Dereck Jones y Hailey Williams en un mundo perfecto, jamás hubiesen coincidido.
Él no tenía nada, ella poseía todo.
Él estaba familiarizado con el dolor, ella nunca lo había experimentado.
Él era oscuridad, ella era luz.
Dereck solo quiere escap...
«Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.»
—J. K. Rowling
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Nunca salí de Portland, lo más lejos que había ido era West Haven, a visitar a Margarita. Así que aterrizar en Londres, fue sensacional.
—¿Ves? Te dije que no seríamos ese avión que se cae —dice Lili cuando subimos al auto.
—No, tú recalcaste durante todo el vuelo, que podíamos ser ese uno que cayera al mar.
—¿Pero pasó? No, así que deja de reclamarme —pide.
Un auto nos había recogido en el aeropuerto, y según lo que Luke dijo, nos llevaría directo a casa de sus padres.
—Están emocionados por conocerte —expresa—. Me disculpo de antemano si mamá es muy...intensa.
—Creo que podré lidiar con eso —admito.
Si creí que Luke vivía con lujos en Portland, la casa de los Lewis en Londres era una completa mansión. Me sentía en esa clase de películas que hablaban sobre millonarios, hay un par de autos de lujo estacionados afuera, una gran fuente justo a la mitad del jardín que parece un jardín botánico, y la construcción frente a nosotros, es asombrosa.
—¿Nos quedaremos aquí? —inquiero.
—Sí, hay las habitaciones suficientes para todos —expresa Luke—. Y...
—¡Llegaron! —La voz de una mujer se deja escuchar—. Cariño, que bueno verte, ha pasado tiempo.
—Hola mamá —Una mujer de mediana edad sale de la casa, el porte elegante no la abandona en ningún momento mientras saluda a su hijo y luego a Less. Alessia parece encantada de ir con ella y tras un par de minutos, por fin me mira.
—Mucho gusto, señora...
—¡Cariño! —el abrazo me toma desprevenido—. ¿Cómo que señora? No, no, cielo. Nada de formalidades, ya eres mi nieto así que solo Rose, o como prefieras decirme. Abu, abuela...
—Mamá, lo agobias —Luke sale en mi rescate ante tanta muestra de cariño que me aturde.
—Oh, lo siento —se disculpa—. Me hacía ilusión conocerte, cuando Luke nos dio la noticia...
—Cariño, ¿por qué no avisaste que llegaron?
La atención pasa al hombre que sale de la casa. Él a comparación de la que creo es su esposa, viste con un traje azul elegante y se muestra imponente, sin embargo, sonríe con calidez.
—Hola papá —Luke es el primero en saludar, tras un corto abrazo, el hombre me mira.
—Y tú debes de ser Dereck —dice con una sonrisa—. Mucho gusto, hijo. Soy Nicolás, bienvenido a la familia Lewis.