CAPITULO 18

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Kaleb Tepes

La espera y perseverancia, dos cosas primordiales para obtener lo que quieres. Cuando tienes una larga e inmortal vida, el tiempo es lo que menos te preocupa, sin embargo la espera es larga y te acomplejas en ella.

He vivido más de 600 años en este mundo, he visto generaciones pasar y vivir la misma evolución. Hoy en día pruebo el descontento de los obstáculos que me han condenado a permanecer en la sombra. El rencor helado que me enturbia la existencia.

Jamás he sido fanático de mirar por detrás de otros y ese siempre fue el problema. Yo no nací para callar y admirar desde lejos, soy poder, coraje y dominio. Nunca debieron darme el lugar que soporte y tarde o temprano les hice ver el gran error que cometieron, su arrepentimiento les costó muy caro. La vida para ser exactos.

No puedo dejar de ver la fotografía de esa mujer que lleva mi sangre y hago llamar mi sobrina. Los genes no decepcionan y algo que hizo perfecto Fallon, fue la criatura que parió. Su imagen y semejanza en otra mujer descendiente de ella. Concebida con gracia y pureza digna de ser elogiada, porque sigue siendo un ave que apenas comienza a desplegar las alas para volar.

Tan pequeña e indefensa como presa para el halcón que vuela sobre ella. «que encantador» entre abro los labios y hasta mis colmillos se estremecen con los recuerdos «oh mi hermosa Fallon ¿Qué es lo que has creado?».

De nada les sirvió mantenerla oculta de mi, de nada les sirvió su esfuerzo por mantenerla lejos de mi alcance porque ahora no están y yo si. Su pequeña princesa juega en el mismo tablero que él mío. Si no hubiera sido concebida con la semilla de Constantin, habría sido perfecta y no tendría ganas de rasgarle el cuello con mis garras, la esencia de mi hermano la malogra.

Se reconocer la belleza y la suya la adulo, pero es una lástima que tenga toda mi odio y repudio, pues por culpa de esa bella criatura es que yo caí y estoy inservible. Por culpa de ella es que su padre me arrebato todo y se lo llevo al infierno en el que debe de estarse quemando.

Dejo la fotografía de lado con la presencia del hombre que se adentra a la habitación. Lo miro por el rabillo del ojo acercarse y paso por alto su apariencia que me da mal sabor en la boca. Las marcas de las cadenas en sus brazos son evidentes y el sensor de su pie parpadea funcionando.

—Vas a gastarte esa fotografía con los puros ojos —toma asiento frente a mi.

—¿A caso no crees que es hermosa? —sus ojos viajan a esta y asiente.

—Si.

—Era un capullo adorable —pasó el dedo por mis labios— ahora que floreció, se convirtió en la flor más bella de todas.

—Entiendo —su desinterés fingido me causa gracia.

—Es una lástima que la opaque la hierva venenosa que la rodea —cruzó las piernas— Antonio Barcsay es un bárbaro. Una plaga que me estorba.

—No vas a poder deshacerte tan facil de el —sentencia.

—¿Tanta fe le tienes?.

—No —se retracta— solo digo lo que vi, ni si quiera lo que hizo Jason fue suficiente para tambalearle el trono.

En mis dedos tallo la textura lisa del vidrio de mi copa a medio llenar.

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