A Primera Vista | Paulo Dybala & Ángelo Sagal

XXX. Siempre hay algo (Primera parte)

Notas: capítulo de larga duración chiquilles!!! <3

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Increíble cómo pasa el tiempo, ah, no te dai ni cuenta lo rápido que se van los días y los meses cuando estai haciendo lo que te gusta, cuando estai con la persona que querí', cuando el mundo te sonríe, cuando básicamente erí' feliz. Yo no estoy muy seguro de cómo fue avanzando esta rutina y cómo de repente las semanas que empecé viviendo en Turquía, en Denizli, todo asustado por el nuevo desafío que significaba y las costumbres raras a las que me tenía que acostumbrar y los compañeros nuevos y la dinámica nueva de juego se convirtieron en meses y en rutina y cómo nos pegó el año 2022 como si nunca hubiese existido un año 2021 tan movido como el que pasé. ¡Qué hueás no me pasaron el 2021, hueón! Lo partí separado del Paulo, recibiendo sus mensajes de vez en cuando, esos que me pedían con tanta pena volver y entremedio se me coló el Bruno también y la Pame y después, a mediados de año, la cagué de nuevo, me caí, toqué fondo, me di cuenta de que estaba en el hoyo más profundo y pataleé para salir y, al final, el destino me volvió a sonreír otra vez.

Y de eso han pasado seis meses. ¡Seis meses, hueón! El tiempo se me fue volando. Parece que fue ayer no más que volvía de Italia después de haber visitado al Paulo y a nuestra Mila, de haber comido con su mamá y su hermano, terrible achacado por lo mal que se había portado con nosotros ese hueón del Gustavo. Triste había llegado yo, bajoneado, pero me acuerdo que me dije, ya, pico, si es una hueá que iba a pasar, siempre supe que esa hueá iba a pasar, por qué me sorprendo tanto; al fin y al cabo teníamos el apoyo de su mamá y de su otro hermano y, más importante que todo eso, nos teníamos a nosotros dos, nos amábamos. Pero eso fue en junio del 2021 y ahora estamos en enero de 2022 y en estos seis meses han pasado hartas cuestiones, pero todas me hacen sentir que el rumbo que llevo es el correcto. Que así tenía que ser no más, que no había de otra, que no existía ninguna opción más pa nosotros. Amarnos era lo único que nos quedaba, volver a estar juntos todo lo que necesitábamos para ser felices.

Me adapté bien a mi club en Turquía, le agarré la mano rápido. En verdad, creo que me ayudó caleta el sentirme bien conmigo mismo y el estar cómodo con la vida que llevaba. No es fácil esa hueá, ¿cachai? Sentirte en paz con las dos cosas. Nunca me había sentido realmente en paz creo, pero volver con el Paulo y tener la certeza de que los dos íbamos a luchar por lo nuestro me convenció más que nunca de que también podía dar todo de mí en el fútbol, porque lo estaba dando todo igual en el ámbito privado. Y lo hice. Y yo siento que he hecho una temporada buena, más allá de que al club en general no le ha ido bien y estamos en la parte baja de la tabla. La hueá es que yo estoy contento con mi rendimiento y sé que la crítica está de acuerdo con esa hueá, que la ve también. Saben que soy el que la hace mejor, el punto alto en un equipo que no juega bien. Y me gusta, sabí', venga lo que venga después, un descenso, o pelear los últimos puestos... Es una vitrina al fin y al cabo y siento que mi vitrina es brillante.

Entre medio de eso obvio que nunca dejamos de hablar con el Paulo. Nunca. Ahora más que nunca igual, no nos podemos despegar, o sea, no podemos dejar de hacernos videollamadas, de mandarnos audios, de hablar por celular, de escribirnos en los chats, de sentirnos cerca... Hay una hueá que es muy loca, pero que creo que se acrecentó cuando pasó lo que pasó esa noche en la comida con su familia. Nos dimos cuenta de que incluso dentro de nuestro mismo círculo había resquemores a lo que pasaba entre nosotros, gente que odiaba nuestro amor. A algunas parejas quizás eso podría haberlas hecho dudar, pero a nosotros nos causó todo lo contrario. Nos hizo más fuertes. Más fuertes que nunca en verdad, porque sabíamos, sabemos, que esto que sentimos es real y que precisamente porque es real causa miedo y rechazo.

Pero el Paulo y yo hemos pasado por demasiadas hueás, hueón, demasiadas hueás, y todas nos han fortalecido. Salimos fortalecidos de esa. Salimos victoriosos. Y lo sabemos los dos.