❣️Este libro está siendo reescrito ❣️
Después de que la guerra santa había terminado y la armonía reinaba en toda Brittania; los héroes: Los Siete Pecados Capitales decidieron hacer sus propias vidas.
Con la maldición rota, el capitán de los pecados...
He vuelto :V y antes de empezar xd solo quiero avisarles que esto es probablemento lo más horny que verán aquí :v porque por alguna razón mi fanfic chistosito empezó a tener un tono más oscuro y horny lol :v Están advertidos
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- Vamos gatito; sabes que puedes decirme y hacerme lo que tú quieras si eso te ayuda a relajarte un poco.
- ¿Lo que yo quiera?
- Lo que tú quieras -Le regaló una sonrisa, mientras lo tomaba del mentón.
Quien tomó la iniciativa fue Lancelot, robándole un fogoso beso que fue correspondido al instante, no tardaron mucho en envolverse en apasionadas caricias; Leo comenzó a tomar el control de la situación, recostó al rubio en el césped sin detener sus cariños, de un solo tirón se deshizo de la camisa de Lancelot.
Tendría que buscar una buena forma de excusarse del porqué sus ropas estaban rotas, pero eso sería después, ahora solo quería disfrutar de Leo, disfrutar de ese pequeño instante en que era solo suyo.
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La maga se encontraba mirando por la ventana de la taberna, estaba impaciente, preguntandose si había sido buena idea haber mandado a Lancelot en búsqueda de Leo; solo había aceptado gracias a la insistencia de él y Sol, pero ahora que lo pensaba más detenidamente, definitivamente eso no había sido buena idea.
- ¿Estás nerviosa? -Merlín miró a Meliodas quien se había puesto a su lado- Luces algo preocupada.
- Capitán, esta es una situación en la que jamás me imaginé estar; claro que estoy nerviosa.
- No es para tanto, oye, tú eras solo una niña cuando desafiaste a dos deidades; puedes con esto, solo son unos adolescentes.
- Adolescentes que resulta son mis hijos y que además tienen poderes muy destructivos, seguro que será más fácil -Al poco rato logró ver a ambos chicos regresando, uno de ellos con la ropa hecha jirones; sí, sin duda había sido mala idea mandar a Lancelot.
- Tú puedes -Dijo Meliodas apunto de salir de la taberna.
- ¿A dónde vas?
- Afuera, digo, este es un momento familiar, no tengo porqué quedarme.
