ESCENA INÉDITA

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Lo que Adam no contó en el capítulo 31

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Lo que Adam no contó en el capítulo 31.

De nuevo estoy en la habitación de Ali, sin ella. Está en la sala con sus padres, Dave ya se instaló en la habitación de visitas y estoy seguro de que ya está dormido como una piedra.

Yo aun no me preparo para dormir, no puedo, estoy algo alterado y en mi cabeza no quiere despejar las miles de ideas que se han cruzado. Con intención de distraerme, me levanto de la cama y me pongo a husmear por ahí.

Las paredes tienen muy poca decoración a como me imaginaba, al lado de un espejo de cuerpo completo está un póster de One Direction, pequeño y sútil, en otra esquina, tiene una mesa alta con varios niveles, dónde hay discos de todos los artistas que suele escuchar; Taylor Swift, Lana Del Rey, Ariana Grande, The Weeknd y otros.

En la pared dónde está su cama, hay unas luces decorativas de navidad colgadas sobre el respaldo, no me había dado cuenta de que estaban ahí. Camino para buscar el enchufe y las enciendo, haciendo que la habitación tenga una iluminación tranquila, de esas que te hacen querer dormir hasta el otro mes.

Con un cansancio que me invadió por completo, abrí mi maleta y saqué el pantalón de mi pijama y una playera basica para dormir, adiviné dónde estaba el baño, que estaba dentro de la misma habitación. Me lavé los dientes y salí, en ese momento entró Alissa.

—¿Ya vas a dormir? —pregunta mientras se quita los zapatos y la blusa, quedando en una de tirantes blanca.

—Me siento sorpresivamente cansado.

—Oh, yo también—ríe—, me voy a cambiar. Ahora salgo—se acerca y me da un beso en la mejilla.

Me acuesto en la cama, de lado izquierdo y me quedo observando el techo por un largo rato, ahora parece que el sueño y el cansancio se desvanecieron.

—Parece que estás viendo a un fantasma—la rubia sale del baño y yo definitivamente no sé cómo le haré para soportar este sufrimiento los días siguientes.

Su rostro ya no tiene ningún rastro de maquillaje, dejando a la luz sus lindas pecas, sus ojos celestes se ven somnolientos y lleva una pijama muy bonita, de acorde a ella y su estilo. Su cabello está peinado en una trenza despreocupada, la pijama es de short con una blusa muy pequeña, color amarillo bajito con pequeñas flores azules.

Creo que cualquier día de esta semana aquí, podré fallecer. Fueron veinticinco años muy buenos.

—Regresar a lo que era tu hogar hasta hace un año, se siente raro—retira el edredón y se acuesta a mi lado—. ¿Siempre duermes de lado izquierdo?—se acomoda hacia su costado, mirándome fijamente.

Carraspeo un poco y despejo mi mente.

—Suelo dormir de cualquier lado de la cama—me acomodo igual que ella—, algo me dijo que tú duermes de ese lado y no quise crear disturbios.

—Disturbios—ríe—. Que correcto es, señor Wood—un bostezo la ataca y se vuelve a reír—. Lo siento.

—Pareces un gatito.

Frunce el ceño y arruga la nariz, golpea mi hombro sin ningún tipo de diversión.

—No me digas así, los gatos y yo no nos llevamos bien.

—Lo siento, señorita Alissa—suelto con burla, acomodo mi cabeza sobre la almohada y cierro un poco los ojos.

Los vuelvo a abrir cuando siento el cuerpo de Ali acercarse mucho al mío, como si buscara calor o protección. O tal vez las dos.

—Buenas noches, Adam—pasa su brazo por mi costado, siento su respiración tranquila en mi cuello y no retengo la sonrisa estúpida.

—Buenas noches, estrellita—beso su frente con cuidado y acaricio su cabello.

No puedo dormir, no cuando siento que tengo a mi mundo entre mis brazos. Me mantengo despierto, mirándola con detenimiento, contando mentalmente las pecas de sus pómulos, nariz y las pocas que tiene en su frente, pierdo la cuenta porque me idiotizo viendo lo largo de sus pestañas, vuelvo a empezar.

Dios, no creí que yo, Adam Wood, el hombre amargado, que odiaba cualquier idea de tener alguna relación amorosa con alguien, que odiaba la idea de compartir algo más que un "Hola" y "adiós" con alguien, se encuentre aquí; mirando a la rubia que se metió de lleno en mi vida sin ningún aviso y sin ningún problema.

Un suspiro sale de la boca de Alissa y la observo con adoración.

—Velaré tus sueños hoy y siempre, estrellita—susurro muy bajo para no interrumpir su descanso—. Eres la mejor mujer que he conocido y quiero conservarte en mi vida, hasta que me muera—paso mis dedos por su rostro, delineo la línea de su mandíbula, con mi dedo índice, toco sus pestañas y sus cejas—. ¿Qué me hiciste, Alissa Jones?

No hay respuesta, no esperaba una y si la llegaba a obtener, iba a desear que la tierra me tragara y me escupiera en Dubai.

Tras muchos intentos fallidos de querer contar sus pecas, el sueño me venció, atraje el cuerpo de la rubia para acunarla con mis brazos, dejé su cabeza en mi hombro y me dormí.








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douuuu holaaa, aquí dejo esto solo porque sí, porque la vida es bonita y yo podría m0r1r si no escribía esto<3

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douuuu holaaa, aquí dejo esto solo porque sí, porque la vida es bonita y yo podría m0r1r si no escribía esto<3

espero que les guste, nos leemos el domingo uwu

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