuda de su magia, eso no sería ningún problema, el problema era qué les diría.

No era su madre, pero tal vez tendría que actuar como si lo fuera, no sabía si debería hacerlo. Conforme más lo pensaba más dudas llegaban a ella.

¿Cómo sería ella en el futuro?

No podía imaginarselo; jamás había pasado por su mente que sería madre y mucho menos de mellizos.

¿Qué debía hacer como madre?

Ella nunca conoció a su madre, nunca vió su rostro, ni escuchó su voz, no sabía su nombre, ni qué había pasado con ella, aunque conociendo a su padre, podía hacerse una pequeña idea del destino que tuvo su madre.

Jamás tuvo el cariño de una familia y eso le dificultaba aún más las cosas, podría imitar lo que hacían otras madres pero estaba segura de que ella no era así y nunca lo sería, no podría acercarse a sus hijos aparentando algo que no era, eso sólo afectaría más las cosas.

Con Escanor la situación era un poco menos complicada; hablaría con él, como su amiga, su compañera, no podría hacerlo como su pareja, porque en ese momento no lo eran; y aunque lo fuera, tampoco sabía cómo debía actuar como una esposa. De cualquier manera, estaba segura de que la escucharía; era muy orgulloso, pero Leo había encontrado su punto débil, estaba vulnerable así que Merlín podría acercarse a él y él la escucharía.

Y aún así, no sabía qué decirle a ninguno. Tal vez solo debía dejarse llevar y que su corazón fuera quien hablará por ella, aunque para ella eso sonará muy cursi y ridículo.

Las relaciones familiares eran complicadas, y más para ella que jamás conoció lo que era una familia.

Siempre le guardó rencor a su padre por todo lo que le hizo; ahora se daba cuenta de que ella no era muy diferente a él. Por eso no podía juzgar a Escanor, cómo podría hacerlo si ella también había lastimado a sus hijos.

Leo por fin se había tranquilizado, los efectos del alcohol aún estaban ahí, pero al menos había dejado de llorar y gritar

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Leo por fin se había tranquilizado, los efectos del alcohol aún estaban ahí, pero al menos había dejado de llorar y gritar. Su hermana no se había separado de él en ningún momento; ella le pidió a los demás que volvieran a la taberna, sabía que su mellizo no deseaba que lo vieran en ese momento de debilidad.

Jamás había notado todo el dolor con el que cargaba su hermano; antes no había prestado mucha atención al daño que les causaron sus padres; no podía odiarlos, ella amaba a sus padres, pero ahora se preguntaba el porqué de tantas cosas.

- Leo, ¿Por qué crees que decidieron tenernos? -Su hermano la miró confundido, sin saber a qué se refería- Mamá y papá; ¿Tú crees que ellos sí querían ser padres?

El chico suspiró pensando en la respuesta, nunca se lo había cuestionado.

- Él tal vez, mamá no, honestamente yo creo que jamás estuvimos en sus planes; solo fuimos un accidente.

The New Sinners - Nanatsu no taizai (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora