XXI. Turín ante ti

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Notas: capítulo de larga duración chiquillas/os!!! Quise agregar el video de la canción "Paris ante ti" de Sandro para que la escucharan porque aparece casi en la última parte del capítulo, pero ningún video se pudo reproducir :( Si quieren, búsquenla en youtube al leer y derrítanse con su melancolía!!!

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El departamento que el Paulo se va a comprar es bacán, hueón, muy bacán. 200 metros cuadrados, una terraza grande, exquisita, unas piezas amplias todas en suite, unos baños preciosos y una piscina rica de agüita temperada que tiene un ventanal gigante que da la vista a los Alpes. Es un paraíso chiquitito, hueón, uno de esos lugares que uno veía cuando chico en la tele no más. Es precioso. Está rodeado de árboles, de montañas, de bosque, super solo, super privado y super discreto y es nuestro. Nuestro departamento. Es una hueá demasiado loca, demasiado increíble, demasiado impensado, pero pasó, pasó y lo tenemos ya y ni siquiera tuvo demasiado trámite la hueá, lo logramos y es nuestro. Y estoy feliz, demasiado, es la raja. Pero, esa no es ni siquiera la mejor parte de todas estas vacaciones.

Esta hueá es la mejor: esta vista al agua clarita, a estas piedras gigantes, a este cielo, hueón, esta arena blanca... estos acantilados tremendos, estas paredes de rocas. Hueón, Italia es un paraíso completo, estoy pisando un lugar que uno se imagina en sueños no más que existe. Miro al Paulo, que parado al lado mío me devuelve la ojeada como "¿viste que tengo buen gusto?" Le daría un abrazo, lo apretaría entero pa puro sentirlo mejor y tener conciencia de que esta hueá que está pasando está pasando en verdad. No sé si es suficiente el olor del mar, no sé si es suficiente la brisa que nos vuela el pelo y nos recorre la cara...

Obvio que fue idea el Paulo. Todo lo que pasa en mi vida desde hace casi un año es idea del Paulo. No es una mala idea en todo caso, o sea, yo no me puedo quejar del paisaje ni de las sensaciones que me recorren entero al estar parado aquí porque, hueón, estar parado aquí simboliza tantas cosas... Son las primeras vacaciones que estamos pasando juntos. ¡Vacaciones! ¡En una playa, en un hotel, los dos solos! Pellízcame, Paulo. Pellízcame pa que de verdad me de cuenta de que no estoy soñando.

Cuando él me contó toda esta hueá la verdad es que parecía demasiado sobrenatural. Vimos por internet unos cuantos destinos que el Paulo ya tenía pensados y elegimos entre los dos esta playita paradisíaca en Puglia, una región que de verdad parecía una copia de esas islas ricas que hay en Grecia y que a mí tanto me gustan. Este hueón es muy pillo, la eligió por eso mismo, me lo confesó después mientras hacía la reservación. Elegimos Foggia, un pueblito bacán donde todas las casas están pintadas de blanco y las calles son super angostas y están como en escalerita. El Paulo pagó una reservación en un hotel que queda en un acantilado, el Hotel Baia delle Zagare y que obvio que le hizo un espacio porque julio es temporada alta parece; hemos visto varia gente alrededor de las instalaciones del hotel y la playa no está precisamente desierta. Es de verdad de ensueño, hueón, es como estar en el caribe.

El 5 de julio hicimos las maletas y llegamos acá, en el jet del Paulo. Arrendamos un auto y después hicimos el viaje por el pueblo para echar una mirada hasta que llegamos al hotel. Es la raja, hueón, es precioso y metido entre medio de los roqueríos, de los acantilados y da la sensación a veces de que estamos como perdidos, de que nadie nos puede encontrar acá. Nuestra habitación es doble, en suite, pero con dos camas, obvio, pa no levantar sospechas. Es linda, grande, con una vista directa a la playa. Ayer nos acomodamos y tratamos un poco de organizarnos pa cachar qué ir a ver, por dónde caminar, a dónde ir a comer además del hotel, curiosear los espacios de las playas... En la noche nos acostamos rendidos, hueón, en la misma cama eso sí, pero no fuimos capaces de hacer nada. Igual yo no me dormí temprano, el Paulo sí, pero yo me quedé pensando, viendo el techo de la pieza, intentando entender y creerme lo que estaba viviendo.

A Primera Vista | Paulo Dybala & Ángelo SagalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora