Las palabras se quedan cortas cuando se trata de describir el dolor de un corazón roto.
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Desde que Mikey se enteró de que Izana tenía a Takemichi en algún lugar de Roppongi se dedicó a buscarlo con diligencia, mandando a cada miembro de escuadrón para encontrar algún indicio de Kurokawa, Kakucho, los Haitani o Hanagaki.
Manjiro desesperaba por no encontrar a ninguno pero no iba a perder la esperanza, no cuando sabía que el corazón de aquel rubio latía por él y solo por él.
Esos pensamientos fueron los que lo mantuvieron cuerdo durante esos días de tortuosa espera, buscando en cada rincón de aquel lujoso distrito en búsqueda de su sol, la luz que lo sacaba de la oscuridad de sus impulsos y lo mantenía cuerdo.
Mikey tenía esperanza, de verdad que la tenía.
Pero las cosas cambian cuando presencias algo que te parte el corazón en mil pedazos, cuando entre toda la multitud Chifuyu le dijo que creía haber encontrado a Hanagaki su corazón dió un brinco y una enorme sonrisa apareció en su rostro, había encontrado a su luz, había encontrado a su amado, finalmente podría responder a su confesión y decirle.
— "yo también te amo, por favor vuelve" —
Pero lo que encontraron sus grises orbes fue tan doloroso de presenciar que sintió que se quedaba sin aire.
Manjiro Sano se prometió un día que si llegaba a encontrar a una persona a quien amar y que lo amará de vuelta nunca lo dejaría ir, sin embargo cuando se encontró al dueño de su corazón correspondiendo a los besos ajenos de aquel que le había causado tanto dolor no pudo evitar sentir una gran ira que nublaba su mente y su juicio, que lo hizo hablar sin pensar y actuar sin ser consciente.
Su tranquilizante estaba en los brazos de alguien más y no había nadie que evitará que cometiera un terrible error porque cuando Mikey se deja consumir por las emociones negativas se vuelve una persona diferente, una que solo hace las cosas con fin de lastimar a quien lo lastimo sin importarle las consecuencias que esto pueda traer.
— Takemitchy? — su voz llena de dolor llegó a los oídos del nombrado que rápidamente se alejó de Izana teniendo la mirada llena de pánico, la persona que tenía frente a él se parecía a Takemichi pero a la vez no le parecía que fuese él, el arete hanafuda que hacía juego con el de Izana, el uniforme de Tenjiku y el cabello alborotado lo hacía parecer otra persona, una a la que su lastimado corazón no dudó en querer herir.
— Mikey -kun? — Takemichi entró en un terrible ataque de pánico y culpa al ver al verdadero dueño de su amor con una mirada apagada y una expresión que lo hizo sentir miedo, si, la expresión de Manjiro lo hacía sentir un profundo miedo que hizo que sus piernas temblaran.
Ambos se quedaron callados, Mikey parecía estar saboreando palabras llenas de rabia en su boca mientras Takemichi estaba demasiado asustado cómo para abrir la propia, Izana tomó su mano al notar que había quedado paralizado y que las piernas no dejaban de temblarle.
Esto solo hizo enojar aún más a Manjiro, Kenchin y Chifuyu llegaron al lugar tan rápido cómo pudieron siendo incapaces de entender lo que estaba sucediendo pero sentían un ambiente tan pesado que les dio un escalofrío.
— Mikey yo...no es lo que...no es lo que piensas en serio! yo... — el de ojos azules intentaba explicar lo que las orbes grises habían visto, intentaba decirle que todo era parte de un trato, de un precio que debía pagar por su felicidad, pero Mikey no lo dejó hablar, no le permitió ni siquiera terminar el hilo de sus pensamientos o defenderse.
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Por una vez... quédate!
FanficTakemichi se encuentra a si mismo nuevamente en el pasado, con un único objetivo...salvar a Mikey, pero se encontrará a si mismo enfrentándose a sus acciones y a sus sentimientos, ¿Por qué está tan desesperado por tener a Mikey en su futuro? es porq...