El canto de las aves y los rayos del sol anunciaron la llegada de un nuevo día; una mañana tranquila dónde abundaba el silencio, sin discusiones, sin gritos; había paz en la taberna.
Y eso no era normal.
Diane pensaba ir con Elizabeth a comprar algunas cosas y mientras la esperaba se dispuso a encontrar el por qué todo estaba tan tranquilo.
«¿Ahora qué hicieron estos niños?»
Llevaba pocas semanas conviviendo con los chicos y en ese poco tiempo había entendido que el silencio era una mala señal, y tenía muchos ejemplos; como el día que los chicos actuaban "normales", para disimular los destrozos que habían causado con una de sus peleas. O cuando los chicos entrenaron solos con sus padres, sin supervisión de otros caballeros o de Merlin y Diane; aquel día hubo tanta tranquilidad y silencio, normal puesto que los chicos sobrevivieron de puro milagro al entrenamiento nada sutil de sus padres.
Le preocupaba el hecho de que hubiera tanta paz, porque solo podían existir dos explicaciones: algo le había pasado a los chicos o ellos habían hecho algo.
Miró por la ventana de su habitación, todo estaba normal, no había nada destruido, no había árboles caídos y el reino estaba intacto; solo pudo ver a Lancelot tumbado en el césped al lado de Leo.
Caminó por el pasillo pasando cerca de las habitaciones de los jóvenes; Melany estaba durmiendo, Briar estaba tumbada en su cama mientras leía un libro; por otro lado estaban Queen y Sol, la mayor peinando el cabello de la otra. Bajó a la planta baja, Tristán y Gal estaban en las mesas, sin hacer o decir nada.
- Me preocupan, no hacen absolutamente nada. Es como si les hubieran robado el alma o algo así. Solo están ahí, existiendo.
- Creo que es normal -La princesa había escuchado todo lo que Diane le contó- Aún deben sentirse mal.
- Lo sé, pero se ven más decaídos de lo normal y también se ven muy cansados, han estado entrenando muy duro estos días.
- Cierto, no debe ser fácil tener que entrenar todos los días.
- No lo es, y menos con esos idiotas que tienen como padres; creo que no somos los mejores para entrenarlos... Sabes, quiero hacer algo por ellos, para que se distraigan un poco.
- Mañana es Navidad, ¿Por qué no la festejamos con ellos?
- ¿Navidad? -La gigante no estaba muy familiarizada con las costumbres humanas- Creo que alguna vez lo celebramos nosotros siete... Y no resultó muy bien.
Todos los años, el rey organizaba una cena por Navidad; cena a la que alguna vez fueron los pecados capitales, cosa que no resultó nada bien, ya que causaron uno que otro destrozo, gracias a su poco control sobre el alcohol.
- No es necesario que vayamos a la cena de mi padre, podemos hacer algo pequeño en la taberna; algo un poco más familar.
- Supongo que podemos intentarlo, hay que decirle a los demás.
Cuando ambas chicas volvieron a la taberna se encontraron a los demás pecados capitales, quienes únicamente estaban charlando entre ellos.
- ¡Chicos! -Gritó llamando la atención de los seis.
- ¿Qué pasó, Diane?
- Elizabeth y yo hablamos y creemos que deberíamos hacer algo por Navidad; para los niños, necesitan distraerse un poco -Estaban por contestar pero el pecado de la gula se adelantó.
- No, definitivamente no.
- ¿Por qué no, Merlin?
- ¿No recuerdas lo que hicieron la última vez que celebramos navidad?
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The New Sinners - Nanatsu no taizai (REESCRIBIENDO)
Acak❣️Este libro está siendo reescrito ❣️ Después de que la guerra santa había terminado y la armonía reinaba en toda Brittania; los héroes: Los Siete Pecados Capitales decidieron hacer sus propias vidas. Con la maldición rota, el capitán de los pecados...