For my promise(Kuroko no Basuke)

Capítulo 9: ¡Me descubrieron!

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Solté un suspiro cuando estuve frente a la puerta del salón, las manos me sudaban frío mientras las mantenía cerradas en forma de puño, era frustrante estar a metros de mi objetivo y no poder hacer nada. Deje pasar a un par de chicos antes de poder entrar yo, con un índice de "Valor" superior al cien por ciento, había llegado la hora de enfrentar a Kuroko. Di un paso dentro de la clase y una ola de cobardía viajo por todo mi cuerpo al notarlo sentado en su lugar leyendo su libro. En un movimiento rápido retrocedí saliendo del salón y estampe mi espalda contra la pared contigua a la puerta de entrada preguntándome si me había visto llegar, eche una mirada por la ventanilla del aula soltando un suspiro de alivio, seguí muy concentrado en su lectura como para haberme notado.

Esto resultaba más difícil de lo que había pensado que podía ser, era sumamente cobarde y en ese momento me estaba dando cuenta de ello. Mire mi celular maldiciendo la hora que había decidido mandar aquel mensaje. Cuando lo hice pensé que había sido una gran idea decirle lo tan agradecida que estaba por todo, hasta le dije algo así como "Kuroko, te quiero... Te quiero mucho" y creo que él lo pudo tomar como una declaración porque no hubo respuesta, ni tan siquiera un "Ah, okey", ni nada de eso, creo que hubiese preferido eso ante este silencio. Me tape la cara con una de mis manos cuando sentí un fuerte calor subiendo a mis mejillas, ¡Me había avergonzado! ¿Y cómo no? Ese mensaje era para avergonzarse y tirarse por un balcón. Vi la ventana y por alguna razón encontraba muy tentativo hacerlo, di un cabezazo contra la pared desvaneciendo esos absurdos pensamientos.

¡Auch! Estúpida pared ¿Quien te manda a pegarme?... Cierto yo te pegue a ti, perdón T-T

Mi corazón acelerado y mis pensamientos suicidas no contribuían para que mi nerviosismo desapareciese, y eso me impedía razonar algo lógico como para dar la cara, maldita cobardía. Tenía el presentimiento de que estaba haciendo el ridículo actuando como maniática y que varias personas me miraban raro, pero no me importaba, no me importa ser el bicho raro, ya que siempre lo fui. Volví a mirar por la ventanilla de la puerta, Kuroko estaba mirando el cielo celeste, parecía pensativo, está bien, no podía saber lo que estaba haciendo por la cara poker que habitualmente tenía, pero cuando alguien ve por la ventana el cielo siempre tiene un aura nostálgica o pensativa.

Regrese a mi antigua posición con la cabeza completamente llena con ideas absurdas, podía ser bueno para el deporte pero no para usar mis neuronas. No podía irme o evitar haber venido a clases, tampoco, nunca más dar mi cara en Seirin, servía porque Kagami me obligaría a venir de cualquier modo, no tenía otra opción, era entrar y actuar normal. Inflé mi pecho llenándome de valor, puse mi espalda recta y a pasos de soldado avance, esto era "actuar normal". Entre al salón con la cabeza en alto demostrando una seguridad inexistente. Llegue a mi lugar y Kuroko volteo la cabeza, nuestras miradas chocaron, un escalofrío provocado por un balde de agua fría recorrió desde la punta de mis pies hasta la parte más remota de mi cabeza. Kuroko estaba más serio de lo normal y por debajo de sus ojos se podían notar unas pequeñas ojeras, no había dormido.

-Ho-ho-hola Kuroko-kun- Mi voz sonó más aguda de lo que debería sonar, casi con mi tono de voz de chica, además era evidente que estaba nerviosa por mi tembleque al hablar-.

"Se dio cuenta"- Pensé cuando dejo el libro en la mesa, no me había dado cuenta que aun lo traía en las manos hasta ese momento-.

-Ho-hola Kiriel-kun - ¿Acaba de tartamudear? Si, debía ser que le daba asco hablar conmigo TwT- ¿Podríamos ha-hablar más tarde?- Me dirá que no quiere ser más mi amigo;-; -.

-Cla-claro - Tartamudee, Kuroko hizo una mueca, parecía incomodo al hablar conmigo-Quería decir algo más pero las palabras no salían de mi boca, quedaban atrapadas allí intentando escapar pero su prisión era más fuerte, se formo un extraño silencio incomodo entre nosotros; Y en esos momentos me preguntaba en donde se había metido mi primo-.