VIII (2a parte)

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*******Advertencia: pequeño momento +18 dentro del capítulo*******

"El profundo toque de tus manos blancas, alquimia del placer, hace que todo lo que rozas sea precioso ..."

Aquí el francés se adentró hasta el corazón del templo del escorpión celestial, y apoyando suavemente su compañero de armas sobre la cama de su cuarto rojo, se sentó a su lado, empezando primero a sacudir, y luego a peinar con delicadeza su salvaje pelo azul cubierto de polvo: después tomó un paño blanco, ligeramente mojado, para limpiar el rostro, y los brazos del heleno, cubiertos por una fina capa de tierra roja.

- Oh amigo mío, qué mal! Ni siquiera sabes lo que sentí en ese momento! -

- Por supuesto que lo sé....pero fuiste a desafiar al toro en un combate cuerpo a cuerpo! Debes estar loco: ya es difícil vencerlo en condiciones normales...Y mucho menos si no estás bien. Más que un entrenamiento el tuyo de esta mañana parecía un reto suicida!-

- Sí, eso es verdad! Pero supongo que tú lo habrías logrado, en mi lugar! - dijo Milo riendo, y luego sonreír dulcemente.

- Bueno, yo utilizando el poder del hielo comienzo normalmente congelando completamente las piernas de un oponente anclándolo al suelo, si este es un hombresote, alto como una columna: una vez inmovilizado lo elimino de un golpe. No me esfuerzo demasiado, luego depende de las circunstancia, pero tú eres diferente a mí, Milo, tienes un método de lucha distinto, otras técnicas... Necesitas concentrarte en la agilidad, y en la velocidad, cuando sabes que estás tratando con un gigante, que normalmente se mueve más lento que una persona normal, debido al peso de su estructura física, e infligirle tantas cúspides escarlata, una detrás de la otra, hasta que lo envenenes mortalmente. Pero si no puedes contar con tus mejores habilidades, porque ese día sientes dolor...-

- Esta bien! Hoy ha sido así: pronto tendré mi revancha con Aldebarán...con o sin armadura poco importa. De todas formas te agradezco por llevarme a casa, y porque ahora me estas cuidando-

-Es lo menos que puedo hacer, ya que esta noche caímos al suelo juntos! - dijo Camus casi riendo.

- De verdad!? Yo, te juro, no recuerdo nada: debía estar muy borracho! -

- Yo tampoco era yo mismo, lo que nunca me pasa! Sin embargo el dolor que sientes te enseñará a dejar de pedirme que te prepare ciertas bebidas prohibidas, exigendo entoces que yo las beba contigo.. -

- En la vida vale la pena experimentar, querido mi amigo francés, para entender lo que es bueno! Bromas aparte, la ambrosía es realmente excelente: nunca he probado algo así, aunque después del primer sorbo ya me sentía con los dioses en los Campos Elíseos, y.........no recuerdo un bledo de lo que pasó! Tengo amnesia...-

- Esto no tiene mucha relevancia: ahora lo importante es que te quedas en la cama, al menos por hoy, y descanses. Prepararé tu comida: hoy haré cualquier cosa por ti -

- Oye, pareces una madre! Pero tu bebé te dice que quizás tú también deberías descansar, porque caminas tan mal como él: pareces una vieja con reumatismo! - respondió irónicamente el escorpión.

- Gracias por tu preocupación, pero no la necesito: no tengo intención de destruirme peleando con Aldebarán! -

Después de esta última frase el peliazul hizo una mueca de decepción, provocando una suave risa por parte del aguamarina, quien al final de la limpieza comenzó a quitarle la ropa, pero se detuvo de inmediato encontrando las prendas llenas de arena roja y suciedad.

- Sabes Milo que quizás necesitarías un baño? Estás realmente sucio...y yo te dejé sentar en la cama! -

- Cómo....otro!? Ya me di una ducha en tu casa esta mañana: tengo que desgastar mi piel ahora, por casualidad? -

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