Capítulo III

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El inminente advenimiento de las vacaciones estivales proyectaba una sombra funesta sobre los muros ancestrales del castillo, cuyos pasillos y estancias resonaban ahora con el eco melancólico de la ausencia. La partida de los estudiantes de las escuelas vecinas, que solían impregnar el ambiente con su efervescencia y curiosidad, dejaba tras de sí un vacío tangible, como si el propio edificio hubiera perdido parte de su alma.

El aire, cargado de una melancolía densa y opresiva, parecía retener los suspiros y lamentos silenciosos de aquellos cuyos corazones se hallaban pesarosos por la partida o por la ausencia de algo vital en sus vidas. Las sombras, ahora más profundas y ominosas, se entrelazaban en los rincones oscuros como testigos mudos de los anhelos y desdichas que se desplegaban en el seno del castillo.

El tiempo, en su implacable transcurrir, parecía haberse detenido en un instante de duelo silencioso, donde los ecos de risas y conversaciones animadas se desvanecían en el eco vacío de pasillos deshabitados. Cada piedra, cada rincón, resonaba con la nostalgia de lo que fue y la incertidumbre de lo que vendría, sumiendo al castillo en un aura de desolación y misterio que envolvía a quienes aún permanecían entre sus muros.

La ausencia de Cedric Diggory, el valiente y amado estudiante que había perdido la vida de manera tan cruel, dejaba un vacío imposible de llenar. Su memoria flotaba en el aire, recordando a todos que la oscuridad acechaba en cada esquina, amenazando con destruir todo lo que conocían.

Los estudiantes y profesores de Hogwarts se encontraban en un estado de shock, incapaces de comprender cómo algo tan terrible podía haber sucedido en su propio hogar. Las risas y la alegría que solían inundar los pasillos habían desaparecido, reemplazadas por un silencio pesado y opresivo.

En medio de la tragedia y el caos, la esperanza se desvanecía lentamente, dejando a todos sumidos en la desesperación y el miedo. La sombra de Lord Voldemort se cernía sobre Hogwarts, recordando que la batalla apenas comenzaba y que el peligro acechaba en cada rincón del castillo. Mientras el verano se acercaba, la oscuridad parecía envolverlo todo, haciendo que incluso los valientes se sintieran abrumados por la incertidumbre y la amenaza constante de la destrucción.

A____ Selwyn le resultaba hipócrita que individuos que nunca habían entablado una conversación significativa o cruzado al menos dos palabras con el Hufflepuff, actuaran con una aflicción desgarradora ante su fallecimiento. A pesar de no ser la criatura más virtuosa, ella no se dedicaba a fingir sentimientos que no le pertenecían. La verdad es que la joven no experimentaba compasión por la muerte de Diggory, ni por sus afligidos compañeros, y mucho menos por la familia que había perdido a un hijo. Sin embargo, tampoco no se sumía en una farsa de tristeza que no sentía ni sentiría jamás. La indiferencia de esta hacia la tragedia que envolvía a los demás no hacía otra cosa que resaltar la falsedad y la hipocresía que reinaba en aquellos momentos de duelo.

Lo que verdaderamente experimentaba era una intensa curiosidad y placer por descubrir al misterioso mago del que todos temblaban al mencionar su nombre. La estudiante de Slytherin deambulaba por los pasillos en un intento por despejar su mente de pensamientos perturbadores. La obsesión por el Señor Oscuro la llevaba a cometer actos que la atormentaban en las noches, en la soledad de su habitación. Odiaba a su antepasado, un ser inútil que desencadenó una maldición sobre su familia, condenándola a generaciones de sufrimiento. La oscuridad y la desesperación se apoderaban de su ser, sumiéndola en un abismo de angustia y desesperanza.

Con determinación firme y un anhelo taciturno en su corazón, encaminó sus pasos hacia las orillas del Lago Oscuro, un rincón de la naturaleza que, con su aura enigmática y serena, ejercía sobre ella una influencia magnética, capaz de calmar las tormentas internas y de ofrecer un refugio momentáneo de las sombras del pasado que la acosaban constantemente.

The Curse [Lord Voldemort y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora