Por una vez... quédate!

06 ¿Dónde quedo yo?

Hinata era consciente de que Takemichi tenía un cariño enorme por Mikey, también era consciente de que los ojos de su novio brillaban cada que se topaban con los de su amigo y Hinata era consciente de todo esto aunque había preferido fingir que no era así, pasó por alto cada que Mikey de manera infantil se apegaba a Takemichi con alguna excusa probre, fingió demencia cuando vio el sonrojo en el rostro de su novio al mencionar en broma que tal vez Mikey estaba enamorado de él, todo eso había sido fácil de ignorar y por eso yo tontamente pensó que sería igual de sencillo fingir que lo que vio no había pasado, tal vez si no hubiera presenciado la conversación completa, si no fuera testigo principal de lo que ambos chicos parecían callar en sus corazones y es que Hinata amaba a Takemichi cómo nunca se imaginó amar a alguien, pero ¿Takemichi la amaba de la misma manera?

"Tu eres su novia"

Era lo que se repetía día con día para acallar el terror que le provocaba pensar en que en cualquier momento Mikey llegaría como un ladrón y se llevaría a Takemichi de su lado.

"Él te escogió a ti"

Es cierto, Takemichi la había escogido a ella, ella llevaba el collar que simbolizaba su unión, ella tenía su primer beso y el título de novia, ella tenía su corazón -aunque de eso último no estaba completamente segura- qué tenía Mikey?

"Solo el juramento de lealtad eterna"

Si...solo eso.

— lo siento Hina-chan! Esperaste mucho? — la voz de Takemichi salía melodiosa y con un gran cariño, no podía negar que su novio la quería y la apreciaba demasiado, y por la sinceridad de su sonrisa sabía que no podía estar enojada por mucho tiempo, aunque dentro de su corazón las dudas no hacían más que crecer y crecer.

— nop, casi acabo de llegar — le sonrió de la manera más cálida posible mientras tomaba su mano, — caminemos juntos hasta llegar a mi casa—  y así fue, ambos caminaron con tranquilidad platicando de cosas triviales, Hinata no mencionó nada de la plática que presenció y tampoco preguntó por qué Takemichi tenía los ojos llorosos, de cierta manera sentía que si preguntaba sus dudas solo se harían palpables, reales, solo se limitó a disfrutar de la compañía de su pareja, porque al menos ella podía decir que Takemichi era suyo y dios, se sentía tan mal al pensar de manera tan egoísta, pero ella quería ser feliz ¿y la pueden culpar realmente? si lo único que todos queremos es ser felices.

— te llevas muy bien con Mikey-kun verdad? — preguntó con un tono inocente -aunque de inocente no tenía nada-

— eh...si, él es muy importante para mí — Hina por un momento apretó los labios. — si...lo sé... — se hizo un breve silencio — yo soy importante para ti Takemichi? — la pregunta tomó por sorpresa al nombrado, no se esperaba que ella le hiciera una pregunta de ese tipo, aunque tampoco tenía un gran conflicto más allá de la vergüenza para responderlo — claro que eres importante para mí Hina! Después de todo eres mi novia...— notó un leve sonrojo en las mejillas de su pareja, verlo así provocaba que su alma se calmara un poco, que sus miedos se callaran por un momento, pero nuevamente la imagen de Takemichi sosteniendo a Mikey en sus brazos cómo lo más preciado que tiene en el mundo llegaba a su cabeza y la hacía tener pensamientos desagradables, hacia Mikey y hacia si misma, no podía odiar a Mikey por amar a Takemichi, pero no podía fingir que estaba bien con el hecho de que tan descaradamente quisiera tomarlo para si mismo y dejarla sin nada.

Los días pasaron y con ello crecieron las inseguridades que se alojaban en el corazón de Hinata, y más con la noticia de que pronto iría al pueblo de sus abuelos en las vacaciones y no podría ver a Takemichi durante un mes entero, sabía que debía confiar en su pareja, pero el problema no era confiar en Takemichi, quien le preocupaba era Manjiro Sano, tener confianza le era difícil cuando alguien cómo Mikey era su rival de amores, incluso si la guerra aún no estaba declarada en voz alta y Takemichi no era consciente (o se hacía el tonto) de está batalla que libraban.