EXTRA #2 ❆

9.8K 545 174
                                        

Algo no anda bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Algo no anda bien.

26 de mayo 2024

—Amor—habla entre besos—. No tenemos preservativos y dejaste de tomar las pastillas.

—Tuve que dejarlas porque me dejaron muchas consecuencias, los cambios de humor constantes, mi periodo súper irregular iba y venía cuando se le venía en gana; la doctora me recomendó dejarlas para no llegar a mayores—suspiro y me remuevo en la creciente erección de mi esposo—. Podría tomar la pastilla de emergencia, ya lo he hecho antes—sonrío con aires de inocencia.

—Esa también te puede dejar efectos secundarios Ali—murmura, aprieta los labios para controlar un gemido—. ¿Segura que quieres continuar así?

—Más que segura, amor.

—Supongo que de no tomar alguna de las opciones, le daremos un hermano humano más rápido de lo que pensé a Duque.

—Menos charla y más acción—estiro su cabello—. Iremos por ese hermano humano, soy consciente de las consecuencias, tuve la platica con mis padres y la mamá de Mel...

—A la mierda—murmura con voz ronca.

Sus manos van hacia el final de mi vestido celeste para sacarlo de mi cuerpo. Besa el inicio de mis pechos, sus manos pasan por mi espalda para desabrochar el lindo y coqueto sujetador blanco que decidí ponerme, se separa de mi cuello para verme, relame sus labios y su mirada queda fija en mí. Me remuevo emocionada en su regazo ocasionándole un gruñido, aprieta mis caderas y me mueve a su gusto.

La situación es injusta, estoy casi desnuda y él lleva toda la ropa puesta. Encajo mis uñas en sus antebrazos al sentir su lengua en mi pezón izquierdo, suelto un gemido cuando muerde y un ligero grito al apretar mi seno derecho.

Como puedo, casi a ciegas, desabrocho los botones de su camisa roja, me desesperé a mitad de camino y estiré ambos lados de esta, mandando a la mierda los botones y la tela. Adam ríe al ver mi ceño fruncido, tiro hacia un lado de la habitación la prenda y continúo bajando, paseo mis largas uñas por cada abdominal marcada, encajando un poco de vez en cuando.

Llego a su cinturón y lo quito con desesperación, con otro poco bajo el zíper del pantalón y lo bajo, el pelinegro alza sus caderas para ayudarme a sacarlo por completo. Una vez fuera, su bóxer color azul oscuro me saluda, junto con la erección que apunta hacia mí, parece que en cualquier momento saldrá de ahí.

—Alguien está muy entusiasmado—doy un toque por encima de la tela.

—Ambos estamos muy entusiasmados—voltea las posiciones, quedando él arriba—. ¿Podemos continuar?

—Por favor, no te detengas por lo que más quieras.

—Tú eres lo que más quiero—besa mi cuello, baja por mis clavículas.

EXTRAS | LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora