Volvemos a encontrarnos..

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Aaron

No me podía creer lo torpe que era esa niña, iba a pedirle perdón pero vi como cerraba la persiana.  Entre a mi cuarto y me lancé a la cama dándole un abrazo a mi almohada.

   .  .  .

-Esa chica pff, siempre acaba siendo perseguida por algún que otro animal..- Pude verla salir de la ducha, quería decirle algo así que me acerqué a la ventana, pero en un movimiento rápido me escondí. Ella se estaba quitando la ropa, con la persiana abierta, que descuidada. Se podría decir que no tiene cuerpo de modelo pero es muy atractiva, decidí mirarla por un rato más pero noté como se acercaba así que disimule tomando mi teléfono para parecer ocupado.

-Emm hola!- gritó para que le escuchara, giré mi cabeza y la miré fijamente a los ojos.

-Que pasa?- la miraba inocentemente mientras que ella intentaba deducir mi estado.

-Como no dejabas de mirarme pense que querias algo.. Por cierto, soy Camila, pero puedes decirme Cam.- Ella me miraba interrogante, y solo extendia su mano desde ese pequeño balcón que daba entrada a su cuarto. Correspondiendo su saludo le hablé.

-Aaron, un gusto. Y sobre la mirada, solo me recordabas a alguien en especifico, pero no es nada, si?- Asintió con la cabeza y dió media vuelta para poder entrar a su habitacion de nuevo, pero acabo chocando con el cristal de la ventan haciendo que su frente se enrojeciera. Traté de no reírme pero salió mi yo interior.

-AJAJAJAJA!! No me lo puedo creer, como no pudiste ver el cristal?! Estas ciega o que? JAJA- Me miro con cara sería y yo me calmé para no hacerla enfadar más de lo que estaba.

-De que coño te ries eh? No le veo la gracia, y para tu información, si uso gafas pero no estoy ciega. Asi que cierra tu puta boca por que te juro que te meto tremendo putazo que te devuelvo al utero de tu madre!!- Me grito para que me quedara claramente grabado en la cabeza, pero solo me quedé con que me pegaría y que llevaba gafas, se vería muy bien con gafas puestas.

-Wow.. que enojona.- susurré lo más alto posible para que me escuchará y pareció escucharme pero se fue.

Esta vez un poco más calmado pude oír unos golpes fuertes en su casa, pero supuse que seguramente se habría caído por lo torpe que es. Encendí la tele que estaba en mi cuarto como ruido de fondo y encendí mi teléfono para hablar con el tonto de Agustín.

Después de una gran charla sobre sus amoríos, decidí apagar el móvil e irme a dormir ya que al día siguiente tenía clases en la uni.

  .  .  .

Una luz me despertó a primera hora de la mañana acompañado de mi despertador.
-Te juro que si no fuera por qué eres mi teléfono te mandaría a volar por la ventana-
Me quite la sábana de encima y pude ver el bulto con el que amanezco todos los días, lo ignore y me fui a duchar para después prepararme el desayuno.

Al llegar a clase pude ver a la chica de ayer en mi clase. Como es posible que no la viera antes? Llevamos ya seis meses de clases. Por un momento hicimos contacto visual.

Camila y Aaron

-Que cojones?!-

Gracias a tu capricho (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora