09 ¿Cuánto estás dispuesto a entregar?

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Había pasado una semana desde aquel fatídico día en el que Takemichi se quedó solo en el parque con lágrimas en los ojos, ese día en el que el corazón de Manjiro Sano había salido gravemente herido por una chica que hasta ese momento todos creían que no sería capaz de ser tan cruel.

Takemichi se arrepentía de muchas cosas en su vida, pero nada se comparaba a lo que sentía por lo que ocurrió aquella tarde en la que todo debía ser diferente, en la que se sinceraria con Hina sobre sus sentimientos y finalmente podría ser libre de amar a Manjiro Sano sin culpas.

Pero nada resultó cómo debía

Porque Mikey no debía estar ahí, Hina no debió de haberlo llamado y tampoco debió de haber permitido que ambos se fueran sin antes poder hablar con ellos con sinceridad, en cambio Manjiro se fue llorando y Hina huyó al verse envuelta en algo cómo eso, había lastimado a Mikey y eso sabía que Takemichi no se lo iba a perdonar.

Tal vez por eso había estado evitando sus llamadas y contestando a sus peticiones para verse con un — "lo siento estoy ocupada" — o un — "puede ser en otra ocasión? Tengo muchas cosas que hacer" — Hanagaki sabía que esas no eran más que excusas por parte de la castaña, pero no quería presionar, porque a pesar de todo no quería lastimar a Hina y algo le decía que la chica solo estaba intentando posponer lo inevitable.

Por otro lado estaba Mikey, la persona más importante en el mundo para Takemichi, la persona por la que su corazón latía a mil por hora cada que cruzaban miradas, sin embargo durante esa semana lo único que sentía su corazón al pensar en Manjiro era un profundo dolor y una culpa que no podía sacar de su pecho, cosa que empeoró al verse evadido por el rubio más claro.

No quería verlo, no aceptaba sus llamadas, no le dirigía la palabra en las reuniones y lo peor era que ni siquiera quería mirarlo.

Takemichi no sabía que es lo que había hecho mal, no sabía porque Mikey de repente parecía despreciarlo tanto, tal vez si no fuera tan inseguro habría sido obvio para él la razón por la que Manjiro estaba herido, pero la ridícula idea de que aquel increíble joven gustase de Takemichi le parecía una broma, una que no daba gracia.

Porque Takemichi nunca creyó que podría resultar atractivo para alguien, no creía que su cabello fuera lo suficientemente bonito, también pensaba que sus mejillas regordetas lo hacían ver desproporcionado, así que para él fue toda una sorpresa descubrir que a una chica cómo Hina le parecía lindo.

Aunque a decir verdad Hanagaki no es tonto y el pudo notar la manera en que los ojos de Mikey se apagaron cuando vio a la castaña besarlo y cómo su mirada tembló por los comentarios mal intencionados de su novia.

Takemichi no lo quería creer, pero las evidencias estaban frente a él, y sabía que para dejar las cosas claras en su mente y corazón debía hablar con Mikey y arreglar las cosas, pero eso era especialmente difícil cuando Draken y Mitsuya no le permitían acercarse a él, el de trenza simplemente le decía que Manjiro no quería verlo y Mitsuya le pedía que le diera tiempo.

¿Pero es que no entienden que el necesita explicarle las cosas ahora? ¿Qué si no lo hacía podía sentir que todo a su alrededor se derrumbaría y volvería a presenciar a su amado morir en sus brazos?

Claro que no lo sabían

No tenían manera de saberlo, Takemichi nunca les había dicho nada al respecto — ni sobre sus sentimientos hacia Mikey o sobre aquel horrible futuro — sin embargo el pánico lo atacaba cada que la idea de volver a sentir el corazón de Manjiro detenerse entre sus brazos cruzaba por su mente, lo hacía respirar con dificultad y llorar de manera descontrolada.

Por una vez... quédate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora