Estaba en una cancha de baloncesto, jugaba con un niño sin rostro pelirrojo y una mujer castaña que no podía distinguir nos estaba alentando.
No escuchaba nada más que el balón rebotando contra el piso y las gomas de los zapatos chirriando.
Parecía feliz, disfrutando del momento, me veía reír, ¿Cuándo fue la última vez que lo hice de manera tan genuina? Mis manos tomaron el balón de nuevo y todo se tornó oscuro, negro, solo algunas figuras se lograban distinguir con una delimitación blanca. Ambas personas comenzaron a derretirse y yo comencé a gritar, la cancha fue modificándose a tal punto que era otro espacio, un estudio y en el una figura humana sentada en frente a un escritorio alto donde apoyaba sus codos mientras entrelazaba sus manos. Sentí un nudo en la garganta. Incluso sin distinguir su rostro sabía quién era, qué hacía, qué día era... recuerdo la mirada gélida y sin emoción con la que me miraba
— Haruka está muerta a partir de hoy, ¿De acuerdo Nikola?
Me desperté de golpe, Taiga golpeaba con fuerza la puerta y tras de eso se escuchaba el teléfono de línea sonar sin cesar.
Me pare rápidamente y abrí la puerta.
— Esa cosa no ha parado de sonar desde hace diez minutos... es un número extranjero...
Asentí, sabía quién era.
Supongo que ya no podría seguir ignorando.
— Hola—.
— Nikola—. Una corriente geliza cruzó por todo mi cuerpo—. Estoy en Japón—. Mi respiración se detuvo—. Vamos a tener una cena de negocios a la noche, espero que estés listo, la familia Takishima es muy fan del básquetbol estadounidense, sabes lo que quiero decir...
¿Cómo no hacerlo?
— Bien, pasaré a buscarte a ese... instituto que te has inscrito...
Colgó.
Deje el teléfono en su lugar. Mi ritmo cardiaco se había acelerado, sentía frío. En algún momento él iba a conseguir mis datos y la información de donde me estaba quedando. No esperaba que fuera tan pronto.
Caminé a la cocina mordisqueando una de mis uñas. Era bastante temprano.
— Estás pálida—. Murmuró Taiga viéndome desde la mesada, estaba desayunando.
Hice una morisqueta parecida a una sonrisa.
— Siento que te hayas tenido que levantar tan temprano—. Me disculpo—. Voy a hacer el almuerzo.
Tomé arroz y lo puse a cocer en el shuihanki, en una olla puse Hot dogs a cocinar. Mientras me movía Kagami me seguía con la mirada, se notaba preocupado. Por un lado me dió gracia, después de todo era notorio que mi padre me drenaba la energía agotándome en cuestión de segundos.
— No te preocupes, voy a estar más animada después de hacer cosas...
Taiga se intentó excusar pero permaneció en silencio.
Al terminar de preparar todo lo del almuerzo fui a mi cuarto a darme una ducha. Hoy iba a dividir mi existencia de nuevo, Nikola Kiriel iba a aparecer para marcar estatus a mi padre, un ex deportista y actual empresario. Por otro lado, Kiriel Haruka va a tomar control de mi gran parte del día.
— ¿Estás listo?—. Pregunté al ver a Taiga en el mismo lugar pero esta vez con el uniforme puesto.
Asintió.
— Seguís sin ánimos... realmente tu padre no te hace bien.
Lo mire. Taiga era lento en muchos sentidos de la palabra, entre ello lo emocional.
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For my promise(Kuroko no Basuke)
FanfictionUna promesa marcó su presente, La sinceridad quedó en el pasado, ¿Qué será de su futuro? "Amo el básquetbol, hago esto porque es lo único que me permite jugarlo, lo único que me permite ser libre... lo siento, pero "For my promise"" ...