Por una vez... quédate!

19 Regresame a mi Takemitchy!

La Tokyo Manji esta lista para el ataque hacia Tenjiku.

Se dice que la lealtad es una de las cosas más importantes que puede existir en el mundo, la lealtad implica estar dispuesto a entregar cada parte de tu alma por aquellos en los que confías y confían en ti, las personas no suelen ser leales, suelen entregar a otros por su propio beneficio...sin embargo ese no es el caso de la ToMan o de Hanagaki Takemichi, porque la ToMan quería de regreso a su héroe llorón, a su capitán de la primera división, al amigo en el que saben siempre pueden confiar, que estuviera del lado de Tenjiku para ellos no significaba nada, porque sabían su verdad. Incluso cuando lo más fácil sería dejar al héroe llorón a su suerte para que siguiera siendo consumido por la oscuridad de Izana Kurokawa decidieron que lo darían todo para rescatarlo.

Ninguno de la primera división o los capitanes descansarían hasta tener de regreso al héroe llorón, mucho menos el aclamado y temido Manjiro Sano, el hombre cuyo amor por Hanagaki Takemichi todos sabían iba más allá de lo que cualquiera podría pensar o especular, un amor cómo este no se suele encontrar en cualquier lado a decir verdad y aunque lamentablemente los caminos del destino han alejado aquellas miradas azules y negras de poder estar juntos sin la intromisión de algún ladrón que quisiera arrebatarles la felicidad de las manos.

Manjiro Sano sabía que la última vez que vio a Hanagaki las cosas que había dicho lo lastimaron, sabía que debió suponer que había mucho más detrás de ese beso que presenció que lo que su celoso y herido corazón le hizo creer, pero aún tenía la esperanza de hacer entrar en razón a Takemitchy, porque sabía lo que planeaba hacer, Emma se lo contó todo con aquella carta.

Desde que se enteró del secreto que los ojos azules guardaban con tanto recelo, del peso que cargaba en sus hombros se dio cuenta de lo egoísta que se había visto al creer que Takemichi lo había abandonado por alguna razón banal, ahora sabía la verdad y no dejaría a su sol ser consumido por la oscuridad, o al menos ese era el plan...pues no podía asegurar realmente que aún no fuera demasiado tarde...esperaba que no fuera muy tarde para salvarlo.

Era viernes por la mañana, después de interrogar por horas a unos miembros de Tenjiku lograron dar con el departamento donde tenían a Hanagaki. Mikey, Draken, Chifuyu y Mitsuya acordaron que ellos intentarían sacar a Takemichi de ese lugar, no sería una tarea fácil pero no querían que Takemichi sufriera un minuto más en ese posible infierno que podría ser estar con Izana, los hermano Haitani y ese tal Kakucho.

- bien...si todos saben lo que tienen que hacer hay que empezar - la voz de Mikey era decidida, al igual que su mirada y no era para menos pues el invencible Mikey estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para rescatar a SU Takemichi.

- sigo pensando que esto es algo arriesgado...no sería más fácil emboscarlos en el muelle de Kanto? - Mitsuya los miraba con cierta preocupación, quería salvar al héroe llorón pero también quería hacerlo de la manera que les trajera menos posibles consecuencias.

- si llegamos cuando estén por matar a Kisaki puede que solo le demos el impulso a Takemichi para convertirse en un asesino...no puedo vivir con la idea de que mi compañero haga algo horrible por la idea de querer salvarnos - todos se quedaron en silencio un momento, sabían que mientras más rápido lo sacarán de ahí sería mejor.

Pero tenían miedo.

No miedo de lo que les pudiera pasar.

Pero si terror a qué Hanagaki no quisiera ir con ellos.

Y es que todos los involucrados en este plan sabían que aquel chico llorón podría llegar a ser muy terco, tan terco que sacrificaría su felicidad y su vida por aquellos a los que amaba y si no tenían un buen argumento para convencerlo de que había otra manera de hacer las cosas entonces solo recibirían su rechazo.